El año pasado, en una medida que generó polémica, sobre todo durante el invierno, el gobierno resolvió mantener su horario de verano (-3 GMT) durante todo el año, explicando que de esa forma se generaba un ahorro importante de energía.

De acuerdo a cifras oficiales, la medida generó en 2015 con un ahorro en las cuentas de luz de los hogares cercana al 1%.

Pero el mantenimiento del horario generó fuertes críticas, sobre todo en los meses de invierno, cuando los escolares debieron ingresar a oscuras a los colegios, lo que repercutió en un aumento del ausentismo escolar, especialmente en el mes de agosto.

«Está claro que levantarse y salir a trabajar o a estudiar con la luz del día es mejor para nosotros, sobre todo para los más chiquitos, los niños y niñas», dijo este lunes la presidenta Bachelet a periodistas.

«Los chiquillos van a llegar con más ánimo al colegio, los que se van solitos lo van a hacer con luz y no a oscuras, y van a estar más despiertos para poder aprender», agregó.

La presidenta reconoció, no obstante, el debate que genera el cambio en la sociedad chilena y destacó que la decisión se tomó tras analizar las opiniones de expertos y de la población en general.

De esa forma, y por un espacio más reducido que en ocasiones anteriores, desde el 14 de mayo comenzará a regir el horario de invierno (-4 GMT) hasta el 13 de agosto, cuando el país volverá al horario de verano (-3 GMT).

Si bien el horario único ayudó a extender la jornada y evitar el uso de luz artificial en la tarde fue duramente cuestionado por varios sectores como el agrícola, donde la medida complicó también los traslados y el inicio de la actividad en la mañana, que este lunes celebraron el cambio de timón del gobierno. (Foto Ilustrativa)