Doble falta para Sharapova: mintió con el doping y el tropiezo le costó varios millones

La estrategia de contención de daños no le reportó a la rusa Maria Sharapova los resultados que esperaba. El rostro angelical con el que la tenista explicó, el lunes en Los Angeles, las razones por las cuales consumió meldonio, una sustancia que dio positivo en un control antidoping realizado en el reciente Abierto de Australia, se transformó ayer en una gran mueca de amargura cuando tres de sus principales sponsors decidieron despegarse de la vergonzosa situación, suspendiendo de manera inmediata algunos de los millonarios contratos que la sostuvieron, durante los últimos once años, como la deportista mejor paga del planeta. Pero, además, ahora afronta una creciente presión para explicar porqué tomó esa medicación durante un largo tiempo cuando el fabricante de la sustancia, un laboratorio de Letonia, asegura que cualquier tratamiento médico con meldonio no se extiende más de seis semanas.

El meldonio es una sustancia para el corazón que mejora la circulación, de venta libre en Rusia bajo la denominación Mildronate pero cuya comercialización no está autorizada en los Estados Unidos, dónde reside la tenista suspendida. La fabrica en Letonia la compañía Grindex, cuyos voceros afirmaron ayer que el tratamiento normal con la droga es de cuatro a seis semanas, y no los diez años que Sharapova pudo haber utilizado la sustancia: «Me dieron la sustancia por primera vez en 2006, tenía varios problemas de salud en ese momento» dijo el lunes.

La ganadora de cinco Grands Slam atribuyó la administración de la droga a indicios de diabetes y resultados irregulares en ecocardioagramas. «Dependiendo de la condición de salud del paciente, el tratamiento con meldonio puede variar de cuatro a seis semanas. Puede ser repetido dos o tres veces al año» indicó la compañía a la agencia AP.

La droga, que estuvo fuera del radar de la Agencia Mundial Antidoping (AMA) hasta el 2014 y que mejora la absorción de oxígeno y la resistencia atlética, fue incluida en el vademécum de sustancias prohibidas desde el pasado 1° de enero, dos semanas antes del arranque del Abierto de Australia, el torneo en el que se le tomó a Sharapova la prueba que salió positiva.

Pero ya en octubre de 2015 los atletas estaban en conocimiento de que el consumo de meldonio iba a ser sancionado; Sharapova dijo haber recibido un correo electrónico -que nunca leyó- con la noticia. «Todos los jugadores de tenis recibieron la notificación -confirmó ayer Dick Pound, ex titular de la AMA- Lo de Sharapova y su equipo médico es una imprudencia más allá de la lógica».

La AMA prohibió la sustancia convencida del uso creciente del meldonio como estimulante deportivo. Con lógica comercial, Grindex disiente con esa posibilidad y afirma que puede causar el efecto contrario. «La droga desacelera el mecanismo con el que el cuerpo metaboliza los ácidos grasos para producir energía» explicaron sus voceros.

La suspensión de Sharapova es provisoria: según los reglamentos, la sanción efectiva podría extenderse de dos a cuatro temporadas. Sin embargo, circulan las versiones de que su caso podría emparentarse al del croata Marin Cilic, quien al ser descubierto en 2013 alegó ignorancia y solo estuvo cuatro meses fuera de las canchas. Pero para algunos de sus más formidables sponsors, Sharapova ya es historia.

El gigante de la indumentaria Nike fue el primero en anunciar la suspensión de su contrato con la tenista rusa. El vínculo, formado en 2010, los unía por ocho años y estipulaba un pago de alrededor de 80 millones de dólares. La compañía suiza de relojes TAG-Heuer siguió un camino similar: el contrato con Sharapova, que había vencido el pasado 31 de diciembre, no será renovado. Auspiciaban a la tenista desde 2004.

Porsche, una de las compañías más prestigiosas del mundo del automóvil, y que patrocina el torneo de Sttutgart de la WTA, le puso freno al respaldo que había dado en 2013 a la rusa, transformándola en la primera mujer embajadora de la marca. «Suspendemos las actividades previstas hasta tanto se conozcan informaciones más ampliadas» señaló la compañía alemana. Sharapova había ganado las ediciones 2012, 2013 y 2014 del torneo Porsche. Su contrato vencía a fin de temporada.

Otros patrocinadores de la rusa, como Avon, Evian o Head, prefirieron ser más cautos. Pero, aún así, Sharapova, que durante los últimos once años fue clasificada por la revista especializada Forbes como la deportista mejor paga, perderá cerca de 20 millones de dólares anuales en patrocinio.

«Mi esperanza es que me den una nueva oportunidad y volver a competir», había afirmado Sharapova el lunes. Hace ya más de una década que irrumpió con fuerza en la escena tenística femenina para ganar Wimbledon en 2004; su cosecha en torneos de Grand Slam incluye el US Open en 2006, el Abierto de Australia en 2008 y el Abierto de Francia, en Roland Garros, en 2012 y 2014. Además, ganó otros 35 títulos de la WTA El glamoroso cóctel de su tenis y su belleza le abrieron las puertas de la riqueza. Aún si puede volver a jugar, es dudoso que llegue a recuperar ese perfil tan atractivo que es la base de su fortuna.