Desde antes de abrir sus puertas, el domingo, la presencia de los niños de todas las edades y nacionalidades se hizo sentir en las actividades programadas en el famoso Children’s Alley, donde lo mismo escucharon lecturas en inglés, dibujaron, que disfrutaron la representación de la obra Animales!, una coproducción del Teatro Prometeo y el Centro Cultural Español, entre otros entretenimientos.

La Feria reunió en esta edición poco más de 200 000 personas, lo que demuestra la atracción que todavía ejerce el libro impreso frente al avance del formado digital.

De los 500 autores que presentó el evento, fue notable la participación de escritores hispanos, que sumó 80, y se hizo sentir el último día en los diferentes encuentros con el público.

Sin dudas, uno de los momentos más esperados correspondió a la presentación Amarres perros (Alfaguara), la autobiografía del escritor y ex canciller mexicano Jorge G. Castañeda, a cargo del periodista y escritor y presentador de Univisión Jorge Ramos, quien destacó que el autor “es una de las voces más influyentes en el exterior [de México], ya sea en español, en inglés o en francés”.

Ramos calificó el encuentro como “una conversación que comenzó hace 30 años y que aún no se ha detenido”. También dijo que el libro es “una de las pocas biografías en que [el autor] se atreve a todo y a criticarse a sí mismo”.

Castañeda, de 62 años, expresó a el Nuevo Herald, que no consideró precipitado escribir sus memorias a su edad, “porque es cuando se puede hacer y uno se acuerda de las cosas, tiene los documentos, el tiempo, la energía y la compañía de familiares y amigos que estuvieron en todo esto”.

Luego señaló que el mayor reto al hablar de sí mismo, en un libro que le tomó casi tres años escribirlo, fue “encontrar un tono que fuera suficientemente sincero y abierto, y al mismo tiempo contar cosas que le resultaran interesantes al lector”.

La sala estuvo abarrotada.

Otro momento esperado fue Rumbos de la novela negra en Iberoamérica, que contó con un panel integrado por el mexicano Elmer Mendoza, el español José C. Vales y los cubanos Rodolfo Pérez Valero y Leonardo Padura, Premio Princesa de Asturias 2015, quien ya había participado en una conferencia el sábado.

“La novela policial está en un buen momento a nivel editorial, no solo en los viejos centros, sino en los que se han ido creando”, dijo Padura al referirse a la proliferación del género en la literatura española, italiana, griega, portuguesa y escandinava. “Todo eso ha dado una diversidad a la novela policial que, además, en los últimos 25 años se ha convertido en un vehículo de conocimiento de las nuevas sociedades y de los nuevos riegos que están afrontando”.

A lo largo del día se presentaron el español Gustavo Martín Corzo (Donde no estás), la nicaragüense Gioconda Belli (El intenso calor de la luna), la argentina Perla Suárez (El país del diablo) y la mexicana Guadalupe Nettel (Después del invierno).

Mientras, en el espacio escénico The Swamp, Pepe Bahamonde, productor ejecutivo y escritor de la serie de televisión ¿Qué pasa USA?, rememoró momentos del legendario programa con los actores Barbara Ann Martin y Ted Janes, y leyó fragmentos de su próxima comedia bilingüe, que presentará en colaboración con Teatro Prometeo.

El teatro cubano tuvo un aparte en Dos miradas al universo teatral, que trajo desde España al novelista y dramaturgo Abilio Estévez, Pablo Díaz Espí, director del portal Diario de Cuba, y Ladislao Aguado codirector de Ediciones Hypermedia.

Estévez presentó Teatro selecto (Verbum) una antogía que incluye La verdadera culpa de Juan Clemente Zenea, su primer texto para la escena, Perla Marina, La noche y Los adioses, el más reciente.

Antes de leer algunos fragmentos de este último, el dramaturgo comparó las obras con “cuatro estaciones” de su producción. Dijo que si La verdadera culpa…se trata de “un poeta romántico que tuvo la mala idea de entrar en política”, en Los adioses habla de “la condición de exiliado y del decir adiós a muchas cosas”.

En la presentación de Santa tu boca (Hypemedia) – compilación de ocho obras de dramaturgos cubanos realizada por Atilio Caballero–, Díaz Espí enfatizó en cuán difícil resulta seguir el teatro cubano de la diáspora.

Curiosamente, salvo el director escénico Erom Jimmy, en la audiencia no había ninguna otra representación del teatro miamense.

El panel Entre cuentos y microficciones tuvo a la española Mariasun Landa (Diccionario de hormigas) y al cubano José Lorenzo Fuentes (Hierba nocturna). Entretando, Tres visiones del universo familiar reunió al costarricense Carlos Cortés (Larga noche hacia mi madre) y al puertoriqueño Eduardo Lalo (Simone).

Doreen Conlondres, otra puertorriqueña, puso sazón al domingo con una demostración culinaria de quinoa con pollo y cerdo, y una sopa de calabazas dulces, mientras el público esperaba la presentación de su nuevo libro: La cocina no muerde (Aguilar).

“La cocina es una terapia”, afirmó la chef. “A través de mi libro quiero convencer a la gente de que la cocina es un estilo de vida, y no una tarea”.

En Voces poéticas de hoy participaron el venezolano César Segovia (Próximo tren), el argentino Luis Alberto Ambroggio (El jardín poético) y los cubanos José Abreu Felippe (El tiempo a la mitad) y Orlando Rossardi (Palabra afuera), quien dijo que aunque “la salud de la poesía hispana es buena, los comensales son pocos”, debido a que el género “requiere un esfuerzo mayor por parte de los autores”.

Mariela Gal, gerente del programa en español de la Feria expresó su satisfacción por haber cumplido el objetivo del evento: “complacer todos los gustos literarios con obras de autores tan conocidos como Leonardo Padura, Laura Restrepo, Jorge Eduardo Benavides, entre una serie de luminarias de la literatura, y nombres menos conocidos para el público de Miami”.

Gal subrayó el interés del evento en sumar a los escritores locales “en este Miami tan rico culturalmente, donde tantas personas hablan español”. Entre las novedades de la feria destacó las traducciones simultáneas del español al inglés en algunas conferencias, que se incrementarán en el futuro.

El rol de la las revistas digitales en la vida cultural de la ciudad, otro de los encuentros tradicionales de la Feria reunió a representantes de Baquiana(Maricel Mayor Marsán), Letra urbana(Mónica Prandi), Nagari Magazine (Omar Villasana), Suburbano (Pedro Medina) yDominicana en Miami (Glenda Galán).

“La grandeza de Miami es la conjunción de culturas, sabores y talentos”, dijo la dominicana Glenda Galán, cuyo portal recibe 20 000 visita al mes, tras reconocer “la contribución de los cubanos a la vida cultural de la ciudad”.

Al final hubo una lectura de poemas a cargo de los españoles Juan Kruz Igerabide, Gustavo Martín Garzo y, nuevamente, Mariasun Landa; el costarricense Carlos Cortés; el puertorriqueño Eduardo Lalo; el peruano Pedro Medina; el mexicano Guadalupe Nettel y los cubanos Odette Alonso, Andrés Reynaldo, Ramón Fernández Larrea y José Fernández Pequeño.

“Si los treinta y dos años de la Feria es un cumpleaños que nos llena de sano orgullo, mucho más importante es poder constatar los miles de lectores que siguen disfrutando sus eventos”, dijo Eduardo J. Padrón, presidente del MDC, que expresó el agradecimiento en nombre de quienes los hacen posible, “no obstante los tenebrosos augurios que especulan sobre la desaparición del libro, arrollado por la parafernalia digital”.

“En esta época de incertidumbre, en un mundo convulso por los extremismos, nada mejor que un hecho cultural de tal categoría para seguir esperanzados en los grandes valores de la humanidad”, concluyó Padrón.

Fuente: http://www.elnuevoherald.com/entretenimiento/article46027470.html