San Rafael, Mendoza viernes 19 de abril de 2024

El BCRA no intervendrá ante una eventual baja del dólar

En las próximas semanas caería el tipo de cambio por el ingreso de divisas de la cosecha de soja; en la entidad ratifican que dejarán que el precio sea volátil

El Banco Central (BCRA) no tiene previsto intervenir en el mercado cambiario ni aún cuando las esperadas divisas que aportará la nueva cosecha sojera pudieran poner al tipo de cambio bajo fuerte presión a la baja, según supo LA NACION de altas fuentes oficiales.  

La definición, que había sido esbozada en el informe sobre «objetivos y planes respecto del desarrollo de la política monetaria, cambiaria, financiera y crediticia para el 2016» publicado a fines de 2015, tomó relevancia en las últimas horas. Sucede que se acerca la «semana 14» del año, indicada por el promedio estadístico de los último años como el inicio formal de lo que se da en llamar la «temporada alta» cambiaria, dado el sustancial salto en la oferta de dólares que deviene de la exportación del grano y sus derivados.

Sin embargo, de mediados de febrero en adelante se vio temporalmente truncado porque el dólar inició una escalada que lo llevaría a iniciar marzo por encima de los $ 16 y daría lugar a lo que hoy se ha comprobado: una nueva ola de remarcaciones que renovó el impulso que la inflación (dejando de lado el impacto de los ajustes tarifarios) parecía ir perdiendo.

Ese fracaso obligó a un segundo cambio de estrategia a comienzos de mes, reflejado en el brusco ajuste al alza que tuvieron las tasas de interés (del 31 al 38% anual), al punto de regresarlas al nivel que tenían al momento previo de la apertura del cepo, cuando se las había ubicado allí para desalentar posibles corridas.

Pero, por definiciones oficiales surgidas en los últimas horas, aquello habría sido la excepción y no la regla.

«Comprar reservas hoy es inflacionario. Cada dólar que se compra cuesta 38 por ciento en pesos», es el mensaje que transmiten desde el BCRA, en relación con el elevado nivel de las tasas y contando con que el billete liberado pasaría a invertirse en Letras del BCRA a corto plazo.

La idea del presidente del ente monetario, Federico Sturzenegger, es darle verdadera volatilidad al tipo de cambio, algo que, a mediano y largo plazo, juzga imprescindible para «obtener un gradual descenso en la tasa de inflación y disociar las dinámicas de precios domésticos respecto de la evolución del tipo de cambio», según confiaron las fuentes. Así se plasmó en el documento en el que Sturzenegger delineó las políticas del ente para 2016, más allá de los «banquinazos» a que obligaron las circunstancias de mercado.

En ese informe se lee. «La flotación implica que el peso argentino podrá apreciarse o depreciarse frente a otras monedas según las circunstancias, dentro de una trayectoria compatible con una inflación en descenso. Y en lo que respecta específicamente a la política cambiaria, el BCRA implementará un régimen de flotación del tipo de cambio, que permitirá un necesario grado de flexibilidad para afrontar shocks originados en contextos adversos; aunque reservándose la posibilidad de evitar, con instrumentos monetarios, una volatilidad excesiva.»

La referencia a los instrumentos monetarios alude concretamente a la tasa de interés, la herramienta que definió precisamente en la última semana como la principal a utilizar para regular la oferta monetaria, tras haber dado por concluido el período de absorción.

En caso de que ésta resultara insuficiente para reequilibrar el mercado cambiario se reserva además la posibilidad de flexibilizar parte de la demanda que se mantiene restringida. Es decir, desarmar los cupos fijados para giros por deudas contraídas por importaciones (fijado hasta mitad de año en US$ 4,5 millones por empresa) o los establecidos para lo que se denomina «importaciones hormiga».

El plan, empero, levanta dudas en el mercado. Especialmente porque, si todo va bien, el inicio de la «temporada alta» de liquidaciones sojeras (que se espera acerque entre 9000 y US$ 10.000 millones) coincidirá con la regulación final de pasivos que le permitiría al país confirmar el regreso al financiamiento internacional y en condiciones más ventajosas que las actuales. Y las listas de emisores entre las empresas y los distintos estamentos del sector público (Provincias, Nación) podrían acercar otra cifra semejante.

«En ese caso no creo que haya tanta demanda como para absorber el pico de oferta, con lo cual el impacto sobre el precio del dólar podría ser marcado y sin beneficios para la macroeconomía, porque no significará que los que remarcaron con un dólar a $ 16 retrotraigan los precios», juzga un economista que prestó funciones en el BCRA hace años.

La misma duda está instalada entre los operadores, los industriales y algunos productores locales, que temen que una regresión del tipo de cambio y la necesidad de comenzar a mostrar resultados en la lucha contra la inflación terminen empujando al Gobierno a una mayor apertura externa.

Y a esto se agrega la posibilidad de que aparezcan nuevos cortocircuitos en el seno del equipo económico, dada la incomodidad que mostró el ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, con la amplitud que tuvo la volatilidad cambiaria recientemente. De hecho, no pasa inadvertido que mientras el ministro habló al abrirse el cepo de una «flotación sucia» (lo que implica ser más vigilantes de esas variaciones) en los documentos del BCRA que llevan el sello de Sturzenegger siempre definió al esquema simplemente como de «flotación».

Más controles a la inflación

El presidente del bloque de diputados de Pro, Nicolás Massot, afirmó que es necesario un control «más férreo» sobre los formadores de precios. «La inflación no es solamente un fenómeno monetario, si bien su explicación de largo plazo lo es. En el medio es muy importante tener controles de precios aceitados sin caer en ningún tipo de autoritarismo ni desalentar las inversiones», aseguró el diputado. Si bien Massot consideró que el Gobierno está «tomando las medidas correctas» y se mostró confiado en que la Argentina «va a volver a despegar», admitió que «va a haber unos meses, que no se sabe bien cuántos son, que no van a ser fáciles». También coincidió con el ex senador radical Ernesto Sanz, quien dijo que algunos empresarios «merecen un Moreno [Guillermo]».

Fuente: http://www.lanacion.com.ar/1881654-el-bcra-no-intervendra-ante-una-eventual-baja-del-dolar

 

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