La controversia por el decreto de Macri.Los bloques del radicalismo en el Congreso celebraron la convocatoria a audiencias para evaluar los dos jueces nombrados por decreto. Buscan convencer al kirchnerismo.
Integrantes del Gobierno insistieron en que el Presidente no llamará a sesiones extraordinarias, que Rosatti y Rozenkrantz ocuparán las vacantes en febrero luego de cumplirse el procedimiento previsto en el decreto 222 -el lunes comenzará el plazo de 15 días para presentar en el Ministerio de Justicia las posturas y observaciones de la sociedad civil- y que sus pliegos se tratarán en marzo, en el inicio del período ordinario. En un primer momento Macri pretendía que sus candidatos juraran esta semana, por lo que los funcionarios consideraron que el cambio de postura adoptado luego de la reunión en la Casa Rosada con el titular de la Corte, Ricardo Lorenzetti, resultó un gesto suficiente como para ceder hasta ese punto y no ir más allá. Por la tarde descartaron la convocatoria a sesiones en febrero, como exigieron los senadores peronistas. “Por el momento no queremos abrir esa Caja de Pandora”, dijo a Clarín uno de los funcionarios del Ejecutivo encargado de construir en el Congreso el escenario favorable al nuevo Gobierno.
Encumbrados senadores del FPV se mantuvieron en su postura de rechazar las designaciones si previamente asumen en comisión. “El gobierno bajó un cambio al aplazar la jura, pero nuestra posición se mantiene tal cual. Es la del comunicado”, ratificaron anoche cerca de Miguel Pichetto, en referencia al pronunciamiento de anteayer. “Poner al Senado simplemente a validar o a confirmar actos previos del Poder Ejecutivo constituye una degradación de su facultad constitucional. Es inaceptable”, dijo a este diario el senador salteño Rodolfo Urtubey.
Funcionarios del Gobierno relativizaron ese duro posicionamiento, y se mostraron confiados en acomodar el escenario en el Senado en los próximos dos meses. “¿Qué peronismo no va a votar las designaciones si antes asumen en comisión? ¿Cuál de todos? Son varios peronismos, y dentro de poco va a haber más”, coincidieron dos en la Casa Rosada. El bloque del Frente para la Victoria está compuesto por 42 senadores, apenas seis menos que los dos tercios que necesita el oficialismo para conseguir la aprobación de los pliegos de Rosatti y Rozenkrantz. “Ya van a ser menos”, agregó uno de esos dirigentes de confianza de Macri. Un senador radical clave para tejer los acuerdos no expresó tanto optimismo, aunque también dejó espacio para que el tiempo encamine las negociaciones: “Ellos tienen sus quilombos internos, pero el decreto los unificó. Ahora hay que dejar que baje un poco la espuma”. La apuesta será encaminar el apoyo en la Cámara a partir de las negociaciones de la Casa Rosada con los gobernadores.
Del lado del FPV, pese a mantener la postura dura, dejaron entrever opciones para destrabar el escenario: sugirieron que podrían aprobar uno de los dos e iniciar negociaciones por la otra vacante y también recordaron la postura de Pichetto a favor de incrementar a nueve la cantidad de miembros de la Corte. “Son hipótesis, pero de parte de ellos todavía no hubo señales”, contó uno de los senadores, e insistió en el reclamo por la convocatoria a extraordinarias: “En febrero va a estar todo el mundo, ¿cuál sería el motivo para no sesionar?”.
Las espadas legislativas del macrismo en el Congreso descartaron esas opciones (“eso no está en análisis”, aseguraron), aunque dejaron cierto margen para que Macri llame a sesiones en febrero en caso de sellarse un acuerdo con el peronismo en las próximas semanas: “No está previsto que haya sesiones extraordinarias, salvo que las negociaciones conduzcan a ese camino”. Como en otras cuestiones, hubo idas y venidas en el nuevo Gobierno sobre la actividad en el Congreso durante el verano: de descartada la convocatoria pasó a posible “si hay alguna urgencia” -en palabras del propio Macri- y luego de la firma del decreto para las designaciones en la Corte quedó fijado marzo como fecha de tratamiento de los pliegos.
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