Bioenergía.Será en Huinca Renancó, que tiene 10.000 habitantes. Se producirá biogás con los residuos orgánicos de 7 localidades de la zona. En la planta de biogás, se va a utilizar un híbrido de sorgo forrajero azucarado.
Un pueblo del sur de Córdoba, Huinca Renancó, está haciendo punta con un proyecto para transformar la basura orgánica, a la que se le agrega un híbrido de sorgo con muy buen perfil energético, en biogás que se utilizará para generar, en una primera etapa, el equivalente a toda la energía eléctrica que demanda el alumbrado público de esa localidad, que tiene unos 10.000 habitantes.
La infraestructura de la planta ya está construida en un 95% -solo falta terminar la instalación eléctrica- a partir de un proyecto de la Federación de Cooperativas Federadas (Fecofe) y el trabajo conjunto de la Cooperativa Eléctrica de Huinca Renancó, los ingenieros del Grupo IFES (una empresa que se incubó en la Facultad de Agronomía de la UBA), técnicos del INTA (que asesoraron en la elección del híbrido y otras cuestiones agronómicas) y una inversión de 2,5 millones de dólares que aportó el Gobierno nacional, fundamental desde el Ministerio de Agroindustria.
La idea tiene un alto impacto regional porque es una forma de convertir en energía renovable (biomasa) los residuos orgánicos que producen 7 localidades cercanas a Huinca Renancó en el Departamento General Roca, que llevan la basura a la planta de tratamiento de este pueblo del sur cordobés, el último antes de cruzar el límite provincial hacia La Pampa, en donde también hay comunas y municipios que se está intentando integrar a este proyecto (por ejemplo, Realicó).
Fernando Reymundo (desde la izq.), Guido Casanovas y Francisco
Della Vecchia del Grupo IFES, trabajaron en el diseño de la planta.
Desde el punto de vista de la sustentabilidad, se logran dos objetivos: se reutilizan los residuos orgánicos que se generan en estas localidades (los secos se reciclan) para producir bioenergía y el proceso, además, deja un subproducto, que es un fertilizante (en formato líquido y sólido) que los productores pueden utilizar en pasturas, verdeos y también en el sorgo de alto valor energético -es un híbrido forrajero azucarado- que luego se mezcla con la basura para hacer biogás.
Por eso, el círculo cierra. “Es una idea muy interesante para una cooperativa como la nuestra, que tiene el objetivo de agregarle valor a los granos. Además se puede replicar en otras localidades rurales con muy buenos resultados ambientales y energéticos”, destacó Juan Manuel Rossi, presidente de Fecofe, en una entrevista con Clarín Rural.
Una vez que la planta esté completamente operativa, probablemente a fines de este año, el biodigestor va a aportar el biogás para producir 120 kw de electricidad por hora a partir del procesamiento de entre 6 y 7 toneladas de basura orgánica. Para mantener la producción durante todo el año también se necesita utilizar unas 200 hectáreas de sorgo.
El proceso para convertir la basura en biogás tiene varias etapas. Francisco Della Vecchia, socio gerente del Grupo IFES, se lo explicó a Clarín Rural. Una vez que se separan los residuos orgánicos en la planta de clasificación, se ingresan a una serie de tolvas para terminar de sacar los restos de plástico y vidrio, entre otros elementos. Los residuos se trituran y se les inyecta agua.
La planta de biogás tiene la capacidad para generar 120 kw por hora.
De esta etapa sale un “puré orgánico”, que en un tanque especial se mezcla con el sorgo “energético” y luego se lo lleva al biodigestor, el lugar en donde efectivamente se produce el biogás que utilizan dos generadores eléctricos, que juntos logran los 120 kw por hora.
“El proyecto es sumar un segundo biodigestor de mayor capacidad para llegar a los 1.300 kw para poder participar de las subastas de Cammesa (la compañía mayorista del mercado eléctrico), que requieren un volumen equivalente a 1.000 kw. Con esta capacidad la planta va a necesitar entre 400 y 800 hectáreas de sorgo por año, de acuerdo a cómo se den los rindes”, contó Della Vecchia.
El sorgo es uno de los cultivos con mejores pisos de rendimientos en una región en la que la oferta hídrica puede ser muy ajustada. Esta campaña, por ejemplo, los lotes dejaron unas 50 toneladas de materia verde por hectárea y en los años que llueve poco al menos se cosechan unas 20 toneladas de materia verde.
La gestión de la planta va a estar a cargo de la Cooperativa Eléctrica de Huinca Renancó. “Tenemos los recursos humanos y la planta casi lista pero estamos esperando que se definan algunos puntos de la legislación para energías renovables para ponerla en marcha. Necesitamos tener la seguridad de que vamos a poder vender la energía que se va a generar”, explicó Juan Ribotta, gerente de la cooperativa.
Es que el Gobierno nacional tiene el objetivo de diversificar la matriz energética, con un mayor porcentaje de energías renovables. Pero las normativas están, por ahora, más adaptadas a la energía eólica y solar, y falta ajustar algunos puntos para lo que tiene que ver con la biomasa.
Una vez que la planta, que se construyó en parte con tecnología italiana, esté funcionando, y sobre todo cuando se realice el segundo biodigestor, se va a dar una verdadera paradoja: van a necesitar más basura para “alimentarla”. Es que lo que es un “pasivo ambiental” en casi todas las comunas y municipios de la Argentina, aquí es un insumo que genera empleo, desarrollo regional, fertilizantes y energía verde.
Fuente: http://www.clarin.com/rural/agricultura/basura-pueblo-Cordoba-generara-electricidad_0_1599440181.html
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