San Rafael, Mendoza 28 de abril de 2024

Año tercero de la Libertad

casa de tucumánLa lucha contra las monarquías absolutas, los despotismos y el fanatismo religioso constituyeron los objetivos centrales de las sociedades secretas en el Virreinato del Rio de la Plata. Esas disputas se libraron en nombre de la racionalidad y el humanismo, un humanismo laico, liberado de dogmatismos y cualquier variante de integrismo religioso y político. Entre curiosidades del Congreso en Tucumán y documentos históricos, intentaremos aportar elementos para el debate de las sociedades secretas en el proceso de emancipación.

Casa de TucumanCon esta novedad cronológica comenzaba, tal vez, el manifiesto más profundo en cuanto a contenido político y filosófico que se escribió sobre el proceso revolucionario que desembocó en la Independencia en 1816. Escrita en la tarde del 13 enero de 1812, la oración inaugural, pronunciada por el doctor Bernardo de Monteagudo, de la Sociedad Patriótica parece cumplir un doble estándar: por lado promover la libertad del hombre, para luego construir la libertad política, y por otro, la definitiva incorporación a la política de la América del Sud de las “sociedades secretas.”

Uno se podría quedar con algunas curiosidades sobre el Congreso Soberano que declaró la Independencia, como que se perdieron las actas del primer año de sesiones ordinarias del Congreso, no así las secretas, y que todo lo que sabemos de ese periodo es producto de un periódico que se redactaba paralelo a las sesiones, llamado “El redactor del Congreso Nacional” que cumplió con el rol suplir a las actas extraviadas en el trabajo histórico. Este diario, se imprimió en la Casa de los Niños Expósitos, es decir en Buenos Aires, hasta que Manuel Belgrano llevo la primera imprenta a Tucumán en 1817. O preguntarse porque la provincia del norte fue elegida como sede de la Asamblea, y la respuesta es inmediata: en todos los frentes la Provincias Unidas sufrían el acecho de los realistas, portugueses, artiguistas y Tucumán era una buena manera de conciliarse con las elites provinciales, en el sentido de romper con el centralismo porteño por un tiempo. Varios compatriotas han pasado por el Monumento Histórico “Casa de Tucumán” y se han preguntado por qué se desarrollo en ese lugar. El Cabildo de la provincia estaba en refacciones y esta casa, de Doña Bazán Laguna, era un apéndice del ayuntamiento para la aduana, y pagaba 25 pesos de la época de alquiler.

Otro aspecto curioso que las nuevas corrientes historiográficas nos han presentado al General José San Martín, el Libertador, como hacedor político del “golpe magistral” que dio el Congreso al declarar la separación del Imperio Español. Con sus misivas persuadía a todo el arco político y militar de la provincias, en algunos casos dando órdenes, en otros sugerencias y sobre todo interpelando a su amigo, y diputado por Mendoza Tomás Godoy Gruz. En abril de 1816 San Martín le decía ¿Hasta cuándo esperaremos nuestra Independencia? ¿No le parece a usted una cosa bien ridícula acuñar moneda, tener un pabellón y cucurda nacional y por último hacer la guerra al soberano de quien en el día dependemos? El diputado le contestó de manera muy particular: “No es tan sencillo. La independencia no es soplar y hacer botellas” estas epístolas son muy elocuentes de los momentos que se vivían  y la premura por romper con las postergaciones y los desencuentros en materia de Independencia y Constitución.  Pero ¿qué motivaban a toda estas acciones?

Seguramente a la incógnita anterior se lo puede abordar por varios lugares y obtendremos una respuesta satisfactoria. Pero sin lugar a dudas, todas las curiosidades y construcciones políticas hubieran sido en vano sin un argumento filosófico de profundidad que le diera contenido y significado a los hombres de la época, sobre todo aquellos con responsabilidades políticas. Lejos de ser una exclamación, la Sociedad Patriótica, articuló al “ideal independentista” con el “ideal del hombre librepensador” ya que su función dentro del armado político de la época, era combatir la tiranía, el fanatismo y la ignorancia de los pueblos de la América, empoderando a vida revolucionaria de una lucha por la verdad.

En búsqueda de la salud pública y las virtud de los pueblos, el doctor Monteagudo exhorta a los ciudadanos a combatir a la ignorancia porque es el origen de todas las desgracias del hombre: sus preocupaciones, su fanatismo y errores, no son sino las inmediatas consecuencias de este principio sin ser por esto las únicas adversidades. La contrapartida a tan oscuras prácticas, perfila a la entronización de la razón como la manera de pulir las asperezas del hombre para transformarlo en sujeto colectivo que lucha por ideales iluminados. La construcción de la liberación del flagelo tiránico, fanático y retrógrado,  de aquella época, como en muchas otras, se puede vislumbrar en el siguiente axioma: “La soberanía reside solo en el pueblo, y la autoridad en la leyes.”

Entre curiosidades y algunas citas de las Oración Inaugural de la Sociedad Patriótica,  hemos dado una punta para dilucidar el tan mentado debate sobre el rol de las sociedad secretas en la independencia, en donde encuentra en el título de esta nota su mayor expresión, y la proyección de principio, a los largo de estos 200 años de Historia.

Referencias bibliográficas

Monteagudo, Bernardo; 1812; Oración Inaugural en la apertura de la Sociedad Patriótica; Año tercero de Libertad, Imprenta de los Niños Expósitos, Buenos Aires, Provincias Unidas del Sud. En: rapalanda.bn.gov.ar/jspui/handle/123456789/3783.

           Páez de la Torre Carlos (h), 2009, San Martín y el Congreso de 1816 Las constantes cartas del Libertador a Tucumán Diario la GACETA Enhttp://www.lagaceta.com.ar/nota/333112/informacion-general/san-martin-congreso-1816.html

           Balmaceda Daniel; Historias Inesperadas, Relatos, Hallazgos y evocaciones de nuestro pasado, Casa Histórica de Tucumán; Publicado el 09.07.15; En:http://blogs.lanacion.com.ar/historia-argentina/category/tucuman/

Mitre Bartolomé; (1910);Obras Completas de Documentos del Archivo de San Martín, tomo V (Comisión Nacional del Centenario), Tomo V, Buenos Aires,.-

Profesor Sergio Eschler

DNI: 28.740464

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