A esa conclusión llegaron luego de que 15 referentes de UNA plantearan que no tienen que jugarse con nombre y apellido por ninguno de los presidenciables del ballottage. Ninguno habló a favor de Scioli, mientras que sólo el ex gobernador de Misiones, Ramón Puerta, planteó pedir el voto para Macri, de quien es amigo.

El cónclave reunió a más de 100 dirigentes, alrededor de una gigantesca mesa rectangular que contó con los líderes de UNA: Graciela Camaño, Felipe Solá, Gustavo Sáenz, José Ignacio de Mendiguren y Joaquín de la Torre, entre otros. Uno de los puntos que repitieron en el plenario es que en el próximo gobierno darán las batallas desde el Congreso, desde el bloque que podría liderar Sergio Massa. Los legisladores acordaron reunirse dentro de dos semanas.

Luego entró la prensa y Massa ocupó el centro del salón junto a De la Sota, Lavagna y Sáenz. El ex intendente de Tigre se paró frente al atril y abrió con un chiste que marcó el clima antikirchnerista: «mejor no muevo mucho el micrófono, trae malos recuerdos». Así habló en referencia a un gesto que repite la presidenta Cristina Fernández en los discursos públicos.
Massa enumeró una serie de políticas públicas que consideró que el próximo presidente debía cumplir, en su mayoría, contrarias al Gobierno nacional como la lucha contra la inflación o que se elimine el impuesto a las Ganancias. En su discurso, llegó a mencionar más de 20 veces la palabra «cambio». En ese contexto, el líder de UNA pidió «que el próximo Presidente se comprometa a que va a haber presos por corrupción» y agregó que «vamos a apoyar al candidato que diga que va a meter presos a los que se enriquecieron a costa del Estado».

En conferencia de prensa, de entrada le preguntaron a Massa si votarían a Macri o a Scioli. Como respuesta, se escuchó el murmullo de más de 100 referentes de UNA, como si quedara fuera demasiado claro a quién apoyarán. «El 35% voto continuidad, 65% voto por le cambio de signo político; entre el cambio y la continuidad ya ganó el cambio, y de éso no hay dudas», remató Massa.

Además, el líder de UNA que sumó más de 5 millones de votos el último domingo, aseguró que no habló por teléfono ni por whatsapp ni compartió un café con Macri ni con Scioli, tal como repercutió en los últimos días. En línea con los vientos de «cambio» que proclama, Massa también descartó que en su rol de opositor durante el próximo gobierno esté en sus planes trabajar para la reunificación del justicialismo y al respecto señaló que buscará que el Frente Renovador sea un espacio «plural», que represente a «los trabajadores y la clase media».

Por su parte, De la Sota fue más explícito. «Sugerimos continuar con el cambio», planteó el cordobés quien tras el plenario aseguró que «si Scioli gobierna, termina como De la Rúa, porque no lidera su espacio». En la misma línea, Lavagna definió que «no vamos a votar continuidad».