«Yo sabía que se iba a hacer una remake antes de que El secreto de sus ojos ganara el Oscar», confiesa Juan José Campanella . La historia empezó a escribirse dos meses antes del aquel histórico 7 de marzo de 2010, la noche en que el director argentino alzó la estatuilla dorada a la mejor película extranjera del año en la máxima fiesta de Hollywood.

Pero más allá del cartel las distinciones entre una y otra son notorias, a partir de dos nombres clave. El primero es Mark Johnson, un experimentado y muy apreciado productor que, además, integra el estratégico Board of Governors de la Academia de Hollywood como presidente del Comité de Películas Extranjeras de la Academia. El segundo es Billy Ray, avezado y prestigioso guionista (Plan de vuelo, Los juegos del hambre, Capitán Phillips) y director.

Ejiofor y Nicole Kidman.

El elemento clave del cambio entre una película y otra tiene que ver con uno de los tres personajes centrales. Chiwetel Ejiofor y Nicole Kidman reproducen en el nuevo contexto los papeles que en el film de Campanella interpretaron, respectivamente, Ricardo Darín y Soledad Villamil. Pero en Julia Roberts se mezclan los personajes de Guillermo Francella y Pablo Rago. Todo queda ya a la vista en el trailer: Roberts es una agente del FBI que encuentra el cuerpo de su hija dentro de un depósito de basura.

«Estaba buscando a alguien que fuera capaz de desaparecer en el interior del personaje. Lo había escrito originalmente para un hombre, pero después de una charla con Julia me pregunté: ¿y por qué no una mujer? Ella nos ayudó muchísimo a modificar el primer borrador de la película y sobre todo es alguien que puede marcar la diferencia en cualquier proyecto en el que se involucre», señaló Ray al semanario Entertainment Weekly.

Allí se cuenta que Ray lloró al llegar a su casa después de filmar aquella decisiva escena. Lo explicó así: «Me quebré por lo que Julia había hecho y porque mi propia hija tiene 18 años. Allí entendí que la verdadera razón por la cual necesitamos actores en este mundo es porque solamente ellos son capaces de caminar sobre esas emociones poderosas que a todos los demás nos provocan demasiado dolor».

Roberts, en tanto, dijo que es la primera vez que aceptó un guión en el que su personaje es originalmente masculino. «En este caso lo hice porque es un gran papel. Hemos cambiado algunas cosas para investigar en su dolor y que el espectador comprendiera sus motivos», dijo la actriz, que encontró otro motivo familiar para comprometerse en una película en la que se muestra todo el tiempo a cara lavada. El director de fotografía es su esposo y padre de sus tres hijos, Daniel Moder.