El Banco Central (BCRA) apura una modificación de la normativa que rige la actividad de casas, agentes y oficinas de cambio. Así lo reveló el presidente de la entidad, Federico Sturzenegger, durante una conferencia de prensa esta semana para que «mucha gente que hoy opera de manera ilegal pueda pasar a hacerlo de manera legal». 

La autoridad monetaria ya había dejado trascender que analizaba modificaciones al mecanismo de inscripción de hoteles y agencias de viajes para que puedan operar en cambios, algo que hoy pueden hacer pero que muchos establecimientos prefieren evitar ante las dificultades normativas.

El adelanto del titular del BCRA vino con fecha. Estimó que el jueves próximo la normativa podría estar terminada y lista para ser tratada en la reunión semanal de directorio. Los lunes se reúne la comisión que analiza cambios normativos, con la fecha tentativa mencionada por el jefe los tiempos se van a acelerar.
Según supo El Cronista en el mercado y la autoridad monetaria, en la reunión se terminarán de definir los últimos detalles, pero las líneas de trabajo girarán alrededor de necesidades y reclamos que el sector pedía hacía tiempo.

Uno de los puntos clave para reducir las operaciones en el mercado informal está en el horario de operaciones, que hoy las casas de cambio tienen reducido a una franja de 10 a 16 horas, con variantes según los horarios bancarios y algunas excepciones para ventanillas ubicadas en aeropuertos y sitios turísticos. El efecto de la normativa, según cambistas, es que fuera del horario de operaciones y en fines de semana los turistas terminan si o si en cuevas.

Otras necesidades en consideración son las trabas de ingreso y expansión de para las empresas del rubro. Requisitos como el capital mínimo para operar sería readecuado, los requisitos de idoneidad para sus apoderados y exigencias de seguridad. También las dificultades para tramitar el crecimiento de oficina de cambio a agencia, o de agencia de cambio a casa de cambio, que según los que conforman ese mercado son de lo más engorrosos.

En conversaciones con empresarios del sector Sturzenegger también escuchó pedidos para agilizar la apertura de sucursales de las casas de cambio en otras plazas o ciudades. En esa línea, el ejemplo de las facilidades que gozan desde hace poco los bancos para abrir sucursales «livianas» en cuanto a dimensiones, costo y cantidad personal también estuvo sobre la mesa.

Reducir las barreras de ingreso ayudaría, en principio, a que al menos las cuevas más pequeñas y especializadas en público minorista pierdan incentivos para mantenerse en el mercado informal. Quedan como incentivos, por supuesto, la evasión impositiva y la clientela con dinero no declarado. Desde diciembre pasado, por ejemplo, no se puede comprar en efectivo más de $ 500.

Por último, además, la nueva normativa buscará hacer más sencillo a los hoteles y agencias de turismo al menos comprar moneda extranjera.