Por otro lado, Argentina tiene el plan de energía nuclear más importante de Latinoamérica y pienso que está creciendo con firmeza: tres centrales de operación; una cuarta que comenzará ser construida pronto; el proyecto CAREM en obra; un nuevo reactor de investigación (RA-10) concretándose; la operación de la planta de aguas pesadas, como la instalación de la planta de combustible y procesamiento de uranio. Si a esto se añade la actividad de investigaciones y desarrollo del INVAP, con múltiples proyectos en camino creo que no hay discusión que Argentina es pionera en desarrollo nuclear en América latina.

Con respecto a los vínculos internaciones que Argentina está gestionando en el campo nuclear, principalmente con la implementación del primer centro de medicina nuclear en Bolivia a través del INVAP; RA-10 en conjunto con el RMB de Brasil; las negociaciones para la cuarta y quinta planta de energía con China; y la posibilidad de la sexta con Rosatom, el Embajador Grossi declaró que “es esencial destacar que el campo nuclear está constituyendo una verdadera política de Estado, de las pocas que existen”. “Nadie cuestiona la importancia del sector, y el Gobierno ha establecido por primera vez en la historia una Secretaría para la Energía Nuclear dentro del Ministerio de Energía. Esto tiene una gran importancia debido a que revela la intención de crear políticas para ser implementadas luego por los siguientes actores (CNEA, NASA). Esto le permite a la Cancillería, que son las negociaciones internacionales, tener un socio en el gobierno en la generación de grandes orientaciones y directrices. En el ámbito nuclear la necesidad de contar con una cartera diversificada de socios internacionales como se ha mencionado es siempre una ventaja”.

Al ser preguntado sobre la posibilidad de que Argentina, a través de su persona conduzca la Agencia Internacional de Energía Nuclear, Grossi dijo “Latinoamérica nunca se ha ocupado de la Dirección General de la IAEA (International Atomic Energy Agency). Fue liderada por estadounidenses, europeos, africanos y asiáticos, pero nunca por un latinoamericano. Nuestra región es un espacio político que ha liderado la primer Zona Libre de Armas Nucleares, a través del Tratado de Tlatelolco, y este año celebramos el 25 aniversario del Acuerdo de Guadalajara  que dio lugar a la agencia Brasileño-Argentina para la Contabilidad y Control de Materiales Nucleares, ABACC, que fue un ejemplo histórico en la eliminación de una carrera armamentística incipiente, que habría frustrado la integración entre Brasil y Argentina para siempre. En la península Coreana, Asia y otras geografías el ejemplo de Argentina y Brasil por medio del ABACC es visto con admiración.  Esta región ha tomado contribuciones concretas y tangibles para el mundo como ejemplo de no proliferación. Nosotros también somos una región con energía nuclear, pero sin actores o intereses comerciales monopólicos que  limiten o detengan nuestra visión sobre la seguridad y protección de la actividad nuclear, lo cual se ha convertido en un imperativo luego del accidente de Fukushima”

La visita de Grossi a Beloyarsk

El 20 de julio una delegación  de diplomáticos de diferentes países visitó la planta de energía nuclear de Beloyarsk y varias instalaciones de la industria nuclear rusa, incluida la Planta Integrada Electroquímica Ural (UEIP) de enriquecimiento de uranio. Uno de los miembros de la comitiva fue el embajador argentino en Viena, Rafael Mariano Grossi.

De acuerdo a la agencia de noticias RIA Novosti, el representante argentino destacó el alto nivel alcanzado por el país euroasiático  en el desarrollo nuclear y expresó su satisfacción por la visita. Entre otras cuestiones, ante los medios de comunicación presentes declaró: “la iniciativa permitió a los diplomáticos construir sus puntos de vista sobre la tecnología rusa aplicada al uso pacífico de la energía nuclear. Fue muy interesante el recorrido de estas instalaciones y observar  la superioridad que recientemente ha alcanzado Rusia y Rosatom, que están abiertos a la cooperación internacional,” describió el Embajador, agregando que en el marco de su visita  fueron capaces de visitar “una instalación de enriquecimiento de uranio [la UEIP] de primera clase, que por lo que entendí, es única en su clase”.

También, “creo que este tipo de visitas proporciona a todos los interesados en la energía nuclear una gran oportunidad de conocimiento. Asimismo, pudimos ver la belleza natural de la región y asistir a eventos culturales, lo que implica una experiencia inolvidable”, cerró Grossi.