El Estado tampoco tuvo mucho para festejar. La recaudación creció solo 23% anual y el Tesoro necesitó una mayor asistencia del BCRA. El índice de confianza bajó frente a abril.
Los optimistas miran los números rojos y se esperanzan con la chance de que la caída sea seguida por un rebote más duradero. Los pesimistas creen que, con los pocos indicadores disponibles hasta hoy, mayo podría superar a abril como el peor mes del año para muchos sectores de la economía. El consuelo, para ambos grupos, es que ya empezó junio.
Aunque el agro empuja con la cosecha gruesa (más floja que lo habitual por el tremendo impacto de las lluvias de abril) y la venta de inmuebles y automóviles están atrayendo algo de ahorro, el poder adquisitivo todavía no empató a la inflación. Dos números ya reflejan el difícil escenario que atravesó el consumo durante este mes: según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), mayo anotó una caída de 9,2% en las ventas del comercio minorista, la quinta consecutiva. Los datos del BCRA al día 26, por otro lado, exponen que el crédito al sector privado tuvo una contracción neta de $ 3412 millones frente al 2015, cifra que en el acumulado del año asciende a una disminución de 32.894 millones.
Al propio Estado no le fue bien en mayo: los datos de la recaudación impositiva, que registraron una suba anual de 23% (frente a una inflación anualizada en torno a 40%), forzaron la búsqueda de financiamiento alternativo. Por esa razón, como informó este diario el jueves pasado, el BCRA volvió a auxiliar al Tesoro con transferencias superiores a los $ 80.000 millones.
El principal problema del mes fue la difusión del alto impacto que tuvieron los ajustes tarifarios, en especial los correspondientes al suministro de gas, en el presupuesto de hogares, pymes y empresas. Después de lidiar varias semanas con las críticas por alzas que los usuarios consideraban injustificadas, el Poder Ejecutivo terminó por validar topes de 400% para el aumento en la tarifa residencial, y de 500% para el comercios y pequeñas empresas.
Este contexto quedó reflejado en el Indice de Confianza en los Consumidores que releva la Universidad Torcuato Di Tella. Mayo cayó 1,2% frente al mes previo y 22,4% contra el mismo mes de 2015. La comparación con abril dio mal en compra de bienes durables (-13,9%) y situación personal (-0,9%), pero marcó una mejora en el rubro situación macroeconómica (3,1%). El ICC total retrocedió 4,7% para los sectores de menores ingresos y subió 0,3% para los de ingresos altos.
El comportamiento del crédito privado ayudó poco. Hubo un crecimiento nominal del stock de crédito con tarjetas (algo menor a los $ 3000 millones) y mínimo en personales. La caída más fuerte fue en el segmento corporativo, donde la caída fue de $ 4688 millones, empujada por la fuerte disminución del descuento de documentos (fue negativo en $ 5487 millones, en comparación con 2015, y en el acumulado anual la diferencia trepa a $ 20.038 millones).
Abril no había sido un mes auspicioso, en buena parte por el efecto de las lluvias en sectores clave como la construcción y los ligados al procesamiento de granos y alimentos. Los despachos de cemento se hundieron 27,5% y el índice Construya (que agrupa a grandes empresas del rubro) disminuyó 22,3%, con una baja acumulada en el primer cuatrimestre de 8,8%.
Por la misma razón, la industria también tuvo un mes flojo. FIEL marcó una baja de 6,1%; Ferreres, de 4,8% y el Indec, en la reaparición del EMI, dio un retroceso de 6,7%.
Con esos registros, las primeras estimaciones del PBI correspondiente al segundo trimestre no son alentadoras. Para el Estudio Broda, el período anota una baja de 2,1% frente a 2015, y de 1,5% contra el primer trimestre, que le dio levemente positivo. La aproximación de Ferreres al PBI dio 0,2% anual en los primeros tres meses, y 4,9% de caída en abril. Federico Muñoz & Asociados, que promedio el IGA de Ferreres con su indicador de actividad provincial (ISAP), consignó caídas en el cuatro trimestre de 2015, el primero de 2016 y advirtió que probablemente ocurra lo mismo en el segundo, confirmando el inicio formal de una recesión.
El Indec recién informará los datos de enero a marzo el próximo 29 de junio. Antes, dará su primer índice de precios, algo menor a 4%.
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