San Rafael, Mendoza 24 de noviembre de 2024

El dron de los supersónicos y otro más real

dronLa compañía china EHang juega con la idea de transportarnos dentro de drones, mientras Parrot muestra un nuevo tipo de avión no tripulado.Cuando yo era pequeño había una serie que me gustaba mucho. Se llamaba Los Supersónicos (aunque el original era The Jetsons ). Creada en 1962 estaba ambientada en 2062 con lo que se podía permitir cualquier licencia, como el hecho de que los coches no fueran ya por el suelo sino que volaran.

Desde aquellos 60 hemos visto muchos intentos de coches voladores (en el cine ni digamos), la mayoría de ellos, convertibles que despliegan alas y necesitan una pista de despegue y aterrizaje.Ahora, el fabricante de drones chino EHang se ha dicho: si podemos hacer una máquina que eleve 20 kilos, ¿por qué no transportar a una persona? Y se han puesto manos a la obra.

El resultado teórico es el EHang 184, un cuadricóptero de ocho motores con dos juegos de hélices por cada brazo en cuyo interior lleva un asiento para un pasajero y una pantalla que servirá para programar y controlar el vuelo. Controlaremos el dron desde el propio aparato en lugar de estar en el suelo y veremos con nuestros propios ojos en lugar de mirar a través de un visor.

El primer problema es que ya no será un dron, es decir, un aparato volador sin tripulante. El segundo es que es todavía una ficción. Si uno pincha en el botón Buy Now se encontrará con que le ofrecen la posibilidad de comprar el Ghostdrone 2.0 en sus diferentes versiones, pero no el EHang que nos interesa.Como un aveParrot, sí ha mostrado un prototipo real de su nueva propuesta, el Disco, con el que rompe la tendencia que parecía imponer que los drones debían basarse en helicópteros.

Éste está más entre un ave y un avión. Tiene alas, una hélice trasera y un cuerpo bastante robusto en el que esconde la cámara frontal. Las imágenes de vuelo son muy potentes y la forma de despegar, también, un poco al estilo Lily: hay que lanzarlo como un disco. El aterrizaje es otro cantar. No es muy elegante, que digamos. La maniobrabilidad cambia mucho ya que no se puede mantener en vuelo estático ni asciende y desciende perpendicularmente, sino que se mueve como un avión. La ventaja, a cambio, es la autonomía: un único motor multiplica el tiempo de vuelo hasta los 45 minutos.

Fuente: http://www.elmundo.es/tecnologia/2016/01/07/568e6126268e3ee5488b457f.html

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