Marta Santos Pais, experta en infancia de la ONU, habló con LA NACION en el cierre de Tecnología para un mundo mejor, el primer encuentro regional realizado en el país sobre Ciudadanía y Alfabetización Digital.
«Hay que dejar de ver el mundo digital como un espacio virtual y entenderlo de una vez como una extensión del mundo real», afirma Marta Santos Pais, representante Especial sobre la Violencia Contra los Niños de la ONU. La experta, abogada de profesión, lleva muchos años siguiendo el tema y ocupada en crear nuevas estrategias para eliminar el maltrato, en todas sus formas, contra los niños, niñas y adolescentes de todo el mundo. Durante ayer y hoy -junto con otros referentes internacionales en derechos del niño-, participó de Tecnología para un mundo mejor, el primer Encuentro regional de Ciudadanía y Alfabetización Digital que culmina esta tarde, en Tecnópolis, para abordar los conflictos que provocan las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) como también para potenciar sus beneficios asociados al aprendizaje y la inclusión.
«Por desgracia, y más allá de las puertas que abre al desarrollo de los niños, el uso de las TICs está asociado a importantes riesgos, lo que me ha motivado a dar prioridad a este tema. Muchos criminales utilizan las TICs para encontrar nuevas víctimas, para alcanzar nuevos «mercados» para la explotación y para seguir delinquiendo desde el anonimato y en total impunidad -dice Pais a LA NACION-. Sucede que las TICs han reconfigurado tipos de violencias ya existentes y han multiplicado el impacto de algunas formas de abuso y explotación (facilitando, por ejemplo, la distribución y el almacenamiento de millones de videos y fotografías de abuso infantil). Al ser un espacio difuso, sin fronteras y poco reglamentado, la investigación y la persecución de los crímenes que se generan o utilizan Internet representa importantes desafíos».
Aunque la proporción de niños afectados sea relativamente baja, según su análisis, los riesgos son significativos. «Un ejemplo ilustra bien esta situación: entre 1997 y 2006, se registró un incremento del 1500 % en el número de imágenes de abuso sexual de niños disponibles en Internet, y los niños víctimas son cada vez más pequeños. En más del 80% de las imágenes aparecen niños menores de 10 años, y cada vez hay más bebes víctimas», lamenta Pais.
-Dice que las nuevas tecnologías han reconfigurado formas de violencias ya existentes. ¿Cuál es la situación en América latina?
-En América latina hay una movilización importante contra la explotación sexual. La inmensa mayoría de los países de la región ha ratificado el Protocolo Facultativo de Naciones Unidas contra la venta de niños, la explotación sexual y la prostitución infantil, lo que ha permitido avanzar de forma considerable en la mejora de legislaciones y políticas, gracias a la acción de gobiernos, defensorías de la infancia, la sociedad civil y el sector corporativo. Pero lo que debemos comprender es que la violencia en Internet es la amplificación de un problema generado en otro espacio. Por eso debe trabajarse desde una perspectiva integral y de derechos, e incidir sobre los factores que crean o aumentan los riesgos, la vulnerabilidad, la impunidad. Estos incluyen la pobreza, la exclusión social, la inestabilidad política, social o económica, la fragilidad de los sistemas de protección, la corrupción y la falta de confianza en las instituciones, las actitudes y comportamientos que aprueban o toleran la violencia. Al mismo tiempo, es crucial promover medidas que empoderen a los niños, aumenten su resiliencia y ofrezcan espacios para su participación activa en la prevención y respuesta a la violencia. La investigación que estamos desarrollando actualmente sobre el ciberacoso muestra muy claramente la relación entre el ciberacoso y la discriminación cotidiana en la escuela o la comunidad.
-¿Y cómo actuar entonces?
-Ya dijimos que, a menudo, la tecnología es un vector y amplificador de un problema generado en otro espacio, y por tanto no se soluciona limitando el acceso al móvil o al ordenador. Creo que a pesar de la gravedad de los riesgos generados por las TICs, no hay que diseñar estrategias desde el miedo y la censura. La prevención y la respuesta a la violencia en línea debe aspirar a maximizar las oportunidades y beneficios que la tecnología nos ofrece, y a minimizar los riesgos. Como también nos recuerdan los adolescentes y jóvenes: más que simplemente tratar de evitar las amenazas en línea, es importante que los niños desarrollen su capacidad como ciudadanos digitales. Promover valores sólidos y medios de preparación para la vida, incluido un firme sentido de responsabilidad, respeto y preocupación por los demás.
-¿Cuál es el grado real de conocimiento de los niños y adolescentes sobre los potenciales riesgos del ciberespacio?
-Creo que los niños no son «nativos digitales». Aunque manejen la tecnología con mucha destreza, a menudo les faltan los conocimientos y habilidades necesarias para identificar riesgos, incluido el posible daño que ellos mismos pueden causar a otros. No siempre saben cómo responder ante conductas y contactos inapropiados o ante contenidos dañinos e ilegales. El caso es que los adultos no estamos mejor preparados. Todos los días, y a menudo sin saberlo, asumimos el riesgo de violaciones de nuestra privacidad, de pirateo de tarjetas de crédito, robos de identidad, daños a nuestros aparatos. Es importante promover un espacio donde gobiernos, instituciones, la sociedad civil y el sector corporativo dialoguen sobre oportunidades y riesgos, encuentren soluciones y asuman la responsabilidad de implementarlas. El apoyo a la educación y a las familias es clave. Ellos son los que mejor podrán transmitir esos valores y habilidades que permitirán a todos los niños disfrutar de las ventajas que ofrece la tecnología a través de un uso informado y responsable.
-Debido a la brecha digital intergeneracional y al poco conocimiento de los adultos sobre las nuevas tecnologías, muchos padres creen que han perdido la autoridad para transmitir criterios de cuidado y advertencia ¿Cómo pueden los padres proteger a sus hijos en los entornos virtuales?
-Los padres no deben renunciar a su importante labor de guía. El descubrimiento de la tecnología en familia puede ser tan apasionante como el descubrimiento de un nuevo lugar de vacaciones. Valorizar las habilidades de un hijo no disminuye la autoridad de los padres, sino que estrecha lazos y genera oportunidades para un enriquecimiento mutuo. Hay dos medidas fundamentales que todo adulto responsable de un niño puede tomar sin necesidad de haber tocado nunca un ordenador: establecer un espacio de diálogo sereno con el niño y proporcionarle acceso a personas que puedan guiarle en los aspectos más técnicos, a veces un hermano mayor, un profesor, un amigo. El niño debe saber que, como en casa, en la escuela o en la calle, hay que respetar al otro y ejercer su sentido crítico. No hay que tolerar la violencia y hay que tomar precauciones. Lo más importante es que el chico sienta que siempre podrá contar con sus padres si los necesita, y que los padres reconozcan la oportunidad de reforzar la unidad familiar jugando y explorando el universo digital.
-La Convención Internacional sobre los Derechos del Niño fue redactada con anterioridad al auge de Internet ¿Qué cambios o agregados se necesitan?
-Con la adopción de la Convención, en 1989, se sentaron los fundamentos de un cambio de paradigma en la forma en la que la sociedad considera la infancia. Para que se opere este cambio de paradigma, la Convención pide que la sociedad deje de considerar a niños, niñas y adolescentes como objetos de protección y beneficiarios pasivos de servicios, y los reconozca y trate como sujetos de pleno derecho y agentes de cambio social. Esta revolución generó importantes cambios en constituciones, leyes, políticas, actitudes y comportamientos que han resultado en una mejor protección de los derechos de niños, niñas y adolescentes en todo el mundo. A pesar de que la Convención vincula jurídicamente 196 países, hay que reconocer que la brecha que separa los compromisos adquiridos por los mismos y la realidad de los niños sigue siendo inmensa. En 1989 también se desarrolló la World Wide Web, la Red Global que, con Internet, revolucionaría la forma en que nos informamos, aprendemos, comunicamos, accedemos a servicios, trabajamos y creamos. Hoy es importante reconocer la convergencia de ambos procesos. Por un lado, la importancia de las TICs como herramienta para la promoción y protección de los derechos del niño y, por otro lado, la importancia de incluir la perspectiva de los derechos del niño y su interés superior en el desarrollo de la tecnología.
Datos de conectividad y uso
Usuarios de Internet en todo el mundo: Inicio de 1998, menos de 200 millones de usuarios, finales de 2015, 3.2 mil millones de usuarios
En América latina, cerca del 40% de la población esta conectada, aunque el Sur registra un mayor índice de conexión. La brecha en el acceso afecta sobre todo a las zonas rurales y montañosas, donde la cobertura de servicios es menor. A esto se suma una brecha social creada por el costo asociado al acceso y uso de la tecnología
Hay una brecha de género en todo el mundo: el 41% de los usuarios de Internet son hombres, el 37%, mujeres En los países en desarrollo esta brecha es aún más evidente.
Fuente: La Nación – http://www.lanacion.com.ar/1843300-la-violencia-en-internet-es-la-amplificacion-de-un-problema-generado-en-otro-espacio
Sé el primero en comentar en ««La violencia en Internet es la amplificación de un problema generado en otro espacio»»