Cuando Salman Khan creó Khan Academy no sólo se propuso ofrecer educación de alta calidad en formato pro «nativo digital», sino que pensó en una nueva forma de concebir qué significa aprender. Él mismo se define como un fuerte detractor del método tradicional en el que los estudiantes reciben una calificación y luego son promovidos a etapas superiores sin un dominio exhaustivo de las bases fundacionales. El problema es que esto deja baches en el saber que terminan siendo los responsables de nuestros fracasos y de una formación mediocre. 

«Imaginen que construyen una casa. Les imponen dos semanas para hacer los cimientos. Luego viene un inspector y dice: ‘Ok, acá le falta, esta parte aún está húmeda, esto se hizo mal… listo, tiene un 7. Ahora hay que poner el primer piso’. Y así construimos toda la casa. ¿Qué pasaría? ¡Colapsaría!», explicó Khan. Por eso, para él, hay que seguir el método -que se usa, por ejemplo, para aprender a andar en bicicleta o tocar un instrumento – donde primero hay que dominar bien una habilidad antes de pasar a una etapa superior. Esto, no sólo da más solidez al conocimiento, sino que recupera el goce de aprender ante la posibilidad de dominar cabalmente lo que se está estudiando.

“La parte física y emocional de un aula con un maestro es sumamente importante”

Por otra parte, la «educación invertida» permite que el chico aprenda acorde a sus tiempos y con más intimidad, aprovechando el contacto del maestro para un intercambio más jugoso que el contexto de una clase masiva. ¿Cuáles son las posibilidades de expansión de este método? ¿Qué planea para el futuro Khan Academy? Rolando Núñez-Baza, Jefe para Latinoamérica de Khan Academy lo explicó para Infobae.

-¿Cuáles son los pasos a seguir? ¿Qué tienen pensado hacia adelante?

Nuestro objetivo principal, a grandes rasgos, es que todos puedan acceder a la universidad y nosotros queremos constituirnos en el puente que haga eso posible. Nos gustaría que, en todos los países del mundo, esté el contenido total de todas las materias que dicte la currícula de ese país en particular. Queremos sobrepasar ciencias y matemáticas y cubrir también geografía, historia, alinear todos los contenidos a los estándares locales para que, cualquier maestro, en cualquier país, cuando vaya a Khan Academy vea sus estándares reflejados allí. Queremos cubrir todas las materias de las currículas nacionales y también empezar a dedicarnos a los exámenes de pre admisión a las carreras que existe en algunos países. En EE.UU., por ejemplo, existe el SAT y nosotros somos los preparados para ese examen oficial. Hicimos una alianza con el collage board. Lo que queremos tratar de hacer es bajar todas las barreras para que las personas puedan entrar a la universidad

“Queremos crear los mejores contenidos para que ya no exista desigualdad en el acceso a contenidos y recursos”

-Hoy, incluso en países con universidades públicas, resulta muy costoso preparase para los exámenes de ingreso. A veces eso determina que un chico no pueda estudiar en la universidad

Sí, por eso nosotros queremos nivelar eso. A Khan Academy lo usan los hijos de Bill Gates, de Carlos Slim, en México por lo bueno que es. Lo que queremos hacer es crear los mejores contenidos para que ya no exista la situación en la que un grupo de personas tiene acceso a ciertos contenidos y recursos, pero otras no. Es nivelar ese espacio, hacerlo disponible en varios idiomas, en varias plataformas y lo más flexible posible para que todos puedan acceder.
En un futuro mucho más lejano, lo que dice Khan es poder pensar en credenciales. Pensamos en aquellas personas que, por ejemplo, no pueden acceder a hacer un bachillerato. Que a ellos Khan Academy pueda otorgarles los créditos internacionales por todo lo que haga con nosotros. Pero eso es al lago plazo. No queremos reemplazar los colegios tradicionales, lo que quiere Khan es «supercharge», recargarlos, hacerlos mejores, darles más recursos a los maestros, a los alumnos porque creemos que la parte física y emocional de un salón con un tutor, con un maestro es sumamente importante.

-¿Han explorado algún tipo de alianzas con los gobiernos por el alcance que puede tener, por ejemplo, ser implementados desde un ministerio de educación?

Es que históricamente hemos sido direct consumers. Diseñamos nuestros productos para quienes estudian y para los maestros. Hemos enfocado nuestros esfuerzos en ese nivel porque creemos que la plataforma resuelve muchas de las necesidades que ellos tienen. Estratégicamente, no hemos ido atrás de alianzas con los gobiernos porque no queremos que se haga un uso direccionado de Khan Academy. Estamos convencidos de que la experiencia es mejor cuando cada individuo la descubre y ve que está disponible. Preferimos que cada maestro, cada estudiante, cada padre – que son los tres pilares a los que nos dirigimos- sea quien decida cómo, cuándo y de qué manera usa Khan Academy y cómo lo adapta a sus necesidades concretas. Por ejemplo, un alumno puede decidir usar la plataforma una semana antes de tener que enfrentar un examen (como herramienta para prepararse), o un docente puede mostrar un video de Khan Academy o verlo él para aprender una nueva estrategia sobre cómo explicar un concepto. Tenemos muchísima flexibilidad. Pero, si pensáramos en tener adaptarnos a lo que es la implantación formal por parte de un gobierno, se empezaría a crear un modelo, o una forma de aplicar Khan Academy, que no funciona para todo el mundo de la misma forma. Por eso es que tratamos, tradicionalmente, de presentar los beneficios y que sea cada usuario el que determine de qué forma la utiliza y cómo la adapta a su experiencia y a su rutina.

Fuente: http://www.infobae.com/play-tv/2016/10/11/educacion-invertida-las-claves-del-metodo-del-futuro/