Durante el exitoso evento AIREC al cual asistieron más de 500 personas en el Hotel Hilton del 21 al 23 de septiembre, tuve la oportunidad de hablar con fundadores y empleados de Ventus, una joven empresa Uruguaya fundada en el año 2010 que ya construyó proyectos eólicos por más de 100MW (megawatts) en Uruguay y ahora está apostando a la Argentina.

HISTORIA

Juan Pablo Saltre, ya apasionado por la energía eólica, junto a Miguel Causa empezó en el año 2007 asesorando un proyecto eólico privado de una familia amiga en el Uruguay. Con ese proyecto, ganaron en 2008 una licitación del gobierno uruguayo. A la edad de 25 años, Saltre quedó solo durante el año 2008 (dado que su socio dejó de trabajar durante ese tiempo) a cargo de la construcción del parque Kentilux, de 5 aerogeneradores Vestas de 2MW. Esta experiencia, le permitió de manera acelerada, aunque durmiendo muy pocas horas, aprender los secretos del negocio de la energía eólica de alta potencia. «Tuve que trabajar de manera artesanal, contratando todo el personal y sobre todo aprendí a hacer todo al mínimo costo», explicó Juan Pablo.

En ese mismo año fundó formalmente la empresa Ventus con el objetivo de brindar servicios a todas las empresas extranjeras que se estaban instalando en el Uruguay a desarrollar proyectos por los anuncios de UTE (Administración Nacional de Usinas y Trasmisiones Eléctricas, empresa propiedad del Estado uruguayo que se dedica a las actividades de generación, trasmisión, distribución y comercialización de energía eléctrica). Empezaron asesorando a varios proyectos de manera exitosa.

En el 2013, decidieron realizar su propio parque. Luego de seis meses de negociaciones con el banco, consiguieron el crédito. Con el boom de la eólica en aquel entonces, se sumaron tres empresas más y terminaron construyendo un parque de 8MW del cuál Ventus es dueña del 27%.Al día de hoy le están vendiendo la energía a la red al precio spot.

Con 15MW ya instalados, a través de la sugerencia de un amigo, crearon un fideicomiso para la construcción de un parque de 10MW. «Queríamos que «Doña María», la versión uruguaya de «Doña Rosa», pudiera invertir en energía eólica», afirmó Saltre. Entonces se contactaron con «family offices» y corredores de bolsa. En seis meses, consiguieron 20 millones de dólares a través de unos 60 inversores que aportaban entre USD20,000 y USD4,000,000. Si bien no lo saben a ciencia cierta, estiman que debe ser uno de los pocos parques eólicos en el mundo de ese tamaño que fue financiado 100% con equity. El fideicomiso firmó el contrato con Vestas (Dinamarca), que aportaron las turbinas, y con Ventus para la construcción, operación y mantenimiento del parque.

Luego, dado que el precio de la energía eléctrica en Uruguay que había subido 300% en dólares en los últimos 10 años, empezaron a aparecer varias empresas de diferentes industrias interesadas en generar su propia energía renovable. El gobierno uruguayo había creado un marco legal y fiscal muy atractivo para este tipo de proyecto. Ventus construyó en total 15 parques llave en mano de entre 1.8MW y 10 MW para estas empresas privadas, aprovechando que para esa potencia (hasta 10MW) no se requería de autorización ambiental, trámite que demoraba la construcción más de 6 meses. «Durante el 2013 y 2014 los parques se vendían como pan caliente», exclamó Juan Pablo.

En paralelo grandes empresas internacionales como Vestas o Gamesa que estaban construyendo parques eólicos grandes en Uruguay, empezaron también a contratarlos para la puesta llave en mano. Esos años la empresa tuvo que incorporar paulatinamente más personal, llegando a las casi 60 personas que son al día de hoy.

Fuente: http://www.lanacion.com.ar/1944036-la-energia-eolica-llega-a-la-argentina-desde-el-otro-lado-del-rio-de-la-plata