Luis Miguel Etchevehere.

El presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Luis Miguel Etchevehere, dialogó con la radio La Once Diez/Radio de la Ciudad e hizo responsable a los supermercados y carnicerías por la suba de precios: “Mantener precios altos es robarle al consumidor. Algunas carnicerías y supermercados no están trasladando la baja de la hacienda en pie a los mostradores.Tendrían que bajar los precios“.

Sobre este tema, agregó que “antes de las elecciones hubo incertidumbre y se empezaron a remarcar precios. Una vez conocido el Presidente, con los anuncios económicos se fuenormalizando el abastecimiento y bajó el precio en el mercado de hacienda en pie.  Cuando vemos que no cambian los precios salimos a hablar respecto de ello”, acusó.

En cuanto a los rumores sobre la suba de precios por el levantamiento de barreras de exportación, el titular de la SRAdesmintió diciendo que “no hay más oferta para poder exportartodavía, va a pasar un tiempo. No es consumo contra exportación: cuanto más se exportan determinados cortes, más quedan en laArgentina los cortes que nosotros consumimos”, advirtió.

Por otro lado, explicó las reacciones del consumidor: “El consumidor es dueño y puede elegir aquellos lugares en los quelos comerciantes eligen precios más convenientes”. Cuando hay un comerciante inescrupuloso que remarca de más, va tanteando y si sube un 30 por ciento y se lo pagan mantiene esa suba, y si no se lo pagan lo tiene que bajar”, indicó.

Además, sostuvo que “lo que tiene el consumidor es el ‘no’, comprar al lado o comprar otro tipo de carne”. En Argentinaestamos consumiendo 120 kilos de carne por habitante por año: 60 de bovina, 45 de aviar y 15 de cerdo.  “Hay alternativas, hayproteína animal en cualquier lugar donde uno se abastezca y que el consumidor haga valer su poder que es no convalidar esa suba”, aseguró Etchevehere.

Por último, disminuyó el tono al afirmar que “el consumidor convalide o no un precio es perfectamente legítimo y ordena al mismo productor. Siempre va a haber una tensión entre el que vende y el que compra”, aunque señaló que dicha tensión “no puede ser un abuso“.  “El límite que le está poniendo el consumidor a esos abusos va a hacer que la carne tenga un valor de acuerdo en la canasta familiar”, concluyó.