Visto en perspectiva, no debería haber motivos para quejarse porque el seleccionado perdió las últimas tres finales. Todo lo contrario, habría que celebrarlo, es todo un logro. Si es por el estado del fútbol argentino, ni siquiera está en condiciones de haber participado en esos torneos. El proceso de degradación quedó patentizado con la incapacidad para armar el plantel que debe ir a los Juegos Olímpicos. En enero de 2015, cuando el Sub 20 que dirigía Humberto Grondona consiguió en el Sudamericano la clasificación para Río de Janeiro, alcanzó un objetivo que un año y medio después se transformó en otro bomba de tiempo para esta AFA inepta, que de cada solución hace un problema. Ya consiguió el hartazgo de Messi, le agotó la paciencia a Martino y el seleccionado olímpico es un NN. Nunca se destruyó tanto en tan poco tiempo.

Encuestar quién puede reemplazar a Martino tiene un morbo mediático, todos los argentinos llevan dentro un director técnico, pero no resuelve el problema mayor: cómo jerarquizar y dar el debido respaldo a una función que, para muchos técnicos argentinos de elite, en estos momentos no les representa ningún atractivo. Se da una paradoja: la Argentina promueve al mundo muchos entrenadores capacitados y reconocidos, pero no puede ofrecerles las mejores condiciones de trabajo en el seleccionado. Poco antes de fallecer, Grondona puso en palabras su frustración al no conseguir la renovación del contrato con Sabella: «Ahora los técnicos se quedan rápido sin energía». En realidad, Grondona, aun con la suma del poder y su indudable capacidad de convencimiento, ya era responsable de un sistema que expulsa más de lo que contiene. La negativa de Sabella era la misma que años atrás le dieron Pekerman y Bielsa. Y eso que era Grondona. Sin él, el estropicio es mayor, está a la vista.

A la mayoría de estos nombres les debe resultar muy poco tentadora una propuesta del seleccionado en este momento. No los carcome la ansiedad esperando que les suene el teléfono con un llamado desde Buenos Aires. Aun obviando el aspecto económico. Además de pagar con atraso, la AFA firma contratos por montos muy inferiores a los que ofrecen muchos clubes importantes.

Seguramente, Simeone sería un candidato con un alto porcentaje de adhesiones. El Cholo ha dado volantazos repentinos en su carrera. Se fue intempestivamente de Estudiantes, River y Racing para aceptar inmediatamente otros desafíos, pero ni un estado de inconsciencia lo llevaría a salir del Atlético de Madrid para asumir ahora. Hace rato que los seleccionados en general están siendo relegados por los clubes en la competencia por seducir técnicos: Un ejemplo reciente: Conte deja Italia para dirigir a Chelsea. Guardiola y Mourinho siguen buscando retos de club. A esa tendencia universal , la AFA le suma una absoluta negligencia para que el personal más cualificado le escape al puesto.

Fuente: http://www.lanacion.com.ar/1915775-sobran-los-candidatos-para-un-puesto-al-que-la-afa-le-rebajo-la-jerarquia