Calor sofocante y falta de propuestas culturales, entre las razones. Las atracciones serán el sur provincial, el Valle de Uco y la montaña.
La temporada de verano arrancó en Mendoza con un movimiento moderado en materia de turismo. Las atracciones por excelencia, en esta época del año, son el sur provincial, Valle de Uco y la montaña. Mientras que el Gran Mendoza queda relegado merced a diferentes factores.
Entre esos se encuentran el calor sofocante de la ciudad y la disminución de propuestas culturales en el área metropolitana. “Los turistas, en este período, prefieren la aventura, la tranquilidad, el frescor de otras zonas y las actividades al aire libre”, fundamenta Gabriela Testa, titular del Ente Autárquico de Turismo.
Enero viene tranquilo para el Gran Mendoza, lo que no reviste novedad. El nivel de ocupación esperado para este mes, de acuerdo a declaraciones de Testa, asciende casi al 40 por ciento. Mientras que el promedio provincial de reservas, según cálculos estimativos, es del 55 por ciento para el mismo lapso de tiempo.
Según, Edmundo Day, presidente de la Asociación de Hoteleros y Gastronómicos de Mendoza, las expectativas para este mes son levemente superiores en comparación con igual período del año anterior.
“Generalmente los segmentos de hoteles de 4 y 5 estrellas se llevan la mejor porción, con una ocupación que podría rondar el 60 por ciento”, aporta Day. Esos guarismos no se trasladan a segmentos inferiores, donde las reservas generalmente saben ser del 40 por ciento.
Más allá de las cifras, lo cierto es que desde el punto de vista de los empresarios del sector de turismo, 2016 comenzó con un promedio bajo de visitas.
«La ocupación hotelera ha sido regular para las fiestas y suponemos que la tendencia se mantendrá durante los primeros veinte días de enero”, coinciden algunos empresarios hoteleros. En efecto, la ciudad mendocina empieza a tener movimiento un poco más tarde.
Testa y Day concuerdan en que “ha habido retraso, en términos generales, en la toma de decisión para vacacionar». Y admiten que las causas pueden ser varias. Sin embargo, la principal tiene que ver con los cambios recientes en la economía de nuestro país.
“No deja de ser una consecuencia de las últimas decisiones macroeconómicas, como el fin del cepo”, explica el empresario hotelero, quien admite que “en este marco de incertidumbre, las consultas y las dudas han aumentado”. Por otro lado, la gente reserva muy sobre la fecha o directamente llega al alojamiento a solicitar el servicio.
El presidente de la Asociación que representa a unos 250 empresarios de la provincia dedicados a los rubros de alojamiento y gastronomía agregó: «Por estos días hay movimiento turístico local signado por los viajeros que llegan desde Buenos, Córdoba, Santa Fe y Chile. Estamos muy esperanzados con una temporada que puede ser muy buena, están todas las condiciones dadas”, dice.
La responsable del ente de Turismo esbozó un panorama alentador para el Gran Mendoza. A tal efecto, diferenció entre dos tipos de viajantes. “Por un lado, una fracción de los visitantes ha mostrado cautela antes y luego de la devaluación. Esto explica la demora para elegir el lugar y demás características relativas a las vacaciones. Son quienes realizan turismo nacional, por tanto es nuestro público objetivo», describe.
Del otro lado, se encuentran aquellos que actuaron con previsibilidad, se adelantaron a los hechos económicos acaecidos en las últimas semanas, y ya tienen comprados sus paquetes al exterior.
Respeco al turismo receptivo internacional, la ex directora de turismo de Godoy Cruz se muestra optimista: “Aunque no en la inmediatez, es muy probable que la llegada de viajates extranjeros se incremente sensiblemente considerando que hoy Argentina goza de un tipo de cambio más competitivo”.
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