Un rato antes, el ministro destacó que  «el productor argentino es uno de los más eficientes del mundo» y que para potenciar «sus ventajas comparativas» necesita la presencia activa del Estado para ayudarlo a encontrar soluciones y llevar adelante sus emprendimientos.

Buryaile recordó que una de las premisas que tuvo en cuenta el presidente Mauricio Macri al quitar las retenciones al trigo y el maíz fue ayudar a «que la gente se quede en su lugar de origen y no migre hacia la ciudad? Ante las consultas de los periodistas, adelantó que en el 2017 se le descontarán otros cinco puntos a los derechos de exportación que pesan sobre la oleaginosa (en la actualidad del 30%)

Buryaile participó de un panel que analizó el nivel de competitividad del campo argentino, en el que también estuvieron presentes los principales dirigentes de las entidades agropecuarias.

En el panel, el presidente de la Sociedad Rural Argentina, Luis Miguel Etchevehere, también se enfocó en el tema de la inflación. «Si nuestro competidor no tiene inflación, hay que bajar la nuestra, lo mismo con la financiación, el transporte, los seguros multirriesgo. Nuestros competidores nos marcan cuál es el camino a seguir», resumió el anfitrión del encuentro.

El dirigente rural sostuvo que «no hay que desesperarse, pero hay que hacer una agenda clara. Ya hemos ganado mucho terreno pudiendo discutir los problemas y esto ya es un paso, porque pasamos del merito del enfrentamiento a estar orgulloso a poder sentarnos a discutir los problemas».

El presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Dardo Chiesa, enumeró los principales problemas del agro argentino: «Desde el campo tenemos mucho por hacer para ganar competitividad, somos excelentes cultivadores de soja, pero en el país de las vacas tenemos 65 terneros cada 100 vacas, porque no se les da de comer», advirtió.

«Tenemos limitantes en la infraestructura. No vale nada cosechar 50 quintales de soja si no tenemos caminos para sacarla. Triplicamos la cosecha pero los caminos son los mismos. Tenemos los fletes más caros del mundo, como así también la logística. Nosotros vemos que el mundo crece hacia el Pacifico y nosotros lo sacamos por el Atlántico. Si lo sacamos por Chile nos ahorraríamos 18 días de viaje, que en la cuestión de la carne deprecian el precio», manifestó Chiesa.

Egidio Mailland, presidente de Coninagro, dijo que «hay mucho para mejorar y para hacer, pero hoy tuvimos a los camioneros de paro pidiendo un 35% más, mientras tenemos los fletes más caros del mundo. Hoy bajar la soja de Salta a Rosario nos sale lo mismo que mandarla a China, entonces ¿Qué vamos a discutir?», concluyó.

Fuente: http://www.clarin.com/rural/nivel-inflacion-enorme-problema-competitividad_0_1616838416.html