Estados Unidos felicitó a Martín Lousteau por su nominación y fuentes oficiales señalaron que esperaban trabajar con él “en una amplia variedad de temas bilaterales” y que “Argentina y EE.UU. tienen una larga historia de valores e intereses compartidos”.

Pero más allá de las formalidades del gobierno, Michael Shifter, director del InterAmerican Dialogue -un centro de análisis donde suelen venir los argentinos, incluso el propio Lousteau, a dar conferencias sobre la situación del país-, señaló a Clarín que el futuro embajador “tiene el perfil político y técnico para hacer un buen trabajo. Con esta designación, Macri refuerza su idea de convocar a funcionarios idóneos más allá de su origen partidario. El ha prometido un realineamiento de la Argentina en política exterior, y la embajada en Washington será uno de los puntos centrales de este cambio”.

Respecto de las prioridades, Shifter señaló que “uno de los temas más urgentes será la negociación con los holdouts, porque resolver esta disputa será clave para la macroeconomía argentina. La designación de un economista de profesión como Lousteau muestra la importancia de este asunto”. “En segundo lugar, el nuevo embajador deberá restaurar los lazos con el gobierno y el Congreso de Estados Unidos (un actor clave para la política exterior de EEUU)”.

Carl Meacham, del Center for Estrategic and International Studies (CSIS), otro centro de análisis local, señaló que la designación extrapartidaria de Lousteau “parece a responder a una necesidad de Macri de juntar votos en el Congreso”. Y que el nombramiento no es negativo o positivo porque “aquí la gente quiere ver cuáles serán concretamente las nuevas políticas”, sobre todo en seguridad y narcotráfico. “Hay mucha disposición a trabajar con la Argentina”, agregó.

Más cauto se mostró Juan Carlos Hidalgo, del CATO Institute, un think tank conservador de esta capital. Dijo a Clarín: “Existe mucha expectativa sobre el cambio que Mauricio Macri representa en la relación de Argentina con el mundo, en particular con EE.UU., donde intereses políticos y económicos encontraron en los Kichner a gobiernos sumamente hostiles. Ciertamente Martín Lousteau, exministro K, no es la persona que uno esperaba para proyectar ese cambio en la imagen de Argentina en Washington.”

Mientras tanto, y a pesar de que se anunció que finalizaban sus funciones en la Embajada argentina el 30 de noviembre, la fecha formal de su alejamiento del cargo, Cecilia Nahón aún sigue en el edificio de la avenida New Hampshire, dándo órdenes como siempre.

Según pudo saber Clarín, Nahón continuaba estos días de diciembre yendo a trabajar como si aún tuviera el timón de la sede diplomática, que en teoría debería ya está en manos del encargado de Negocios, Carlos Mascias. Pide informes y listas a sus colaboradores y empleados de la sede diplomática como si nada hubiera pasado.