Esta tarde asume el gobernador electo Alfredo Cornejo. El hombre que nació en San Carlos y que se ganó un nombre en la política como militante en Godoy Cruz tuvo un largo recorrido para llegar a este momento. Siempre estuvo claro que quería llegar a este día y el camino lo fue construyendo con paciencia y tenacidad.

Esta tarde, 17, jura ante la Asamblea Legislativa; luego, a las 19, el hasta ahora gobernador, Francisco Pérez, le transferirá el bastón de mando y la banda en el cuarto piso de Casa de Gobierno y minutos después tomará juramento a sus ministros en la explanada del palacio gubernamental.

Para llegar a este momento hay un hecho que podría marcarse como el inicio de la carrera de Cornejo a la gobernación: el 17 de mayo de 2011 se reúne con Roberto Iglesias. Ambos tenían aspiraciones en aquella elección que terminó poniendo a Pérez en la Casa de Gobierno. Esa mañana Cornejo resigna sus aspiraciones e Iglesias se transforma en el candidato del radicalismo.

Ese mismo día Cornejo empezó a trabajar para su candidatura 2015, trabajo que incluyó la conformación de un frente electoral amplio, con demócratas y macristas.

Toda revisión suele ser inexacta, en el caso Cornejo en parte porque su decisión es anterior a ese encuentro en el entonces The Modern Hotel. Pero ese día, al resignar sus aspiraciones, Cornejo pidió a cambio conformar las listas de legisladores que acompañarían a Iglesias, la mayoría de los congresales y la presidencia de la UCR. De esa forma, consolidó su poder dentro de la UCR.

El 24 de noviembre de 2011, un mes después de que Iglesias perdiera la elección frente a Pérez, Cornejo asumía la presidencia de la UCR provincial y empezó a trabajar en su propia proyección.

Siempre hubo dos frentes, por un lado la tarea de arrastrar al radicalismo a un frente electoral con él como candidato a gobernador y por el otro, seducir al Pro de Mauricio Macri y al PD para que ingresen en ese frente.

La oferta electoral del PD siempre dividió el voto opositor. Cualquier aspirante fuera del oficialismo sabía que la conformación de un frente es una clave del éxito, así como cualquier oficialismo sabe que alentar la división de los adversarios facilita la tarea de conservar el poder.

No era fácil consolidar un frente electoral amplio; los obstáculos estaban afuera y adentro de la UCR. En ambos lados había y hay quienes defienden la pureza de la identidad partidaria y también hay quienes aprovechan y le ponen precio a la división.

Hay hechos visibles de la estrategia de Cornejo. El 29 de enero de 2012, Macri vino a Mendoza, la excusa era ver un partido del torneo de verano que tenía a Boca como protagonista. Pero de paso firmó un “acuerdo cultural” con Cornejo en la Bodega Escorihuela. Supuestamente se iban a intercambiar bienes culturales entre la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y la comuna de Godoy Cruz. Hubo foto y un mar de fondo.

En esa visita, Macri decía “nosotros nos sentamos con todos y dialogamos buscando coincidencias”; Cornejo decía “basta de restringirnos de trabajar juntos quienes pensamos distinto en varias cosas pero que podemos coincidir en programas comunes”.

Ese fue el primer paso. Ambos lo necesitaban: Macri no tenía estructura propia en Mendoza, venía usando la del PD pero sin resultados, en 2011 hasta la compartió con los Rodríguez Saá, dado que los demócratas habían firmado con ambos; Cornejo necesitaba que Macri forzara al PD a cerrar con la UCR. De esta manera Cornejo le “robaba” la referencia nacional al PD y empezaba a tejer Cambia Mendoza.

Para el 17 de agosto de 2014, la UCR era parte del frente UNEN y sus principales referentes llegaban al Manzano Histórico. Estaban Elisa Carrió, Ernesto Sanz, Julio Cobos y Hermes Binner. Por entonces, Carrió y Sanz querían incorporar a Macri y conformar un frente opositor al kirchnerismo, Cobos y Binner agitaban las banderas de la centro izquierda y resistían a la centro derecha.

Ese día Carrió almorzó con la cúpula del PD para tratar de arrimarlos a un frente opositor.

Al interior de la UCR, también había resistencias. Cobos, la actual vicegobernadora electa Laura Montero y quien será ministro de Economía Infraestructura y Energía, Enrique Vaquié, se oponían a esa alianza que implicaba compartir espacio con el Pro.

Cornejo jugó su carta el 13 de diciembre pasado, cuando se hizo el congreso partidario que decidía si el radicalismo aceptaba o no la incorporación del Pro en un frente electoral. El gobernador electo dijo que ese frente era “para ganar la provincia”. Los votos  de los congresales cornejistas y de Sanz hicieron el resto.

En aquellos días, había varios anotados radicales para la gobernación: Montero, Vaquié y el intendente de Junín, Mario Abed. Cornejo aparecía como el mejor posicionado en las encuestas y el adelantamiento de las elecciones provinciales que dispuso Pérez lo favoreció. Así, el 22 de enero se proclamó la fórmula Cornejo-Montero; el trabajo interno estaba terminado, faltaba una sola puntada.

En las dos gestiones como intendente de Godoy Cruz, Cornejo venía trabajando con el Partido Socialista, Coalición Cívica-Ari y Libres del Sur, no era difícil sumarlos. Faltaban el PD y el Pro.

El macrismo local jugó una carta para arrinconar al PD. En la primaria abierta de Capital, los demócratas tuvieron que ir solos, los habituales socios del Pro acompañaron al candidato radical Rodolfo Suárez. La amenaza de afrontar otro revés los terminó arrimando. El 18 de febrero, el PD y el massismo local ingresaban oficialmente al Frente Cambia Mendoza. El menú estaba listo para que Cornejo fuera gobernador, algo que logró tras ganar las PASO del 19 de abril y la general del 21 de junio.

Hoy a las 17, el vice saliente Carlos Ciurca tomará juramento a Montero y la vicegobernadora será la encargada de hacer jurar a Cornejo. Luego la acción se trasladará a Casa de Gobierno. En una instancia íntima en el cuarto piso, Pérez le entregará los atributos a Cornejo. Luego, en la explanada, la celebración radical con juramentos de ministros y su primer discurso como gobernador.

Laura Montero, la primera mujer en la Vicegobernación

Laura Montero viene de una familia radical. Su padre, Rodolfo, fue ministro de Santiago Felipe Llaver, en la vuelta a la democracia. Pero ella no tuvo una militancia activa hasta que en 2003 Julio Cobos la designó ministra de Economía. De allí en más, desarrolló una ascendente carrera: fue elegida diputada nacional en 2007, senadora nacional en 2009.

Su aspiración este año era encabezar la fórmula radical, pero terminó aceptando el segundo lugar y al menos ya marcó un hito: será la primera vicegobernadora en la la historia de Mendoza.