Todo se reduce a las expectativas. Y, en ese juego, mostrar algunas manos sirve a las intenciones oficiales. Con otras, el Gobierno prefiere ocultar las cartas, sobre todo si esa estrategia se alinea con futuras jugadas para contener los precios.

Por otra parte, en reuniones reservadas, el ministro Francisco Cabrera pidió a los fabricantes contener los aumentos de precios en los autos, por lo menos hasta enero. Las 11 terminales locales buscan recomponer los valores de sus productos tras la devaluación del 40 por ciento. Según supo LA NACION, las subas serían por debajo de ese porcentaje, ya que los empresarios descuentan que la mayor oferta, sumada a la rebaja del impuesto interno, servirá para contener las alzas de precios.

Hasta la actualidad, los vehículos que iban de $ 225.000 a $ 278.000 estaban gravados con una tasa de 30%, y para los que superaban los $ 278.000 se aplicaba una alícuota de 50 por ciento. En este último caso, los precios de los autos aumentaban hasta 100 por ciento. No habrá diferencias entre vehículos nacionales e importados. Además el 99% de la producción nacional de motos no tributará el impuesto y se aplicará una tasa del 10% a las embarcaciones cuando superen los 400.000 pesos.

«La modificación realizada por el Gobierno permitirá a las empresas contar con previsibilidad para planificar y aumentar la producción y comercialización de las versiones de los segmentos de vehículos que se vieron afectados, aumentando la oferta de modelos y las fuentes de trabajo en la cadena automotriz», destacó Enrique Alemañy, presidente de la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa).

«Esto va a generar una baja de precios», afirmó ayer Cabrera en un encuentro informal con periodistas. «Pero ¿la devaluación no va a incrementar los valores de los autos?», preguntó LA NACION. «Vamos a ver qué dice el mercado», aseguró.

Cabrera y Alemañy fueron los protagonistas de un encuentro reservado el martes de la semana pasada por este tema. Es que, tras la salida del cepo, la mayoría de los fabricantes ya había enviado listas de precios a los concesionarios con aumentos. Como con otros productos, Cabrera pidió que se retrotraigan los valores al 30 de noviembre. Con prudencia, Alemañy hizo llegar el mensaje a la mesa de Adefa. Casi todos cumplieron. Las próximas reuniones oficiales quedarán para los primeros días de enero. Por eso, muchos gerentes de Asuntos Públicos aprovechaban esta semana para tomarse unas minivacaciones.

Las subas no serán iguales por empresa o segmento. Pero como referencia, una terminal europea ya había planificado alzas de 30% promedio dividido en tres meses. Un competidor estadounidense pensaba, en tanto, en aumentos de un 20% sólo en enero. Todos los costos de la industria automotriz están en dólares: los principales insumos básicos locales están dolarizados y muchas autopartes vienen del exterior. En pesos quedan sólo los salarios.

«Cómo puedo explicarle a la casa matriz que el dólar se devaluó un 35% y yo no toqué mis precios», se preguntó el dueño de una terminal europea. «Los precios nominales se van a mover, pero la competencia los va a acomodar», analizó. «Si el 100% de la devaluación se va a los precios, va a pasar lo mismo que en 2014, cuando la inflación se la comió», afirmó un ejecutivo. «Nos pidieron ser muy prudentes en diciembre. Esperar a ver cómo vienen las pautas del consejo económico social», completó.

«¡Ellos ya aumentaron por nosotros!», se enojó días atrás el directivo de una automotriz en un restaurante italiano de la Recova. Se quejaba de los concesionarios, que pedían a las fábricas no subir los precios, cuando en los últimos meses muchas cobraron sobreprecios por la falta de stock y la especulación cambiaria.

Fuente: http://www.lanacion.com.ar/1858139-el-gobierno-redujo-un-impuesto-a-los-autos-y-ahora-busca-frenar-los-precios