Cada año, durante agosto, los pueblos originarios veneran la “Pecne Tao”, término huarpe, o “Pacha Mama”, tal como se denomina en el norte andino. La celebración reivindica los valores que son trasmitidos de generación en generación.

Liliana Herrera, presidenta de la Comunidad Huarpe Guaytamari y vicepresidenta de Organización de Naciones y Pueblos Indígenas en Argentina (ONPIA) , explicó que el 1 de agosto, día de la celebración, “es para compartir íntimamente en familia y prender un sahumerio en la casa con hierbas de la zona, como la jarilla o el aguaribay, para renovar las energías”.

La representante de los pueblos originarios detalló que durante todo el mes se realiza una rogativa colectiva en la que se ofrendan a la tierra productos que se dan en esta región. “De esta manera le devolvemos algo de lo mucho que la Tierra nos entrega, ofrendamos el cupi, pan de patay realizado con harina algarrobo, árbol ancestral huarpe, y el retortuño como símbolos de abundancia para que no falte alimento, salud y armonía en las familias”, dijo.

Herrera destacó que una de las prácticas que se incluye en las rogativas durante este mes es el aireado de la tierra, es decir, se da vuelta y se prepara para la siembra para que dé buenos frutos.

“También el agua, elemento sagrado de vida para el huarpe, es fundamental, porque forma parte de todos los elementos y diseños que conviven en la cosmovisión originaria de este territorio ”, concluyó.