San Rafael, Mendoza miércoles 27 de noviembre de 2024

Ultimate Frisbee: el deporte hippie sin árbitros que conquistó la Argentina

Jugadores argentinos de UltimateDe origen contracultural y antiautoritario, el «Ultimate» tiene hoy siete millones de seguidores en el mundo; en el país se juega en más de 15 ciudades. Jugadores argentinos de Ultimate. Foto: Alejandro Cynowicz. 

¿Se imagina al fútbol sin árbitros? Colapsaría. Hordas de jugadores violentos dominarían las ligas del mundo. El fútbol se convertiría en una categoría especial de boxeo, 11 contra 11. En este sentido, ¿quién puede estar en contra de los árbitros, esos seres extraños pero necesarios? Solo un grupo de hippies.

Para crearlo se «inspiraron» en otros juegos. Agarraron algo del básquet, algo del fútbol americano, y algo del fútbol. Mezclaron todo, quitaron la pelota y agregaron un frisbee. El «Ultimate» sería una alternativa a los deportes tradicionales. Además, serviría para propagar valores más humanistas, menos competitivos. Paz y amor. Los equipos serían mixtos, hombres y mujeres, y los partidos, autoarbitrados: para erradicar de las canchas toda figura de autoridad.

La cancha es rectangular.

El objetivo (gol) es entrar con el frisbee en la «zona de gol» contraria, como en el fútbol americano, en donde el touchdown se logra al ingresar en la «zona de anotación» con la pelota en las manos.

A su vez, al igual que en el básquet, en el «Ultimate» no se puede caminar con el disco. Lo principal, entonces, es pasarlo. Pero no de manera cansina, como haría un turista en Mar del Plata. «Este es un deporte muy veloz, de mucha exigencia física. Hay que jugar rápido y saltar alto, como en el básquet, o como en un partido de fútbol de ida y vuelta», le dice a LA NACION Marco Batista, un venezolano de 33 años que vive en Buenos Aires y practica «Ultimate» desde hace casi 15.

Pasar un disco en «Ultimate» es todo un arte. Hay dos tipos de lanzamiento estándar: de revés, que se logra agarrando el disco con la palma de la mano hacia abajo (el clásico, el más instintivo para alguien que tira un frisbee por primera vez), y de «flick», con la palma hacia arriba. Hay otras técnicas, más vistosas: el «scoober», el «hammer», el revés invertido y el «thumber». Nombres complejos para tiros complejos.

La principal categoría es mixta y se juega siete contra siete. También se puede jugar cinco contra cinco. Pero el elemento verdaderamente distintivo del «Ultimate» es lo que llaman el «Espíritu de juego».

Buena onda

Jugadores de Ultimate durante un encuentro en Monte Hermoso
Jugadores de Ultimate durante un encuentro en Monte Hermoso.

«Al Ultimate llegué por una amiga que me llevó a un entrenamiento. Y me recibieron re bien, me explicaron todo, me metieron rápido en el juego. Siempre es una fiaca explicarle al nuevo, pero acá es distinto», le cuenta a LA NACION Diana Antenucci, jugadora de «Ultimate» y hoy parte de la Asociación de Deportes de Disco Volador de la República Argentina (ADDVRA), vocera de la actividad en el país.

«También se suele hacer un tercer tiempo, nos vamos a un bar después de jugar. Y en los torneos hacen fiestas, hay música. Hay de todo. En el Ultimate se crea otro vínculo con el otro. Como es autoarbitrado, se fomenta el acuerdo, la amabilidad. El otro no es un enemigo», agrega.

Si querés jugar Ultimate Frisbee, acercate a alguno de los entrenamientos. Para consultar en qué ciudades, cuándo y dónde se juntan los equipos, ingresá a UltimateArgentina.com.ar

Un aspecto importante del juego: no se permite el contacto físico con el oponente. Para recuperar el disco hay que frustrar un pase. Y cuando hay una falta, un empujón, la canta el jugador que la sufrió. Esto es así tanto en partidos entre amigos como en campeonatos mundiales.

Además, como destaca el manual de «Ultimate» en Argentina: «Se presume que ningún jugador incumplirá las reglas intencionalmente, por lo cual no hay penalidades severas a las infracciones sino un método para resetear la jugada».

Es este aspecto «amable» del «Ultimate» lo que más destacan sus seguidores. Como por ejemplo Eugenio Petermann, jugador de «Ultimate» y fanático de los deportes alternativos. Tan fanático que pidió ser entrevistado por LA NACION justo en el mismo horario en que jugaban Argentina y Venezuela, por los cuartos de final de la Copa América . «En el Ultimate hay espíritu de juego. Cordialidad. Hay que ser justo, honesto. No hay una mala manipulación de reglas», dice Eugenio, que juega en el equipo Jauría, de La Plata, una de las ciudades en donde se más practica el deporte en Argentina, junto con Buenos Aires, Córdoba, y Bahía Blanca.

No tan buena onda

Jugadores argentinos de Ultimate
Jugadores argentinos de Ultimate.

Entonces: ¿es el mundo sin árbitros del «Ultimate» un mundo de paz y fraternidad, un mundo que marca la evolución moral del deporte? Más o menos.

Como le cuenta a LA NACION Marco, el venezolano con 15 años de «Ultimate» encima: «Puede haber vivos que no quieren perder y te tiran el partido para atrás. Acá no pasa tanto eso, en Venezuela pasa más. Pero cuando competís en partidos más rudos, por ejemplo, siempre está el jugador que simula, que busca la ventaja. Como en el fútbol. Pero en el fútbol ya es demasiado show, ya da un poquito de asco».

De hecho, esta «habilidad actoral» de los jugadores generó cambios en el mundo del «Ultimate». En las ligas profesionales de Estados Unidos, por ejemplo, recientemente se incorporaron árbitros. La decisión generó controversia.

Por ahora, sin embargo, los partidos internacionales siguen el «Espíritu de juego». Se es fiel a la idea original: la de jugar un deporte que fomente la armonía en vez del conflicto. En un Panamericano, en un mundial, o en un entrenamiento en Bahía Blanca. Se intenta hacer del «Ultimate» una actividad divertida, al aire libre, sin un barrabrava a la vista.

Fuente: http://www.lanacion.com.ar/1913837-ultimate-frisbee-el-deporte-hippie-sin-arbitros-que-conquisto-argentina
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