Giuliana Lucosky, representante de Luján de Cuyo, resultó electa Reina Nacional de la Vendimia 2016, mientras que Rocío Fuster, de Lavalle, es la Virreina Nacional. La lujanina se perfiló como la favorita desde el comienzo del escrutinio, y luego obtuvo 86 votos, proclamándose así como la nueva soberana de los mendocinos, su tierra y su trabajo.

Poco después de las 22, y luego de la presentación de todas las candidatas al cetro departamental, comenzó la Vendimia de la Identidad, dirigida y guionada por Alejandro Grigor, que tuvo matices especiales, como la música interpretada en vivo y la participación de artistas aéreos.

Rocío Tonini Valdivia, Reina Nacional 2015, se despidió de su público con un emotivo mensaje y a partir de allí, un espectáculo que fue representado pasajes de nuestra historia. Pero en esta oportunidad hubieron dos órdenes de comienzo: la de Rocío en vivo, y Delia Larrive Escudero, la primera reina nacional, representada con una voz en off e imágenes suyas de su coronación, proyectadas en pantallas gigantes.

La vendimia es un fenómeno particular de este pueblo con identidad. Fue la carta de presentación para un espectáculo que captó la atención con sus juegos lumínicos y la proyección de imágenes constantemente, apoyando cada cuadro que pasaba por el escenario.

80 años de vendimia. 200 años de Patria. Y Mendoza, tierra del sol y el buen vino. Una historia que tuvo como eslabón principal el vino.

Las reinas mandato cumplido fueron partícipes de esta identidad, y de pie, saludaron a su público. República de eternos laureles y un diálogo con cartas y reflexiones de San Martín, en Cuyo, y Tomás Godoy Cruz desde Tucumán, marcaron el momento exacto en que todos pedían y exigían la independencia argentina.

Mendoza, la elegida, y una sed de libertad. El cruce de Los Andes, la liberación de otros hermanos, con una versión especial en ritmo de malambo de la Marcha de San Lorenzo, una cueca chilena y la música del Perú, pusieron al General San Martín como protagonista principal de este pasaje.

Luego se dio paso al huarpe, luchador innato en el cuidado del agua, con su sueño de sembrar el alma en este desierto. Y aquel primer eslabón de historia de esta Vendimia de la Identidad, se unió con el gen que llegó de otras tierras, como España, Italia, Francia o los países árabes, para desencadenar en América Latina.

La infaltable fiesta cuyana con la tonada, la cueca y el gato, el asado y el vino patero, todos acordes y eslabones que anuncian enlaces de corazones. Y las campanas que anunciaron su llegada, la de la Patrona de los Viñedos, la Virgen de la Carrodilla. Vendimiar en las cuatro estaciones, fue el homenaje a todos los agricultores y hacedores de nuestra tierra.

Con distintos estilos musicales argentinos, nos recordó la identidad, lo que fuimos, lo que somos y lo que queremos ser. Un paseo por la Patria musical que culminó con un emotivo cuadro en homenaje al rock nacional, que forma parte esencial de nuestro folklor.

Una parte del himno en tiempo de malambo, Todas las Voces Todas, el despliegue de banderas latinoamericanas, y la Bandera nacional como elemento de identidad argentina fue el momento cúlmine de esta Vendimia 2016.