Apple presentó anteayer su nuevo iPhone 7. La versión 7 Plus (la más grande, la de la pantalla de 5,5 pulgadas) tiene algo novedoso para la compañía: un sistema de cámara doble (sin contar la frontal). Dos cámaras en el dorso del equipo que trabajan al unísono para mejorar la captura de fotos y videos.
Apple no es la primera compañía en incluir algo así; varios fabricantes transitaron un camino similar en los últimos años, y parece que es una tendencia que crecerá aún más el año próximo, según dijo a fin de 2015 Kenichiro Yoshida, el CFO de Sony. La firma japonesa es el mayor fabricante de sensores para cámaras del mundo, con el 35 por ciento del mercado (está en los equipos de Apple, Samsung, Sony, LG, Huawei, etcétera). El segundo puesto lo tiene Samsung, con el 19 por ciento.
Lo interesante del caso, no obstante, es que cada compañía ha elegido, hasta ahora, un camino diferente para hacer uso de la doble cámara, privilegiando elementos diferentes (no necesariamente mejores): sigue siendo una apuesta abierta.
Apple
La más reciente en su ingreso al segmento es Apple, con el iPhone 7 Plus. La compañía creó un sistema con dos cámaras: un gran angular (12 megapixeles, apertura f/1.8) y un teleobjetivo, también de 12 megapixeles (pero con apertura f/2.8). Ambos sensores funcionan en sincronía, y la idea es proveer una suerte de zoom óptico de 2 aumentos; lo logra haciendo la transición del gran angular al tele, que tiene una distancia focal mayor (es una suerte de lupa). Esa transición es imperceptible para el usuario; el software del teléfono es el encargado de fusionar la imagen de un sensor con la otra. Si se quiere hacer un zoom mayor, es decir, ir más allá de los dos aumentos base, ya será un zoom digital igual al de cualquier cámara, en el que el sistema interpola pixeles; no aparecerán más detalles en la imagen.
Tener dos lentes con distancias focales distintas permite, además, varios efectos que juegan con la profundidad de campo de la imagen (como el tan mencionado bokeh, en el que el objeto en primer plano está en foco, y el fondo está fuera de foco), algo difícil de lograr con la cámara tradicional de un smartphone. También, en teoría, puede combinar las imágenes para hacer mapas 3D, usando las cámaras para detectar objetos, ver cuál está cerca, la distancia con el que está atrás, etcétera.
Así funciona el zoom en el iPhone 7:
El zoom óptico en un smartphone no es poca cosa, porque un equipo con una sola lente no puede resolverlo en forma sencilla: hay una limitación física (los elementos de la lente tienen que moverse en el espacio para lograr el aumento) que no puede vencerse en un dispositivo de 7 u 8 mm de grosor, obliga a meter un motor que mueva los elementos de la lente, etcétera.
El Nokia N93, por ejemplo, ofrecía un zoom óptico de 3 aumentos, pero lo hacía aprovechando el diseño con tapa del teléfono, y ubicando la cámara en el lomo, en una posición trasversal a la que usa un smartphone hoy; Samsung probó en 2014 con el Galaxy K zoom, un smartphone con una cámara de 20 megapixeles en la espalda y un zoom óptico de 10 aumentos: su aspecto es más el de una cámara con un smartphone pegado. Sony probó en 2013 con un camino diferente: DSC-QX100, una cámara con un sensor de 1 pulgada y una lente con 10 aumentos, que no tiene cuerpo y usa un smartphone como visor y control.
Hace unas semanas, Lenovo presentó un módulo Hasselblad para su Moto Z, con un sensor de 12 megapixeles y un zoom de 10 aumentos. El teléfono tiene un perfil estándar y una cámara propia, y suma la posibilidad de tener un zoom con ese accesorio, que es desmontable: el usuario elige cuándo romper la fisonomía clásica del teléfono.
Nokia buscó una alternativa con el PureView 808 y el Lumia 1020: la cámara tiene tan alta resolución (41 megapixeles) que al hacer un recorte no se pierde calidad de imagen y equivale a un falso zoom óptico.
LG
La firma surcoreana es la más prolífica en teléfonos con doble cámara: un día antes de la presentación del iPhone 7 anunció el LG V20, que como el LG G5 (que presentó en febrero) tiene dos cámaras traseras con ópticas diferentes: una lente normal (16 megapixeles, 75 grados de ángulo de visión y apertura f/1.8) y una gran angular (8 megapixeles, 135 grados, apertura f/2.4). Y suma, como diferencial entre uno y otro teléfono, una mayor calidad en los micrófonos y mejores controles en la grabación de audio y video en el V20.
Aunque es posible pasar de una lente a la otra con un simple zoom (con el gesto de pinzas en pantalla), la compañía permite alternar en forma manual entre una y otra toma, tanto para tomar fotos como para grabar videos. El cambio es visible, es decir, la transición no es transparente: hay un instante en que se pierde la imagen cuando va de uno al otro. ¿Para qué sirven, entonces? Para tener dos opciones de fotografía, tener una segunda alternativa de fotografía ante un paisaje, una foto grupal, etcétera.
La compañía presentó el año pasado el LG V10, que también tiene una doble cámara, pero frontal: dos sensores de 5 megapixeles y apertura f/2.2, pero con diferentes lentes (80 y 120 grados) para elegir qué tipo de autofoto usa el dueño del equipo. La cámara principal es estándar: de 16 megapixeles, con apertura f/1.8 y estabilización óptica.
En 2011, la compañía se subió a lo que entonces era la novedad del 3D en los televisores con el LG Optimus 3D, que usaba sus dos cámaras traseras de 5 megapixeles para tomar imágenes y videos estereoscópicos, que incluso se podían ver en la pantalla 3D del teléfono (y sin anteojos especiales).
Huawei
El tercer fabricante de teléfonos (en volumen) también probó suerte este año con un modelo de doble cámara trasera, el P9, que tiene un hermano mellizo (el Honor 8, que es casi idéntico pero está pensado para otros mercados). Ambos tienen dos lentes de 12 megapixeles y apertura f/2.2 (el P9 lleva el sello Leica, gracias a un acuerdo firmado a principio de año, aunque hay bastante discusión sobre la participación de la firma alemana en el diseño o fabricación de las lentes).
Una ventaja de Huawei sobre Apple y LG es que su diseño le permite evitar la protuberancia en el sistema de cámaras: mantiene los 7 mm de grosor en todo el equipo (el iPhone 7 Plus: 7,3 mm; el LG V20, 7,6 mm, sin contar lo que sobresale de las lentes).
Aquí los sensores trabajan como uno, pero con una diferencia: un sensor es color y el otro es monocromático. Aquí el beneficio es que al no tener filtros de color RGB (rojo, verde y azul; todos los sensores de las cámaras los tienen; algunos suman un cuarto elemento para medir luminosidad), el sensor monocromático recibe más luz (un 200 por ciento más, según la compañía), lo que le da más sensibilidad a los tonos de una imagen, y mejor calidad en la captura de una foto: mezcla la captura color y la que es en blanco y negro.
Y logra, también, simular el efecto de profundidad de campo en el que el fondo está fuera de foco, y jugar con eso, algo que otras compañías (como Nokia y Samsung) también han implementado por software: combinar varias imágenes con focos diferentes para permitir cambiarlo una vez capturada la imagen.
En 2015 Huawei presentó el Honor 6 Plus: doble cámara trasera de 8 megapixeles y apertura f/2.0; las dos cámaras son idénticas, pero la idea es que una complementa a la otra (haciendo un sobremuestreo) y ayuda a tener mejores imágenes en situaciones de poca luz. La compañía dice que combinando la información logra una imagen de 13 megapixeles, aunque el aumento de resolución termina siendo simulado.
HTC
Una de las pioneras en el uso de dos cámaras, la compañía tuvo varios modelos: el más conocido es el HTC One M8, con dos cámaras traseras de 4 megapixeles (en el formato ultrapixel que acuñó la compañía, y que usaba pixeles de 2 micrones en el sensor para tener una superficie mayor para capturar luz), ambas con lentes con apertura f/2.0.
La idea detrás del M8 es que la cámara principal toma las imágenes y la secundaria ayuda en el foco. El teléfono es de 2014, un año interesante: al uso de una cámara secundaria para el foco se le sumó, ese mismo año, el uso de un láser (con el LG G3) y el salto del foco por detección de fases, PDAF, de las DSLR a los smartphones con el Galaxy S5.
En el One M8 la cámara secundaria no se puede controlar; mide y toma fotos del fondo, lo que permite jugar con algunos efectos (una suerte de bokeh, un reenfoque después de tomada la foto, aplicar filtros sobre el fondo sin afectar los objetos al frente, etcétera), aunque sin la resolución de los modelos más modernos.
La compañía también presentó en 2015 el One M9+, con el mismo sistema, pero con un sensor de 20 megapixeles (apertura f/2.2) complementado por una segunda cámara para medir la profundidad de campo, ayudar a separar el elemento en foco en el frente y el paisaje, etcétera.
El otro modelo es el HTC Evo 3D de 2011, que como el de LG permitía grabar videos y tomar fotos en 3D, de 2 megapixeles de resolución.
Otras marcas
ZTE, por ejemplo, tiene varios modelos con cámaras duales, como el Axon Lux: una cámara de 13 megapixeles y otra de 2 megapixeles; la segunda sirve, como en el caso de HTC y otras compañías, para medir la profundidad de campo, jugar con el foco, etcétera.
En este mismo camino fue Xiaomi con el reciente Redmi Pro: cámara de 13 megapixeles con apertura f/2.0, y otra complementaria de 5 megapixeles para medir profundidad de campo, separar elementos cercanos y lejanos para aplicar filtros independientes, etcétera.
Lenovo también implementó este concepto en septiembre del año pasado, pero para el frente: el Vibe S1 tiene dos cámaras frontales, aunque una sola toma la imagen (8 megapixeles, f/2.2), y su ayudante de 2 megapixeles complementa la imagen con información de profundidad de campo.
La visibilidad a este concepto que trae la entrada de Apple en este segmento probablemente hará que más compañías prueben con modelos de doble cámara; un candidato ideal es Corephotonics, un fabricante de sensores para cámaras que desde 2014 tiene una tecnología similar a la que implementó Apple (una lente normal y otra con aumento); en su versión más reciente, que mostró en febrero de este año, combina dos lentes para llegar a 5 aumentos de zoom óptico.
Falta ver cuán buena es la cámara del iPhone 7 Plus (y si mantiene la reputación de sus antecesores), pero en cualquier caso parece que tener tres cámaras en el teléfono es una tendencia que crecerá, al menos en el corto plazo.
Fuente: http://www.lanacion.com.ar/1936196-como-se-compara-la-camara-dual-del-iphone-7-plus-con-la-de-otros-smartphones
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