San Rafael, Mendoza 23 de noviembre de 2024

Vanina Cejas: «Busco a mi mamá biológica»

KODAK Digital Still Camera

Vanina Cejas tiene 39 años. Una familia conformada por su esposo y cuatro hijos. Desde los 13 años busca a su madre biológica. Alguien le contó que nació en el Hospital Teodoro J. Schestakow, un dato que no se sabe con certeza. Esta es su historia de búsqueda. Búsqueda de la verdad, de su madre biológica, de sus raíces, de su familia. Tiene que sufrir que una persona sabe con certeza todos sus datos pero no quiere decir la verdad.

Su historia de búsqueda comenzó hace 6 años. Pero muchos años antes se enteró que es hija adoptiva, por decirlo de alguna manera, porque, luego de comenzar su investigación, se enteró que la llegada hasta sus padres de crianza no fue precisamente por adopción.

12065979_752296888209209_3300455268383572973_nMi historia comienza cuando mi mamá biológica vino de General Alvear, supuestamente de Bowen, con su mamá a tenerme en el Hospital Schestakow. Una tía de crianza me cuenta que en esos días estaba en el hospital haciendo las prácticas de enfermería y se entera que mi mamá biológica iba a dar a su bebé en adopción, obligada por su mamá, ellos tenían mucha plata en ese momento. Ahora no sé, porque no sé de su situación, no tengo idea de nada. Obligada por su madre me tiene que dar en adopción, pero ella se quería quedar conmigo, porque ella estaba de novia. Es más, ella intentó escaparse conmigo y su mamá no la dejó en ningún momento así que no lo pudo hacer. Entonces esta tía de crianza la conoce, se presenta, le dice que a ella le gustaría quedarse con el bebé o la beba, pero ella en ningún momento le preguntó ni siquiera cómo se llamaba, nada, según me cuenta.

12079455_752294848209413_964126254573491033_nNací, y hacía unos 15 días, mi madre de crianza había perdido a su bebé. Entonces ella habló con su hermano, quien sería mi papá de crianza y le dijo que había una bebé que la entregan en adopción, pero le advirtió que se tenía que decidir en ese momento porque a la mamá le estaban por dar de alta y si no, va a una casa cuna. Mi papá me dijo que sí, y una enfermera del hospital me sacó envuelta en una sábana a escondidas; y el médico le dijo a mi mamá que me iba a ser pasar por hija legítima por la bebé que había perdido. De allí se desprende la figura de apropiación de menor o robo de identidad porque figuro en el Registro Civil como hija legítima de Jorge Francisco Cejas y Hilda Expósito. De la bebé fallecida no existe dato alguno, lo único que sabemos es que mi papá la enterró y dónde está enterrada, pero cómo hizo para proceder a su entierro y demás, no tengo ni idea. Esa bebé nació muerta.

10264836_530138873758346_466025071989533681_nSu vida continúa a partir de esta seudoadopción junto a su familia de crianza, pero siempre tuvo la sospecha que algo pasaba. Cada vez que iba a visitar a mis primas a Villa Atuel, me decían “vos no sos hija de tu mamá, vos no llevás nuestra sangre, no pertenecés a la familia,” siempre me lo repetían, y generaba dudas. Yo iba corriendo a decirle a mi mamá todo esto y ella me decía “no hija eso mentira”.

Pero a los 13 años, siendo aún casi una niña, en una edad difícil, complicada, pero con las sospechas de siempre, tomó la dura decisión de ir a hablar con un tío y le exigió: quiero que me digas la verdad, quiero saber si realmente soy hija o no de mis papás, porque tengo dudas y quiero sacármelas. Y me respondió “mirá, yo te voy a decir la verdad, vos no sos hija ni de tu papá ni de tu mamá, pero con ellos, que te cuenten la verdad.” Otra difícil decisión: los enfrenté a mi papá y a mi mamá y les dije yo quiero que ustedes me digan la verdad, sea lo que sea no me importa, aclarándoles que no los iba a dejar de querer ni de amar «porque ustedes me han criado, pero quiero que me digan la verdad, entonces no les quedó otra que confirmarlo. En ese momento al enterarme, a mi mamá biológica le tomé bronca. Pero mis papás de crianza también me mintieron en ese momento. Me dijeron que mi mamá biológica me había dejado desnuda en el hospital, que no tenía ropita, que las enfermeras me daban sólo tecito bebido porque no tenían ni leche para darme y que mi papá me había ido a buscar, pero no fue así. Y tampoco fue como me cuenta mi tía que supuestamente estaba haciendo prácticas de enfermería porque nunca las hizo. Después de esta situación no sé cómo llegué a mis papás ni estoy segura si nací en el Schestakow.»

10931161_434331656748127_7037620275024025143_nTodo esto ocurrió en el año 76, en coincidencia con la dictadura militar, época de desaparecidos y expropiaciones de bebés, pero esto nada tiene que ver con el período nefasto de nuestra historia.

«Cuando comencé hace 6 años, recurrí a Abuelas de Plaza de Mayo y me derivaron a CONADI donde se realizan estudios de ADN. El ADN dio negativo según registros y eso me da la esperanza que mi mamá está viva. Por eso aclaro todo esto, porque mi caso no se relaciona ni con política ni con los militares.»

Vanina continúa. No sé cómo llegué a mis papás biológicas ni a Gladys Cejas, tía de crianza, porque me han mentido ya tantas veces que ni siquiera sé si el 27 de setiembre es mi cumpleaños. Pero Gladys Cejas, la hermana de mi papá, sabe perfectamente quién es mi mamá biológica, sabe que tengo hermanos, sabe dónde viven, pero la señora se ha tomado la molestia de no querer decirme la verdad. No sabemos la razón por la que actúa así. Alrededor de todo esto han habido siempre muchas mentiras. Después de los 13 años, de mis primas me alejé. Mi mamá de crianza se murió y estuve allí. Mi papá también falleció. Lo tuve 20 días en casa. Lo dejé todo por él. Incluso mis hijos dejaron de ir a la escuela por atenderlo a él. A los dos los sigo amando, pero esto no me frena en mi búsqueda.

Mi esposo, Juan Carlos, siempre me empujaba a realizar esta búsqueda. A los 26 años más o menos, pero me decidí hace 6. Él me decía que la buscara, pero yo seguía con esa bronca porque me había abandonado, por algo lo había hecho, sino no me hubiera tenido. Pero después reflexionás y pensás, si fue de otra manera?.

Juan Carlos Montenegro, siempre apoyándola, reflexiona diciendo que «también hay otra historia, la otra parte, que no se conoce, no se sabe la verdad y no se puede juzgar ante dichos o suposiciones. Ha vivido un mundo de mentiras.»
Ella está en búsqueda de la verdad. Luego de la muerte de sus papás, su familia desapareció.» Tiene sólo a sus hijos y a su esposo.

Para Juan Carlos, «sus hijos también necesitan saber la verdad. De dónde provienen, cuál es su verdadera sangre.»

A partir de publicar su historia en Facebook, aparecieron casos similares, y también otra pariente que le dice que tal persona sabe la verdad. Ante la búsqueda y el encontrarse con tantos datos, Vanina decide hacer la denuncia en Fiscalía.

Juan Carlos explica que en un principio, «Fiscalía pidió los libros de maternidad del Hospital de aquella época pero no aparecen. Luego, cuando el mismo estamento judicial decide citar a declarar a tal médico, los libros aparecen milagrosamente, según cuenta Juan Carlos. Y la pariente, residente en Bowen, que sabe quien sabe toda la verdad, ha sido convocada como testigo, y está dipuesta a ayudar. (Hay nombres que no se dan a conocer por razones obvias).

Pero detrás de todo esto hay algo más. Las personas que saben y no hablan esconden otra situación. Hay muchas personas involucradas en este delito que se puede denominar «robo de identidad», «expropiación de bebé.»
Fiscalía tiene sus tiempos. Vanina y su familia, entre ansiedad y paciencia esperan saber la verdad.

Pero mientras ello sucede, Vanina junto a otras personas que viven situaciones similares, están en la lucha para la apertura de un Banco Genético de Mendoza “Nacidos, vendidos robados”. Este banco facilitará la búsqueda de verdades similares.

Pero su vida transcurre normalmente. Con una familia integrada por Brunella, de 15 años, Alan de 12, Juan Carlos (Pipi) de 8 años y Juan Martín, de 2 años. Y con mucho orgullo reafirma, «ellos son todo lo que tengo.» Una familia que se constituyó en base al amor, en una casa donde se respira afecto y respeto.

En solidaridad con quienes viven situaciones similares, para ayudarles en este tipo de búsqueda, Vanina tiene el objetivo de conformar este Banco Genético en San Rafael. Para contactar a Vanina, se deben comunicar al 260 4435273 o 260 4310845, al mail vanina.cejas@yahoo.com.ar, o Facebook Vanina Cejas.

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