Valeo es un proveedor tecnológico del sector del automóvil cuyos clientes son la práctica totalidad de las marcas de automóvil existentes. Con 17 centros de investigación en todo el mundo, dedica a la investigación 1.300 millones de euros anuales. La suya es una de las grandes firmas presentes en el salón parisino Viva Technology (o Viva Tech) con una apuesta atractiva: desvelar cuál será el coche del futuro. Guillaume Davauchelle es su vicepresidente y el responsable de la innovación de la empresa.

Pregunta. ¿Cómo será el coche del futuro?

P. ¿Cuáles son los desafíos?

R. Estamos trabajando mucho en la reducción del consumo, en interfaces intuitivos y en conectividad. Hay que conseguir que el usuario se sienta bien, confortablemente bien para que el trayecto de un lugar a otro no sea considerado como tiempo perdido, sino como un valor añadido. Que uno pueda relajarse o leer, por ejemplo. Ese es el porvenir del automóvil. Lo veremos muy pronto. No hará falta conducir durante los atascos. Será un tiempo aprovechable para hacer otras cosas en total seguridad. Lo difícil no es la tecnología, sino la aceptación del usuario. Trabajamos con etnólogos y filósofos porque a veces el problema no es tanto la realidad como la percepción que se tiene de ella

P. Hoy hemos sabido de un accidente mortal con el nuevo sistema, más avanzado, de piloto automático de un coche Tesla. La automatización del coche genera cierta ansiedad en el consumidor.

R. Mire, no habrá riesgo cero. Habrá problemas, pero menos que ahora. La calidad del vehículo del futuro será similar a la que rige en la aeronáutica. La automatización va a reportar un gran beneficio a la sociedad y la economía. El mayor número de víctimas se produce a velocidades bajas, que es donde más va a actuar la automatización. Le pongo un ejemplo: en EE UU hay 400 muertos al año solo con las maniobras de marcha atrás. Son coches grandes y en general la gente atropella a sus propios hijos. Por eso en EE UU han impuesto la cámara posterior. La tecnología va a ayudar mucho en este terreno, aunque no sea perfecta. En general, viajar en coche será tan seguro como hacerlo en avión o en tren.

P. La ansiedad persiste.

R. Sí, pero es una cuestión de habituar al público. En principio, es más fácil dejarse conducir a baja velocidad y luego ir aumentando poco a poco. Nosotros hemos empezado por la autonomía de la maniobra de aparcamiento y ya se han vendido cinco millones de vehículos equipados con este sistema. En realidad, lo difícil no es la tecnología, sino la aceptación del usuario. Trabajamos con etnólogos y filósofos porque a veces el problema no es tanto la realidad como la percepción que se tiene de ella.

P. Las políticas públicas penalizan el uso del coche privado. ¿Teme la desaparición del sector?

R. Es un tema de mutación, no de desaparición. Nosotros somos favorables a un mejor uso del coche. Hoy es muy malo: está parado el 90% del tiempo y circula, en el 80% de las ocasiones, son una sola persona abordo. Hay un montón de nuevos usos y por eso estamos aquí con startups, como las que promocionan el coche compartido. El mercado es muy dinámico. Por ejemplo, se está desarrollando un sistema de llave en el móvil absolutamente seguro para que cualquiera pueda prestar el coche a otro sin desplazarse o tener que ir a una empresa de alquiler de coches. La revolución es una utilización diferente. Ya no será tan importante ser propietario de un coche.

P. ¿Cómo ha sido esta primera experiencia de Viva Tech?

R. En nuestro sector, la movilidad, hay lo menos 30.000 startups que nos interesan. Evidentemente, no podemos analizar todas, pero tenemos fondos de inversión que nos traen las que saben que necesitamos. Este salón es muy importante para estos intercambios. Las grandes firmas necesitamos ser tan ágiles como lasstartups.Por eso hemos creado una incubadora, para poder responder a gran velocidad a lo que se nos ofrece.

Fuente: http://tecnologia.elpais.com/tecnologia/2016/07/01/actualidad/1467375764_525550.html