San Rafael, Mendoza 20 de abril de 2024

Paso a Chile: extiendan la paciencia hasta el 2019

Paso cristo redentorLas demoras en el Paso integrado Cristo Redentor no se van a solucionar con las medidas que anunciaron los cancilleres, porque los problemas son otros y los gobiernos no los van a enfrentar.

Irónico, pero a menos de una semana de los anuncios de los cancilleres Susana Malcorra y Heraldo para mejorar la situación del Paso Integrado Cristo Redentor, el cruce tuvo una de las crisis más grandes que se recuerden en los últimos años. El colapso total recordó que a pesar de los innumerables anuncios los problemas persisten y, lamentablemente, la realidad le pegó fuerte a los anuncios que se hicieron el hace una semana en Uspallata.

Aunque las autoridades no lo digan, es una realidad. Los mendocinos tienen que armarse de paciencia hasta 2019, porque recién cuando esté terminado el nuevo Complejo Fronterizo Los Libertadores podría comenzar a solucionar el problema de las filas. La diplomacia prevalece sobre la realidad y para cuidar las relaciones no se habla del problema real que hay en la frontera, porque todos lo saben y lo evitan.

El problema real que existe son los controles del Servicio Agrícola y Ganadero de Chile (SGA) y, en menor medida, el del Servicio Nacional de Aduanas trasandino. Por eso, cuando se ponga en marcha el nuevo sistema migratorio con un control único lo que se va a lograr es que el primero de los dos trámites se haga más expedito, pero el segundo no sufrirá ningún tipo de cambio.

Hoy hay más casetas para el trámite migratorio, pero el cuello de botella se forma cuando el servicio sanitario trasandino entra en acción. La estricta revisión demora todo el trámite, pero no por culpa de los funcionarios que lo hacen, sino por el protocolo que deben seguir y que es propio de una frontera en tiempo de guerra.

La justificación a la hora de pedir explicaciones es la necesidad de mantener el patrimonio agrícola chileno, especialmente por la cantidad de tratados de libre comercio que tiene (con la Unión Europea, Estados Unidos, Japón, entre otros tantos) y que exigen que los productos que exporta estén al 100% en cuestiones sanitarias.

Con esa justificación ni siquiera es posible empezar a conversar algún tipo de cambio, porque mientras en temas migratorios hubo apertura, en temas sanitarios las posibilidades son casi nulas.

De ahí la necesidad de armarse de paciencia hasta 2019, ya que con un complejo más grande y en teoría con más puestos de atención simultáneos -incluyendo los sanitarios- se podría pensar en bajar los tiempos de espera, pero mientras eso no suceda, las filas no van a desaparecer.

Como ejemplo, menciono un viaje que hice como periodista de MDZ a la ciudad chilena de Los Andes en los meses previos a la Copa América de 2011 en Mendoza. En esa oportunidad se reunieron  todos los organismos que participan de los controles fronterizos.

Una reunión que era para la foto y la firma se extendió por casi seis horas porque el SAG se negó a hacer controles en Uspallata a los colectivos para evitar aglomeraciones en alta montaña. Finalmente no se hizo y el servicio chileno mostró su poder en base a los protocolos. Eso era hace cinco años y en la actualidad el problema de fondo es el mismo. No hemos avanzado nada.

Falta de previsión

En un programa especial de Tormenta de Ideas de MDZ Radio dedicado al paso a Chile se trataron todos los temas relaciones con el cruce y en una de las intervenciones se destacó la falta de previsión ante los estudios que se hicieron hace una década y que anticipaban la posibilidad de aludes. Esa misma falta de previsión se registró en aspectos de tránsito, algo que no se puede negar y que tiene su prueba palpable en las esperas de 10 horas en un fin de semana largo.

Las autoridades chilenas confirman cada vez que colapsa el tránsito que la cantidad de personas que utiliza los complejos fronterizos es cada vez más grande y en dos días se registró un récord de 30 mil personas. A pesar que cada temporada aumentaron los registros, no se tomaron las medidas y ahora se deben esperar años para contar con un complejo que -en teoría- cumplirá con todos los requerimientos que se necesitan.

Nos guste o no, los pasos alternativos están lejos de ser opciones y por una u otra cuestión en vez de disminuir, los viajes a Chile son cada más frecuentes. Por eso, le aconsejo -como dice un amigo- «cultivar paciencia», porque la va a necesitar por unos cuantos años más.

Fuente: http://www.mdzol.com/opinion/663862-paso-a-chile-a-tener-paciencia-hasta-2019/

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