San Rafael, Mendoza jueves 25 de abril de 2024

Detrás del muro de Tutankamón

Tutamla,pmRecientemente, estuvo en nuestro país el ministro egipcio de Turismo, Hisham Zaazou, que ha realizado unas declaraciones que nos han puesto a todos los dientes largos y los nervios de punta. Refiriéndose a los estudios de Nicholas Reeves en la la tumba de Tutankhamon ha dicho: «Será un «Big Bang», el descubrimiento del siglo XXI […].No sabemos si la cámara mortuoria es de Nefertiti o de otra mujer, pero está llena de tesoros». Lógicamente, todos nos hemos puesto a lucubrar ¿qué puede haber tras esa pared, tras ese acceso condenado hace milenios?Si fuera Nefertiti cabría imaginarse una decoración similar a la presente en la tumba de su esposo, Akhenaton, en Amarna: escenas de duelo, escenas de la familia real y escenas del rey y la reina realizando ofrendas al dios Atón.

Sin embargo, se trata de una tumba situada en el Valle de los Reyes, donde la ideología atoniana no funcionaba, de modo que tenemos que pensar en una tumba típica del período (finales de la XVIII dinastía) y de la religión «tradicional» egipcia. De hecho, fue con ese pensamiento en mente como Reeves fue capaz de realizar el hallazgo teórico de la tumba escondida tras la puerta cegada.Similar a la tumba de Amenhotep IIISe trata de una tumba anterior a Tutankamón, pero quizá no mucho, de modo que podría ser similar a la de Amenhotep III. De ser así, constaría de un pasillo de entrada tras el cual el corredor giraría a la izquierda en ángulo recto y al fondo aparecerían dos salas consecutivas con estancias a ambos lados. Si tiene la misma decoración que nuestra tumba modelo, sus paredes estarían decoradas sólo con el Libro del Amduat, pero si llegara a ser un antecedente de la de Horemheb quizá pudiéramos ver también el Libro de las puertas.

Si sirvió de inspiración para la tumba de Seti podría albergar en sus paredes la valiosa letanía de Ra
No obstante, el premio gordo sería que hubiera servido de inspiración a la decoración de la tumba de Seti I, porque entonces podríamos encontrarnos, además, con una versión de La letanía de Ra. Todo un tesoro para los especialistas en religión egipcia.En cuanto al ajuar funerario… aquí sólo podemos soñar. Si nos ponemos en lo peor, podríamos pensar que en realidad gran parte del ajuar funerario de la tumba habría sido reutilizado por Tutankamón en su propio enterramiento, de modo que en la tumba desconocía sólo quedarían algunos restos. No obstante, el ministro dicho que está «llena de tesoros» y eso quizá nos hace pensar en que el ojo curioso del endoscopio ya se ha introducido en ella por algún lado..

El verdadero tesoro son los papirosNadie es capaz de imaginarse qué objetos preciosos podría haber: ¿carros desmontados, cajas de canopos, telas, ofrendas de comida, el guardarropa de la reina? ¡Sí, sí, sí! Pero, personalmente, lo que de verdad me hace soñar es que se conserven un par de arcones o grandes jarras de cerámica repletas de papiros. Montones de textos nuevos que sumar a la literatura egipcia y nos desvelen montones de incógnitas. ¿Una copia primera del Canon de Turín, quizá, con una lista intacta de todos los reyes egipcios con sus años de reinado? ¡Eso sería jauja! Nada de oro, por favor, textos, muchos textos.Fijémonos en el contenido de esta biblioteca: Textos literarios: La sátira de los oficios, La historia de Horus y Seth, La historia de Verdad y Mentira y una carta satírica, el Papiro Anastasi I; Poesía: Poemas erótico-amorosos y la Batalla de Qadesh; Libros sapienciales: extractos de las Enseñanzas de Ani; Textos religiosos: un Himno al Nilo y otros himnos; el Ritual de Amenhotep I, un Libro de invocaciones y un Libro de protección. Textos médicos: Tratado de enfermedades del ano; Textos mágicos y de «autoayuda»: recitaciones varias, textos mágico-religiosos, textos mágico-médicos, un texto mágico con la historia de Isis y Ra, una Interpretación de los sueños y un Tratado sobre afrodisiacos.

Si un mero escriba del poblado de Deir al-Medina llamado Qenherkhepeshef podía tener en su casa esta maravillosa colección, ¿qué no podría tener una reina o princesa de la XVIII dinastía a la que le gustara la lectura? Como decía en la canción: «Todo está en los libros» y eso es lo que queremos, muchos textos llenos de información, ese es el verdadero maná de los historiadores.

Fuente: http://www.elmundo.es/la-aventura-de-la-historia/2016/03/15/56e81245ca47413a038b4688.html

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