San Rafael, Mendoza 23 de noviembre de 2024

Una elección presidencial marcada por la incógnita sobre el balotaje

eleccionesElecciones 2015.Hoy se vota para designar al sucesor de Cristina Kirchner. Ninguno de los candidatos llega con la ventaja asegurada para evitar una segunda vuelta.

Todas las elecciones presidenciales dejan su marca en la historia, pero la votación de hoy, la octava desde el regreso de la democracia en 1983, encierra un misterio: no se sabe si esa huella será un puente que habilite continuidades o una grieta que obligue a un cambio.

Todo indica que Daniel Scioli, el candidato del oficialismo, será el más votado. Lo dicen las encuestas conocidas, lo admiten sus contrincantes y lo reafirma el resultado de las Primarias del 9 de agosto, en las que consiguió el 38,67% de los votos. Los pronósticos electorales -y, otra vez, el antecedente de las PASO, cuando obtuvo junto a sus aliados de Cambiemos un 30,12%– también anticiparon que Mauricio Macrillegará en segundo puesto. El único que desafía ese análisis es Sergio Massa, que jura que la remontada de las últimas semanas en las encuestas le alcanzará para salir segundo y dejar atrás el tercer puesto en las Primarias, cuando, si se suma lo conseguido por José De la Sota, la alianza UNA se quedó con el 20,57% de los apoyos.

Los otros tres candidatos presidenciales, Margarita Stolbizer, Nicolás del Caño y Adolfo Rodríguez Saá llegan más relegados y su papel ganará relevancia si el Presidente termina definiéndose en un balotaje.

Esta última será la palabra más pronunciada hoy, y probablemente de los próximos días. La Constitución Nacional indica que para evitar una segunda vuelta, el candidato más votado debe recibir al menos el 45% de los votos o un 40% y una ventaja de 10% o más sobre quien llegue segundo. Los estudios de opinión previos no alcanzaron a pronosticar con un grado de certeza que evite el margen de error metodológico si habrá que votar otra vez o no el 22 de noviembre.

Si el recuento de los votos deja abierta esa posibilidad, habrá que borrar buena parte de lo escrito y analizado hasta ahora: las cuatro semanas que arrancan presentarán un escenario líquido en el que serán determinantes las posibles alianzas y el modo en que modifiquen su discurso los dos candidatos que queden en carrera para atraer a quienes no los votaron hasta ahora.

En ese caso, también habrá que tener en cuenta el rol que ocupará Cristina Kirchner. La presidenta de la Nación se va luego de 12 años de kirchnerismo en la Casa Rosada y ese cambio le hará perder buena parte del poder y la influencia del que disfrutó como Presidenta. Sin embargo, Cristina deja su cargo con porcentajes de aprobación que no tienen antecedentes en años recientes para presidentes que dejan el poder. Las encuestas indican que más del 40% de los argentinos aprueba hoy su gestión, mientras que la mitad de los votantes la desaprueban. Con esa proporción de apoyos, la forma en que se posicione en un balotaje puede cambiar el curso de la elección, o al menos de las campañas de los candidatos que permanezcan en la pelea.

Hay otras cuestiones que no dependen tanto de la posibilidad de que haya segunda vuelta, que, en caso de ocurrir sería la primera de la historia presidencial, tras la frustrada experiencia de 2003, cuando Carlos Menem -que había recibido la mayor cantidad de votos en la elección general- oteó el panorama adverso que se le abría, se bajó de la carrera y convirtió a Néstor Kirchner en Presidente. El kirchnerismo duro, por ejemplo, seguirá existiendo en cualquier caso. Su refugio principal será la Cámara de Diputados, pero, por supuesto, su influencia y su capacidad de promover o vetar decisiones políticas del próximo Gobierno dependerá del resultado electoral. Allí, habrá que ver no sólo si gana el oficialismo o alguno de los candidatos opositores sino también la distancia que quede establecida entre el primero y el segundo.

Esas incógnitas no existen sólo para el Frente Para la Victoria. El PRO seguirá alineado a Macri, pero: ¿qué rumbo tomarán sus aliados radicales o Elisa Carrió? La fortaleza de Cambiemos está asociada sin dudas a lo que salga de las urnas: una derrota podría terminar en una disolución veloz.

Lo mismo ocurre con el Frente Renovador de Massa. En su mayoría de origen peronista, los intendentes, legisladores y dirigentes que se alinearon al diputado en torno a su proyecto presidencial renovarán sus cálculos desde hoy mismo.

Además de Presidente y vicepresidente, los argentinos elegirán hoy la mitad de los diputados nacionales, un tercio de los senadores y legisladores del Mercosur. Además, habrá elecciones en once provincias, donde se designarán gobernadores, legisladores de distrito, intendentes y concejales. De todas esas competencias, la de Buenos Aires será la más relevante, como ocurre siempre. Allí, el kirchnerista Aníbal Fernández tratará de prolongar la larguísima racha del peronismo bonaerense frente a la macrista María Eugenia Vidal. El tercero en la disputa es el massista Felipe Solá. Entre las otras diez provincias puede haber cambios de los oficialismos en Jujuy y en Santa Cruz, donde el radicalismo pelea por llegar a las gobernaciones.

 

Fuente:http://www.clarin.com/politica/Elecciones_2015-Daniel_Scioli-Mauricio_Macri-Sergio_Massa-Margarita_Stolbizer-Nicolas_del_Cano-Adolfo_Rodriguez_Saa_0_1455454486.html
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