Parece que la naturaleza está a nuestro favor, al menos en lo que respecta al agua. Tras una buena temporada nívea en Alta Montaña, se espera que las cuencas de los ríos Mendoza y Tunuyán por fin abandonen la emergencia hídrica que rige desde hace cinco años en toda la provincia. Y si bien los tres cauces del sur (Diamante, Atuel y Grande) seguirán en alerta, la situación sería mejor que los últimos periodos. Atento a ello, en el Departamento General de Irrigación (DGI) está por concluir el plan de obras dispuesto para este año y se avanza en algunos proyectos más relevantes que permitirán acompañar los cambiantes ciclos climáticos de Mendoza.

A diferencia de otros años, este 2016 ha sido muy favorable en lo que respecta a precipitaciones de nieve en las zonas cordilleranas, especialmente en los sectores norte y centro de la cadena montañosa. Esto hizo que haya buenos reservorios de agua para la época estival que, acompañados de un inédito alto nivel de los embalses y más lluvias en el llano, permitirán finalizar, en los oasis Norte y Centro, la histórica emergencia hídrica que ya cumplirá cinco años consecutivos.

Las estimaciones de Irrigación se basan en el modelo dinámico de temperaturas y condiciones atmosféricas elaborado hace dos meses por la Dirección de Agricultura y Contingencias Climáticas (DACC). Mario Salomón, subsecretario de Gestión Hídrica del DGI, explicó a MDZ que ese informe «daba cuenta que el próximo año hidrológico, que comienza en octubre, en valores níveos, las cuencas del río Mendoza y Tunuyán van a estar como años medios, en cambio las del Diamante, Atuel y Grande van a seguir estando por debajo de los valores normales. A nivel de zonas de oasis, sí se incrementaron los valores de precipitaciones».

Aunque no están los datos definitivos, lo más probable es que los ríos Mendoza y Tunuyán, y sus zonas de influencia, tendrán valores hídricos medios o por encima de la media, mientras que el Diamante, Atuel y Grande se ubicarán por debajo de la media, aunque con mejores promedios que años anteriores. Eso estará acompañado por mayores temperaturas y precipitaciones en el llano, y una óptima situación de los embalses, ya que están con un nivel de llenado entre 92 y 99%.

Por eso, según Salomón, «los ríos Mendoza y el Tunuyán saldrían de la emergencia hídrica y el Diamante, Atuel y Grande se mantendrían en ella aunque con mejores niveles que otros periodos».

«Esperemos con optimismo lo que se viene y que no volvamos a caer de nuevo en la emergencia», manifestó el funcionario de Irrigación. Y si bien reconoció que ello dependerá de los avatares meteorológicos, señaló que «lo que nosotros podemos conocer y manejar bien es el uso del agua, gestionando bien los recursos disponibles».

Las obras

Más allá de los pronósticos hídricos, en Irrigación ya está casi todo a punto para afrontar el nuevo año hidrológico. Ya se llevan invertidos 53 millones de pesos en diversas obras de mejoramiento en la red hídrica, que se suman a los 91 millones de pesos proyectados para la modernización del sistema de riego Arroyo Villegas-Canal La Pampa, en el Valle de Uco.

Las inversiones se dividieron en el Plan de Obras por Administración, que incluye trabajos de impermeabilización, revestimiento, reparación y modernización de cauces en las cinco cuencas de la provincia, por 25 millones de pesos; obras de mantenimiento en principales diques de la provincia con una inversión de 10 millones de pesos; reparaciones en el Canal Marginal del Atuel (financiadas a través del Fondo de Infraestructura Provincial) por 10 millones de pesos; ampliación del sistema MIDO por 5 millones de pesos; y otras obras de menor envergadura de impermeabilización y reparación de cauces, por 2 millones de pesos.

Salomón explicó que «gran parte de las obras están vinculadas a los conceptos planteados en el programa Agua 2020, y fueron planificadas con los usuarios de cada cuenca y las inspecciones de cauce». A su vez señaló que «tratamos que esas obras se adapten a la variabilidad climática, como por ejemplo, los trabajos de medición que nos permite controlar el nivel de agua en los cauces».

Además el funcionario destacó que, en el caso de las obras por administración, «adquirimos una modalidad muy interesante que nos permite abaratar los costos hasta un 50%, en base a la ejecución de convenios con las organizaciones de usuarios», y subrayó que «prácticamente todas las obras están concluidas».

Hizo una mención especial para el sistema MIDO, que permite a la comunidad conocer públicamente los datos sobre los canales y ríos de la provincia a través de Internet y una aplicación en el celular: «Tenemos instalados 500 puntos de medición y está planificado ampliarlos hasta 2000 puntos». Sin embargo, aseguró que «el problema es que la gente es muy dañina y nos sale más caro la protección anti vandálica que la propia instalación», por lo que instó a la población a cuidar los aparatos.

Respecto al proyecto de Modernización del Arroyo Villegas – Canal La Pampa, Salomón la denominó como la «obra del siglo XXI», ya que «es la primera que se hace con la concepción de modernización y ahorro», gracias a lo cual se obtuvieron fondos del Banco Interamericano de Desarrollo, con una tasa menor al 3% anual y con plazo de 25 años. Además, «la Provincia y Nación se hacen parte de una proporción de la obra, entre un 20 y 40%», añadió.

La semana pasada se realizó la apertura de sobres, y se constató que se presentaron seis empresas que ofertaron valores totales entre 68 y 99 millones de pesos, lo que trajo alivio para Irrigación ya que el pliego no estuvo muy alejado de la realidad. Dado que una condición del BID es que la obra esté concluida para marzo del 2017, las ofertas están siendo evaluadas por una comisión que, entre fines de agosto y la primera mitad de septiembre, deberá adjudicar la obra para que los trabajos comiencen, como máximo, los primeros días de octubre.