Según la CONAB, se producirán 5,5 millones de toneladas de trigo  en comparación con 7.070.300 toneladas en la primera evaluación del mes de agosto de 2015, es decir, disminución del 21,8% en comparación con la estimación inicial.  Durante 2014 se habían trillado 5,9 millones de toneladas.

Según el informe, la caída fue consecuencia de los daños causados ​​por el clima en cosecha de trigo en las zonas de producción de la región sur Brasil, principalmente en Río Grande do Sul.

«El daño a la cosecha de 1.530.000 pedido toneladas requerir mayores importaciones, lo que podría superará 5,75 millones de toneladas, un aumento que debería ocurrir en el primer semestre de 2016».

Esto hace que Brasil, según la Conab, deba importar este año 5,75 millones de toneladas de granos de trigo.  «La expectativa de mayores importaciones por Brasil en el primer semestre de 2016, se debe a reducida oferta interna de trigo de buena calidad debido alta pérdida de rendimient», aclaró el documento.

En este sentido, prosigue que «los molinos deben buscar el producto en el mercado internacional, como el argentino,  que ofrecerá mayores volúmenes de cereales después la caída de la tasa de exportación (retenciones)”.

En consecuencia, para Guillermo Rossi, analista de mercado de la Bolsa de Comercio de Rosario, es una gran oportunidad para que la Argentina siga abasteciendo al país vecino.

Argentina fue el principal proveedor de trigo de Brasil en 2015, con el 76% del total.

Durante enero y noviembre (faltan los datos de diciembre) de 2015, la Argentina fue el princial proveedor de trigo en Brasil. Así, Brasil  entre enero y noviembre importaron 4,70 millones de toneladas y el 76,7%, osea, 3,6 millones de toneladas, fue de origen argentino, frente a 5,49 millones de toneladas en el mismo período 2014, y con una participación de la Argentina sólo 26,6% (1,5 millones de toneladas).

Sin embargo, Rossi aclaró que no solo hay que apuntar a este mercado, sino que la Argentina está competitiva para abastecer otros países, como los de África. “Los últimos dos meses hubo negocios con Marruecos, Túnez, Argelia y Egipto”, puntualizó.

De todas maneras, el especialista de la Bolsa rosarina explicó que el porblema es que el saldo exportable argentino es bajo, alcanzando las 6,5 a 7 millones de toneladas generando una gran liquidación de los inventarios.  “No hubo una gran producción durnate esta campaña y los estándares de calidad no son los ideales, pero la superficie sembrada seguro se va a recuperar y en la campaña 2016/17 el país será un jugador importante”, vaticinó. El cultivo no pudo recuperarse porque la fecha de siembra se dio durante el gobierno anterior en la cual las condiciones (retenciones y ROEs) no eran las mejores.

Por otro lado, Rossi se metió de lleno en lo que está sucediendo en el mercado local en pleno trilla del cereal.

“Hay una gran variabilidad de precios dependiendo de la calidad del trigo. En condiciones cámara ronda los 135 dólares por tonelada pero tiene potencial de mejorar a 175 dólares por tonelada con proteína de 10,5%”.

Guillermo Rossi, de la Bolsa de Comercio de Rosario.​

Esto quiere decir, según el analista, que los exportadores y las industrias están pagando un fuerte premio por la calidad del cultivo porque escasea.

“Los malas condiciones climáticas y la baja de tecnología en la producción de trigo afectaron a la calidad del cereal”.  Y agregó:  “El mercado internacional está muy exigente con el tema de proteína por lo que los exportadores están muy atentos a este tema”.

Además, haciendo referencia a la queja de los productores ante el bajo valor que se le estaba pagando, aseguró que hay que tener en cuenta que en plena cosecha el mercado está sobreofertado y esto genera una tendencia bajista.