A raíz del convenio firmado ayer por el ministro de Economía, Infraestructura y Energía de Mendoza, Enrique Vaquié; el secretario de Minería de la Nación, Daniel Meilán, y Guido Germano, de la empresa Vale, esta mañana se dio a conocer ante diversos participantes del Foro de Inversión y Negocios el acuerdo para reactivar la mina Potasio Río Colorado.   

Según ratificó Emilio Guiñazú, subsecretario de Energía y Minería, “este acuerdo es una continuación de lo que anunciamos en marzo de este año de hacer una modificación al proyecto para que sea atractivo, competitivo, austero y eficiente. La clave es que vamos a acompañar y supervisar todo el proceso para conocer desde adentro cómo está trabajando Vale y el momento en que podamos reactivarlo”.

Por su parte, el director ejecutivo, Roger Downey, durante la presentación comentó que el acuerdo firmado con el Gobierno tiene por objetivo hacer una reingeniería del proyecto original para adaptarlo a las nuevas necesidades y transformarlo en una propuesta atractiva para atraer inversores.

Esta modificación del proyecto pretende reducir la capacidad de producción original del emprendimiento de 4 millones de toneladas al año a 1,3 millones tn/año y, de esta manera, volver al proyecto factible en las actuales condiciones de mercado. A su vez, se buscará un inversor para traspasar la empresa a otro dueño y, en caso de que no se encuentren otros interesados, Vale se compromete a rehacer los estudios cada vez que se verifiquen cambios en las variables principales y que permitan inferir mejoras en el proyecto.

“Con el valor actual del potasio de U$S200, buenos costos de financiamiento, un operador eficiente y un proyecto viable, a diferencia del que implicaba invertir U$S 6.000 millones, podemos conseguir un inversor, pero es fundamental tener un buen proyecto,”, agregó Guiñazú.

El convenio

Luego de la firma del convenio, Vale tiene un plazo de 30 días para iniciar los trabajos de reingeniería del proyecto y seis meses para entregar los resultados. Con esos resultados se buscan interesados y las inversiones posteriores.

En caso de que no se presente inversores, la compañía está obligada a rehacer los estudios cada vez que se verifiquen cambios en las variables principales y que permitan inferir mejoras en el proyecto, como cambios en precio, intereses, Capex, Opex y tipo de cambio, entre otros.

Si al cabo de dos años no se consiguen inversores, las partes se reúnen y pueden dar por terminado el acuerdo o renovar si hubiera una clara indicación de poder avanzar en un tiempo determinado.