Nuestra Casa de Mendoza –la casa de provincia más antigua del país– preparó una amplia agenda de actividades que le permitió destacarse, invitando a los cientos de visitantes que rotaron y colmaron sus instalaciones a lo largo de la jornada a descubrir los encantos turísticos, culturales y gastronómicos de Mendoza.  

Por la simultaneidad de la Noche de las Casas de Provincia, el día del Vino Bebida Nacional y los 80 años de la Casa de Mendoza, la jornada comenzó con la firma de un convenio de colaboración entre el Fondo Vitivinícola, representado por su presidente, Bernardo Lanzilotta, y la Casa de Mendoza, por su director, Gustavo Videla.

Inmediatamente, comenzó la exhibición, promoción y degustación de productos regionales, entre ellos una amplia variedad de vinos, aceites, aceitunas, frutos secos y encurtidos. Hubo rondas de cata de vinos precedidas por la exposición de especialistas y un novedoso taller de aromas guiados por una sommelier del equipo del Fondo Vitivinícola.

La fiesta se completó con música en vivo dentro de la casa, con las bandas Ul-Mapu, que interpretó folclore cuyano y música latinoamericana, y La 154, que interpretó tangos y música popular. Hubo además juegos interactivos y una exclusiva muestra de la artista plástica mendocina Gabriela Berríos. El momento esperado con más expectativa fue sin dudas el de los sorteos, donde la gente seguía con atención los desafíos que proponían los animadores y que apuntaban a poner en valor las virtudes turísticas y productivas de Mendoza. Por su parte, en el escenario central, montado a lo ancho de avenida Callao, tocó el dúo Orozco-Barrientos, cuyas canciones fueron acompañadas con alegría y con espontáneos cuadros de danzas interpretados por personas del público.

En una noche donde brilló la calidez de quienes visitaron la casa mendocina en Buenos Aires y el cariño que despierta nuestra provincia, resaltaron dos visitas, la de la reina nacional de la Vendimia, Giuliana Lucoski, quien acompañó con su belleza y su característica amabilidad y simpatía ada una de las actividades previstas para la jornada. Accedió incluso a tomarse fotos y participar con entusiasmo en los entretenimientos junto a la gente. Además, asistió el ministro de Cultura de la Nación, Pablo Avelluto, quien fue recibido por Gustavo Videla. Ambos recorrieron los atractivos y las experiencias ofrecidas por los mendocinos, que el propio ministro Avelutto celebró tomando el micrófono para manifestar públicamente su satisfacción de estar en esta representación mendocina y alentar a los visitantes a descubrir las maravillas del vino y de nuestra provincia.

El mérito final de una organización que resultó impecable estuvo en la calidad receptiva del personal de Casa de Mendoza, que ofició de anfitrión en cada estación de la visita. Otro dato relevante fue la armoniosa articulación entre sector público y privado para que al evento no le faltara nada y poner bien arriba a Mendoza.

Así, el público de Buenos Aires y los ocasionales turistas de la capital argentina pudieron vivir una noche de encanto con las provincias en la que Mendoza fue una parada privilegiada.