Argentina entra a partir del jueves en una nueva etapa política tras doce años de kirchnerismo. El cambio de rumbo no será solamente interno. El presidente electo, Mauricio Macri, ya ha diseñado una política exterior totalmente distinta a la que ha venido impulsando hasta ahora la presidenta saliente Cristina Fernández de Kirchner.

La redefinición de los intereses de Argentina a partir de este jueves, cuando Macri asuma el poder, ya fue adelantada por el líder conservador al día siguiente de ganar la segunda vuelta electoral, el pasado 22 de noviembre.Por un lado, su Gobierno será implacable con la «defensa de los derechos humanos» en Venezuela. Macri tenía pensado proponer la aplicación de la «cláusula democrática» en Mercosur para suspender al Gobierno de Nicolás Maduro en ese organismo regional. Así se lo trasladó a la propia Dilma Rousseff cuando la visitó el pasado viernes.

Tanto la presidenta brasileña como Macri quedaron a la espera de ver cómo se desarrollaban las elecciones legislativas en Venezuela. Ante la rápida aceptación de la derrota por parte de Maduro, Macri ha dado marcha atrás en su propuesta, con la confianza de que la oposición venezolana comience a controlar el poder legislativo en breve.La canciller designada por Macri, Susana Malcorra, ha subrayado que el desarrollo pacífico de los comicios legislativos y la reacción del Gobierno bolivariano hacen ya innecesaria esa propuesta de sanciones, basada en el «acoso» a la oposición denunciado por Macri. «No hay razón para solicitar las sanciones», declaró Malcorra.

La amplia victoria de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) el domingo le ha venido a Macri como anillo al dedo. Su propuesta no tenía muchos visos de salir adelante en el Mercosur, dada la negativa inicial de Rousseff a aplicar esa cláusula.En cualquier caso, Argentina, uno de los países con más peso e influencia política en la región, se ha posicionado ya como la punta de lanza del cambio de ciclo político que se vislumbra en la región, con el chavismo y el kirchnerismo en horas bajas y el Gobierno de centroizquierda de Rousseff contra las cuerdas por el proceso de destitución iniciado contra la mandataria brasileña.Estados Unidos y EuropaLa otra gran apuesta de la política exterior argentina será recomponer las relaciones con Estados Unidos y la Unión Europea.

El presidente Barack Obama fue uno de los primeros líderes mundiales en felicitar a Macri por teléfono. Después de doce años de desencuentros con los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, Washington ve en la Argentina de Macri un aliado indiscutible en América Latina. A Macri le interesa una buena relación con Estados Unidos, un país del que espera atraer inversiones y créditos para dinamizar la estancada economía argentina.Las relaciones diplomáticas con Europa también van a ser reconsideradas. Para ello, Macri ya se ha reunido con algunos embajadores europeos y se entrevistó la semana pasada en Buenos Aires con el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel García-Margallo, que no dudó en augurar una «espectacular» relación con Argentina.

Los lazos diplomáticos entre Madrid y Buenos Aires se han visto afectados en los últimos años por algunas decisiones de Cristina Kirchner, como la expropiación de la compañía petrolera YPF, cuyo accionista mayoritario era Repsol. Macri, que recibió al ex presidente José María Aznar, de visita en Argentina, ha confesado en más de una ocasión que le une una muy buena relación con el presidente Mariano Rajoy.El líder conservador tendrá ocasión de afianzar esa nueva política exterior el mismo día de su asunción. Este jueves llegarán a Argentina representantes de unas cuarenta delegaciones extranjeras, entre ellas la de España, encabezada por el rey Juan Carlos, quien mañana se entrevistará con Macri y con Cristina Kirchner y el jueves asistirá a los actos de investidura del nuevo presidente.

El nuevo hombre fuerte de Argentina tendrá ocasión el jueves de charlar con ocho presidentes de la región, entre los que figuran Rousseff y la chilena Michelle Bachelet, a las que ya visitó la semana pasada en su primer viaje al exterior como presidente electo. Ollanta Humala (Perú), Juan Manuel Santos (Colombia), Rafael Correa (Ecuador), Evo Morales (Bolivia), Horacio Cartes (Paraguay) y Tabaré Vázquez (Uruguay) también han confirmado su asistencia.Para Malcorra, ese giro en política exterior puede definirse como la «desideologización» en las relaciones diplomáticas de Argentina con el resto del mundo. «Las relaciones exteriores deben ser abordadas como políticas de Estado. Todo aquello que sirva a los intereses argentinos va a ser usado de una manera madura. No va a haber antinomias. Eso es madurez. Así funciona el mundo», declaró la «canciller» de Macri en una entrevista con la prensa local.

Fuente: http://www.elmundo.es/internacional/2015/12/08/5667285a22601dfd2f8b460b.html