El gobierno de Alfredo Cornejo pagaría antes de que termine esta semana el salario de los empleados estatales correspondiente a enero, según sugirieron fuentes del Ministerio de Hacienda.

La concreción de este objetivo será, de todos modos, compleja en el marco de la severa crisis financiera del Estado provincial: sin mayores detalles, los voceros oficiales indicaron que están «juntando las monedas» para que la liquidación de sueldos se haga antes de que finalice el mes.

En este sentido, hasta anoche, más allá de los pronósticos positivos, en la Casa de Gobierno señalaban que todavía «no hay fecha» para el pago de los sueldos ni confirmación de que esto se podrá hacer el viernes 29.

«No queremos decir nada por temor a que se caiga», expresó otra fuente oficial. Es que desde que comenzó la gestión de Cornejo, el pago de sueldos ha sido un desafío y sigue siéndolo.

Cornejo tuvo que completar la nómina de noviembre de Francisco Pérez, quien había tenido varios retrasos a lo largo de 2015 y conflictos con el Banco Nación, la caja a la que siempre acudió para solucionar el problema. A pesar de todo, el ex gobernador se fue de la peor manera: sin poder pagar al menos los sueldos.

Muy cerca de Navidad, su sucesor reunió los fondos para liquidar el medio aguinaldo; y el 30 de diciembre, la reaparición del Banco Nación con un préstamo de 2.200 millones de pesos le permitió pagar los sueldos de ese mes.

Cornejo se anotó dos puntos con los estatales, pero en este caso, el Gobierno no podrá echar mano del agente financiero de la provincia para honrar los sueldos. Sin embargo, sí estaría presente el Gobierno Nacional a través de una ayuda que las fuentes oficiales no precisaron.

Con ese respaldo y la recaudación propia se espera llegar a la suma necesaria, aunque todos cruzan los dedos para que ningún contratiempo lo impida.

De allí los condicionales de esta información. El pago de sueldos a los estatales se ha vuelto una buena noticia en Mendoza por lo mal que terminó la anterior. La nueva gestión apuesta a darla cada fin de mes, aunque la fragilidad de la caja es tan grande que nadie quiere abusar del beneficio.