Humilde, sencilla y, por momentos, tímida. Su caudal de voz parece florecer en ella y el sonido capta la energía del ambiente y la transforma, en un algo tan indescriptible que solo puede definirse como arte.

A su prolífica historia de logros nacionales, en los últimos tiempos se suma el reconocimiento internacional. Pero no lograron arrebatarle su raigambre criolla, aquella que enamoró a Argentina, tras ser la revelación del Festival de Cosquín en 1997 y la llevó, luego, a una prolífica carrera en los escenarios, pero también en los estudios de televisión. Ese amor por su patria que la «obligó» a estar allí, una noche fría del 24 de Mayo de 2010, en el escenario del 200 Aniversario de la Revolución de Mayo, para entonar el himno, con su primogénita Antonia en la panza, a solo semanas de salir al mundo.

La Sole es muy querida por un público que la sigue fielmente en todos sus conciertosLa Sole es muy querida por un público que la sigue fielmente en todos sus conciertos

En diálogo con Infobae, Soledad, «la Sole» habló sobre su sentir patriótico: «Me siento cien por ciento argentina. Aquí yo me crié; en las escuelas nos acercaban canciones de folclore, nos enseñaban historias del pueblo, de la provincia y del país. Esa base educacional que para muchos puede ser lógica, yo la tengo. Cuánto aprendí de eso, cuánto me deja ver la realidad no lo sé, pero sé que amo a mi país. Lo he podido recorrer, conozco las desigualdades que hay, pero más conozco a mi país, más lo quiero. Es el único lugar donde podría vivir», aseguró la cantante a Infobae.

«En las fechas patrias siempre tengo mucho trabajo. El público en general me aprecia mucho, aunque eso no lo debería decir yo. El público me ve como familiar, me eligen de muchos pueblitos, me dicen que soy como la madre, la hermana. Y adónde me llaman voy, no discrimino lugares. Hay una cosa que me emociona mucho y que me genera mucha satisfacción: el diálogo con la gente, aprender de ellos», agregó.

Soledad en esta etapa de su carrera podría elegir cualquier destino en el mundo para proyectar su carrera, sin embargo elige convencida este país, su paísSoledad en esta etapa de su carrera podría elegir cualquier destino en el mundo para proyectar su carrera, sin embargo elige convencida este país, su país

Irónicamente fue la canción «No llores por mi, Argentina» la que captó la atención del mundo sobre Soledad Pastorutti. Lejos del poncho, y ya emancipada de la pura tradición folklórica de sus inicios, liberó su noble voz en un episodio de The Bacherolette, un popular reality de la televisión estadounidense. Desde un balcón parafraseó a Evita, otra mujer sin apellido, en el musical escrito por Andrew Lloyd Webber y Tim Rice. La cantante cautivó con una performance que regó de elogios las redes sociales.

El mundo habló de ella. Aunque ella prefiera hablar de su mundo: Argentina, Santa Fe, Arequito. Donde canta en los actos del colegio de sus hijas sin una mirada celadora. Allí vive junto a su marido Jeremías Audoglio y sus dos hijas Antonia y Regina; allí donde la libertad, la normalidad y las visitas al mercadito no sorprenden a nadie.

Entonó el himno nacional junto al Regimiento de Infantería Patricios en el debut de Susana Giménez. Lució espléndida (Verónica Guerman)Entonó el himno nacional junto al Regimiento de Infantería Patricios en el debut de Susana Giménez. Lució espléndida (Verónica Guerman)

– ¿Por qué tenés esa fidelidad tan fuerte hacia tu tierra?

-Siempre tengo una dualidad. La música me llevó a ser un habitante del mundo. Con la música vuelo, voy a diferentes lugares, conozco diferentes culturas, pero hace seis años que me volví a mi pueblo, a Arequito. Sentía esa necesidad de volver con la gente que me vio nacer. No sé si soportaría la idea de vivir en otro pueblo, en otra ciudad. Quizás podría intentarlo, la posibilidad siempre está, pero no me la imagino. Volví por mis hijas. Lo hice por ellas. Me fui a vivir al pueblo porque creo que la vida que ellas puedan llevar acá se asemeja con mi infancia. No sé si está bien o mal, pero acá pueden tener otros tiempos, otra vida. Van a escuelas estatales, con toda la diversidad que puede tener una escuela estatal. No tienen doble escolaridad, las voy a buscar, almorzamos todos juntos, respetamos la sobremesa, charlamos de nuestras cosas.

– ¿Qué representa Arequito en tu vida?

-No sé si mi pueblo si tiene algo de especial, pero es el mío. Es el lugar donde respiro el mejor aire. El que tiene los mismos olores, los mismos sabores. Es donde yo vuelvo a ser la que era. Vuelvo a mi casa y soy quien soy. Hay algo en la tierra del pueblo que me ayuda mucho a entender que la vida tiene varios condimentos, pero el que no me puede faltar es el de esa gente. Esa gente a la que no le importa si soy famosa o no. No le importan los resultados de la venta de localidades o de un disco. No le importa si canto con Santana o no. Hubo una época en la que me recomendaban que no hablara tanto de Arequito. Me decían: «Lo que decís es lo que generás». Pero no me salía. Y no tiene que ver con la modestia. Porque salir de la zona de confort también es interesante y productivo. Yo puedo irme y volver tranquilamente porque no me abruma esa idea de regresar al pueblo. No vuelvo derrotada. Vuelvo porque estoy encantada de vivir en Arequito. Para que te des una idea, la maestra de Antonia es la misma maestra que tuve yo en la primaria. En el pueblo les molesta pedirme cosas. Acá a algunos hasta no les importo.

Su crecimiento profesional no denunció prejuicios. Desde que su padre le inculcara el amor por el folklore argentino, desde que subió a su primer escenario a los ocho años en la Fiesta de la Soja de su provincia, desde su estreno premonitorio en el Festival Nacional de Cosquín en 1996 hasta su regreso triunfal a la primera ciudad donde revoleó el poncho exactamente 20 años después.

En el durante, ganó el Premio Revelación Cosquín 1997, recibió dos Premios Diamante, vendió más de cuatro millones de discos, se quedó con el Grammy Latino a «Mejor álbum folklórico», celebró éxitos en cine, teatro y televisión, fue nominada al Grammy Internacional como «Best latin pop album».

Su evolución fue paulatina y exponencial. Sin suspicacias, sin desconfianza, sin convenciones previas, se permitió licencias para hacer raudas escapadas de su zona de confort.

Vendió más de 4 millones de discos y ganó infinidad de premios
Vendió más de 4 millones de discos y ganó infinidad de premios

Su identidad es, sin embargo, inalterable. Cantante de expresión folklórica por naturaleza y vocación, dosificó su carrera con esporádicas intervenciones en la composición, la actuación y la conducción. No reniega su condición de haberse transformado en un producto comercial -«vivo de esto», admitió-. Pero su expedición por fuera del folclore es un viaje estudiado, coherente. Una incursión a conciencia por fuera de las fronteras de un nicho que percibe cruel una supuesta «traición» a la tradición folklórica. Sus travesías de mayor exposición y popularidad no fueron ni tan groseras ni tan agresivas: sus retornos a la tradición fueron más bien festejados y no satanizados.

Recientemente cantó el himno en el regreso de Susana Giménez a la televisión (Telefé)
Recientemente cantó el himno en el regreso de Susana Giménez a la televisión (Telefé)

Más Soledad que «la Sole», mucho más que «el Tifón o el Huracán de Arequito», ya sin bombacha de gaucho y poncho, adepta ahora a una imagen más cuidada y trendy, su representación sigue indeleble en la expresión folclórica nacional. Su nacimiento renovó de base la música autóctona a fines del siglo XX. Logró sostener una permanencia en el imaginario popular tras unos 20 prósperos años de carrera. Es una de las cantautoras argentinas que más ha revalorizado el género y, fundamentalmente, que más lo ha expandido al común de la gente.

– ¿Cómo hacés para mantener la energía intacta?

-Las ganas, la ansiedad, el disfrute es el mismo. Con los años vas sacando el pie del acelerador, vas eligiendo mejor. Ahora tengo un poco más de claridad, de madurez, ya no tanta adolescencia. No todo lo que he hecho está bien, ni todo lo que he hecho está mal. También sé que soy una trabajadora constante. Pero en esa dualidad que tengo, siempre elijo volver.

– ¿Dónde te imaginás dentro de unos años?

-En los últimos años, la trayectoria o el aplomo artístico me pusieron en un lugar más cómodo. Ojalá siga transitando ese camino. Ojalá sigan apareciendo nuevos desafíos. Soy muy inquieta, me aburro fácil. Me imagino aprendiendo de otras culturas, me imagino siendo mejor intérprete, me imagino con el folklore, pero también buscando una renovación sincera y natural. Porque para mí cantar las mismas canciones que cantaron otros no es renovación. Me imagino buscando alguna construcción diferente, pero me imagino acá, en mi pueblo.

Su vida tal vez sea una metáfora de su producción musical. Sus raíces tierra adentro le concede el privilegio de descubrir nuevos horizontes, sin perder su filiación nativa. Un ejercicio que se repite con su idiosincrasia folklórica declarada y la adaptabilidad a distintos géneros. Quizá haya sido su multifacética figura, enraizada en una identidad genuina, la que la catapultó al mundo.

Próximas presentaciones de Soledad: 14 al 17 de julio, Santa Cruz de la Sierra, Bolivia / 18 de julio, Autódromo Sodre (Montevideo, Uruguay) / 15 al 28 de agosto, Gira nacional en 9 plazas de Chile / 7 al 16 de septiembre, Gira Nacional en 5 plazas de España / Octubre, presentación del nuevo disco, Luna Park (Buenos Aires) / Noviembre, presentación del nuevo disco, Córdoba y Rosario.

Fuente: http://www.infobae.com/tendencias/2016/07/08/soledad-celebra-el-bicentenario-en-infobae-argentina-es-el-unico-lugar-donde-podria-vivir/