1- ¿Qué piensa sobre la quita de las retenciones a los cultivos y la eliminación de los ROE?
Con estas medidas que se tomaron, nosotros arrancamos y estamos en marcha otra vez. Eran de sentido común. Aun no ha cambiado la situación pero las perspectivas con el nuevo gobierno nos da una esperanza completamente diferente. Las políticas públicas anteriores eran distorsivas que no tenían ninguna explicación. Ahora, nos permite planificar y recorrer otra vez el camino de las buenas prácticas agrícolas (BPA) no solo para aumentar la producción y mejorar los recursos naturales sino que son claves por el compromiso que tenemos de cuidar el medio ambiente y la salud humana.
2- ¿Cómo contribuirá estas nuevas medidas en el uso de las buenas prácticas agrícolas?
En los últimos años la soja de primera ocupaba mas del 70% de la producción. Pero a su vez nosotros medíamos que producir usando en su conjunto las BPA sostenidas a lo largo del tiempo, como es la rotación de cultivos, no solo en diversidad sino también en intensidad, agregando fertilizantes y haciendo un manejo integrado de plagas, malezas y enfermedades, duplicábamos la producción por hectárea por año en la mayoría de las zonas productivas. De todas maneras, esto no se puede lograr de un día para el otro porque hay un desfinanciamiento real y una baja en los precios de los granos.
3- Entonces, con este nuevo escenario, ¿en cuánto se puede incrementar la producción agrícola?
Las 160 millones de toneladas que se prevén para el 2020 o el 2025, desde Aapresid decimos que lo podemos lograr antes, porque tenemos la capacidad instalada en el campo, tenemos la industria que nos acompaña desde la semilla hasta la maquinaria y los demás insumos. Y la incorporación de otros cultivos alternativos que dejamos pasar en estos años que estábamos dormidos. El problema es la falta de infraestructura porque no estamos preparados para este gran aumento en la producción, pero bienvenido estos problemas porque quiere decir que estamos avanzando y recuperando el camino que habíamos perdido.
4- ¿Cuál es el principal desafío para el agro en 2016?
Ahora que nos dieron las condiciones para desplegar nuestra tecnología, debemos asumir este compromiso y demostrar el potencial que tenemos con mucha cohesión, visión compartida y generar un vínculo fuerte puertas adentro para defender nuestra actividad. Por otro lado, debemos profundizar la relación con lo público. Podemos ser colaboradores estratégicos del nuevo gobierno.
5- Hace poco participó de París COP21, la cumbre mundial de Cambio Climático. ¿Qué conclusiones ha sacado?
Con productores de asociaciones que defendemos la agricultura de conservación en diferentes lugares del mundo, representando 160 millones de hectáreas (10% del área cultivable del planeta) mostramos a la agricultura como parte de la solución para la mitigación del cambio climático con los sistemas de producción basados en la siembra directa que disminuyen las emisiones de gases de efecto invernadero y promueven el secuestro de carbono en el suelo aumentando su stock, y por lo tanto, mejorando la fertilidad. Esto era una contradicción que se no podía soportar. Teníamos todo para ser los números uno pero no lo éramos por las políticas desacertadas. Con estas medidas para el agro, la Argentina puede volver a ser líder.
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