Para recibir crédito o para aprovechar las oportunidades del mercado de capitales, es importante manejar herramientas financieras y estar al día con los impuestos. Aprovechar el blanqueo para abrir nuevas ventanas a la inversión fue una de las principales fórmulas recomendadas ayer en el Cuarto Seminario Pymes de Rosario, organizado por El Cronista y Apertura, al que asistieron más de 200 pequeños y medianos empresarios.
La jornada, realizada en el Pullman City Center, se inició con la ponencia de Mariano Otálora, director ejecutivo de la Escuela de Finanzas Personales, quien señaló que las pymes «van a está obligadas a manejar muy bien el tema impositivo y las herramientas financieras, porque el que esté afuera del mercado de capitales tendrá un gran problema en el futuro». «La informalidad de las pymes es muy alta y son muy pocas las que tienen en regla los papeles como para poder cotizar en bolsa», por lo cual «el blanqueo es una oportunidad».
Santiago Saenz Valiente, tributarista y asesor impositivo, detalló algunos de los beneficios del blanqueo, como la exención del impuesto a los Bienes Personales para buenos cumplidores por periodo 2016, 2017, 2018; la reducción de la tasa de ese gravamen y la eliminación para todas las empresas del Impuesto a las Ganancias Mínimas Presuntas desde 2019. También destacó el diferimiento de 90 días para el pago del IVA, que aún debe ser reglamentado por el al que habilita la recientemente aprobada ley de incentivos para pymes, que aún debe ser reglamentada. «Para obtener estos beneficios hay que tener toda la casa en orden: CUIT activo, domicilio fiscal y sistema registral actualizado y constituir el domicilio fiscal electrónico».
Claus Noceti, director a cargo de Comercio Internacional y Aduanas de PwC, se ocupó de detallar el nuevo contexto para el comercio exterior a partir de la eliminación del cepo al dólar, aprovechando para remarcar que hoy el mundo es una puerta abierta al crecimiento, siempre que entiendan sus reglas y se preparen para competir.
Por su parte, Carlos Castellani, director del Banco de la Nación Argentina (BNA), aseveró que es la presión impositiva, entre otras cosas, lo que le quita competitividad a la industria local. Por eso reseñó que uno de los objetivos que se pusieron junto al titular de la institución, Carlos Melconian, fue ser un «banco de fomento de proyectos» a través del acceso al crédito. También expuso el economista Agustín DAtellis, presidente de Calific.ar, quien hizo hincapié en los riesgos que abrieron determinadas medidas económicas oficiales, que están mostrando un impacto negativo en el consumo y la actividad.
Daniel Funes de Rioja, vicepresidente primero de la UIA, precisó que «la actividad industrial ha caído no solamente en producción sino también en horas trabajadas, pero mucho menos en pérdida de puestos laborales. Es cierto que no se genera empleo, pero se lo preserva». En esa misma línea, el directivo de la UIA aseguró que hay ciertos impuestos al trabajo que deberían replantearse: «No podemos tener una presión fiscal tal que nos lleve a perder la competitividad o a no alcanzarla nunca. Hay una realidad incuestionable: si no hay empresas no va a haber empleo en la Argentina».
En el cierre del seminario, cuatro pymes contaron sus historias en la sección denominada «Historias de Garage». Expusieron Guillermo Casarotti (fundador y CEO de Inti Zen); Jessica Lekerman (manager de Mooi Restaurant); Adolfo Rouillon (presidente de Congelador del Sur) y Edith Miroznik (CEO de Rubí Rubí Lujo Argentino).
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