Identificó, dentro de los bienes que la Argentina exporta, a los sectores competitivos. Ayudará a industria automotriz y con otros hará «reconversión productiva»
Tras un semestre de los más difíciles en materia económica de los últimos años, el Gobierno está abocado en delinear un plan que buscará sacar a flote la actividad. Si bien el programa que elaboran, bautizado «plan productivo», tendrá como objetivo generar empleo con salarios altos, en un contexto de mayor integración de la Argentina al escenario internacional, el paso para conseguirlo no será libre de tensiones, reconocen en los pasillos oficiales.
De hecho, dentro de los sectores de la economía identifican a los que son competitivos, a los semi y a los que, de no mediar proteccionismo, no lo son, todo dentro de lo que la Argentina exporta. De entre estos últimos ubican la producción de electrónicos y los textiles (entendidos en un espectro amplio), entre otros, los que deberán sufrir una «reconversión productiva» que deberá darse con «gradualismo», aseguró una fuente que tiene acceso a los planes oficiales. Estos sectores se estiman emplean a 10.800 y 420.000 personas, respectivamente, según datos de Afarte (Asociación de Fábricas Argentinas Terminales de Electrónica) y los de Protejer.
En cambio, sí planean apuntalar la producción automotriz, que estaría entre los transables que son «semi competitivos». Esta industria genera empleo directo a 35.000 personas. Si se agregan además a las autoportistas, la suma llega a 85.000 y, con los trabajadores de las concesionarias, alcanza las 140.000 personas.
«La idea es salir de la dicotomía de proteccionismo por un lado versus medidas liberales de los 90 por el otro», diferencia la fuente cercana a la elaboración del «plan productivo». Este no tendrá anuncios oficiales ni tampoco se dará a conocer los parámetros de éxito que manejan, de manera de no crear expectativas que luego no se lleguen a cumplir. «Estamos convencidos de que se puede», agrega.
La clave para lograr una mayor integración al mundo, con salarios reales elevados y generación de empleo, entienden que se dará con crecimiento y una mayor productividad. «El principal problema de la Argentina es la falta de trabajo», reconoce.
La idea es trabajar de manera transversal en la economía, con distintos actores, no sólo desde el Gobierno. «La búsqueda de consensos es clave», razona. Bajo esa consigna, se busca lograr impacto desde lo sectorial y lo regional, como también en la «economía social». En lo sectorial, resaltan la importancia de la ley de fomento de las pymes, que fue promulgada ayer. Este sector está identificado como clave para la generación de empleo. «La única forma de hacerlo es con mayor capital productivo por trabajador», asegura.
La prioridad del programa, sostienen diferentes fuentes que participan en este plan (que toca a todos los ministerios del gobierno de Mauricio Macri, como a otras dependencias oficiales, como el Banco Central y la Comisión Nacional de Valores), es lograr mejorar el empleo.
Quienes lideran este plan son el jefe de Gabinete Económico, Mario Quintana, y el ministro de Producción, Francisco Cabrera.
Quienes lideran este plan son el jefe de Gabinete Económico, Mario Quintana, y el ministro de Producción, Francisco Cabrera.
Buscaran hacerlo con alzas en la productividad, razón por la cual consideran que la piedra basal es bajar la tasa de interés para abaratar el costo del capital. Si no se consigue reducir las tasas, no hay manera de que aumente la inversión, afirman en distintas dependencias oficiales.
Otros aspectos tienen que ver con la necesidad de una reforma tributaria, que se irá dando en los próximos años. Por el momento prefieren no crear expectativas de que se vaya a dar una baja en los impuestos: la imposibilidad de disminuir el gasto público, sumado a los cambios impositivos que ya se dieron, que explican 2 puntos del PBI (como la baja y/o eliminación de los derechos de exportación, entre otros) reducen el margen de maniobra por la restricción fiscal.
También agregan la necesidad de disminuir el costo de transporte, de logística, y avanzar con los planes de infraestructura. Todo esto se daría en un marco de mayor competencia, (si las empresas no tienen incentivo a mejorar, no hay competitividad) y desburocratización, para sacar trabas a la inversión.
De esta manera se marca la hoja de ruta hacia cuál será el norte del país: lograr crecimiento económico con empleo, sin bajar los salarios reales, aseguran.
También agregan la necesidad de disminuir el costo de transporte, de logística, y avanzar con los planes de infraestructura. Todo esto se daría en un marco de mayor competencia, (si las empresas no tienen incentivo a mejorar, no hay competitividad) y desburocratización, para sacar trabas a la inversión.
De esta manera se marca la hoja de ruta hacia cuál será el norte del país: lograr crecimiento económico con empleo, sin bajar los salarios reales, aseguran.
Al ser consultado sobre ejemplos a seguir que se hayan implementado en otros países, reconocen en pasillos oficiales que cada Estado es diferente, aunque mencionan que el ejercicio de reconversión industrial que hizo Australia es digno de seguir.
El Gobierno decide ahora poner en marcha este plan productivo porque interpreta que en los primeros meses de gestión se cerró una etapa en la que se logró evitar una megacrisis. Por esa razón, ahora llega el desafío de generar crecimiento y empleo, con salarios altos, aseguran.
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