La colaboración de la población al regresar a la provincia, es un factor determinante a la hora de agilizar el tránsito y evitar demoras en los puestos de Barreras Sanitarias. Por ello es necesario evitar traer productos que comprometan el patrimonio fitosanitario mendocino. 

Plagas desconocidas y otras sobre las que se trabaja para su erradicación o control en el territorio provincial, pueden ser introducidas desde diferentes regiones de Argentina y el exterior, generando perdidas de sanidad y calidad para los productos locales.

Mendoza, es una de las principales provincias agropecuarias de Argentina, ya que sus más de 300 mil hectáreas la convierten en la primera productora vitícola y frutícola del país. Para la protección de sus cultivos, la provincia implementa un sistema integrado para el control de plagas agrícolas, cuyo fin es minimizar el uso de agroquímicos en suelo mendocino reduciendo riesgos para la salud humana y del medio ambiente.

Actualmente, el 70% del territorio mendocino es reconocido libre de moscas de los frutos. Estatus que permite mayores mercados para la producción agrícola provincial.

Las siguientes especies vegetales tienen restringido el ingreso al territorio provincial, ya que pueden ser atacadas por mosca del Mediterráneo y otras plagas de importancia económica: Arándano, Babaco, Carambola, Cerezo, Chirimoya, Ciruelo, Cítricos (cidra, calamondín, kumquat, lima dulce, lima, mandarina, mineola, naranja, naranja agria, pomelo), Damasco, Durazno, Frambuesa, Granada, Guanabana, Guayaba, Higo, Kiwi, Kaki, Litchi, Locoto, Lúcuma, Mango, Manzana, Maracuyá, Membrillo, Nectarina, Níspero, Olivo maduro, Palta (excepto variedad hass), Papaya, Pasionaria, Pepino dulce, Pera, Pimiento, Tomate de árbol, Tuna, Uchuba y Uva.