«¿Qué me inspiró a desarrollar Qless? Me harté de esperar en interminables filas -dice Alex Backer, un emprendedor de 42 años que hace más de 20 años se fue a estudiar a Estados Unidos para convertir sus inventos en realidad, según sus propias palabras-. Empecé Qless en 2007 y la idea se me ocurrió estando parado en la cola de comidas de un parque de diversiones. Con mi aplicación ahorramos, hasta el momento, mil años entre sus 40 millones de usuarios. Qless se puede usar en entidades gubernamentales, de salud, comercios, universidades, fábricas y todo tipo de lugares donde hay espera», explica.
Aunque no hay datos en el nivel local, Backer revela que el estadounidense promedio pasa dos años de su vida de pie haciendo fila. Qless es un programa móvil y en tiempo real para administrar las relación con los clientes. Se vale de un algoritmo para calcular el tiempo de espera y lo comunica al cliente, que puede ir a tomar un café, hacer compras o pasear, en lugar de estar parado en una cola.
¿Cómo se usa? Primero el usuario debe bajarse la aplicación, luego buscar los locales adheridos a Qless, unirse a sus filas virtuales y podrá consultar el tiempo de espera y la posición en la línea. Incluso, en caso de estar retrasado podrá ir retrocediendo en la fila virtual. Si lo desea, puede ser notificado cuando está por llegar su turno. «Qless permite a los usuarios ganar tiempo y a las compañías, fidelizar a sus clientes», resume el fundador de esta aplicación.
Con este mismo concepto Leonardo Valente, oriundo de Bahía Blanca, y Gabriel Weinstein, de Buenos Aires, crearon, a finales de 2014, Turname, aplicación que aún se encuentra en el canal beta. Según sus creadores, Turname es más que una aplicación. Se trata de un backoffice que permite integrarse con los sistemas de gestión de turnos. «Nuestro programa se integra con sistemas básicos como el display LED, para el cual desarrollamos una interfase IoT (Internet of Things) que sube inmediatamente la información del turno», asegura Valente. El objetivo es que se transforme en la primera aplicación multi-fila del mercado, es decir, que no esté atada a una única institución, sino que la permita acceder a todas las filas disponibles.
Aunque aún no fue lanzada, su desarrollador asegura que Turname será gratis tanto para usuarios como para compañías, pero contará con funciones premium que podrán ser adquiridas o sponsoreadas por las instituciones. Según revela Valente, algunas empresas e instituciones ya lo están probando. «En poco tiempo, el gobierno de la ciudad de Buenos Aires y la Municipalidad de Bahía Blanca la utilizarán.»
Bien conocida en el mercado local, Restorando fue uno de los pioneros en lanzar una plataforma de reserva on line que reúne a todos o la mayoría de los restaurantes de una localidad. Sus responsables, Frank Martin y Franco Silvetti, se conocieron en la facultad, mientras cursaban la carrera de ingeniería industrial y en 2011 crearon esta aplicación porque observaron que no había nada similar en el nivel regional. «Restorando tiene la misión de conectar a los restaurantes con los comensales. Nuestro objetivo es brindarles la mejor experiencia a la hora de salir a comer, y a los restaurantes ayudarlos a construir su negocio, su base de datos y a ser más eficientes en las operaciones», explica Martin. Actualmente cuenta con más de 5000 restaurantes en la región y se realizan 600.000 reservas por mes.
Cuando comenzaron, 4 años atrás, el sector estaba más inmaduro y era más complicado sumar restaurantes. «Hoy esto cambió, la gente hace la mayoría de sus reservas a través de esta vía. Por ahora solamente hacemos reservas online y damos recomendaciones, pero no falta mucho para que también puedan pagar con el celular y evitar, también, las demoras en esa instancia», adelanta Martin.
Otra interesante aplicación que apunta a mercados verticales es la desarrollada por los primos Ianir Sonis (24 años), licenciado en Administración y Sistemas del ITBA, y Mijal Yelin (31 años), licenciada en Educación de la Universidad de San Andrés. Se llama Reserva Turno y lo que permite es hacer reservas para diversos tratamientos de belleza desde la aplicación.
La peluquería o los centros de belleza suelen ser un lugar donde las mujeres tienen bastante tiempo de espera. Es cierto que muchas personas sacan un turno antes de concurrir, pero también es verdad que puede ser molesto porque las líneas de teléfono suelen estar ocupadas y, además, genera cierta incomodidad hacer la reserva telefónica, por ejemplo, mientras se está trabajando. Por eso muchas mujeres concurren, aún hoy, sin turno previo. «Investigamos mucho los comportamientos de consumo del sector y observamos que es una industria realmente atractiva, que crece año a año, pero muy atrasada tecnológicamente. Así fue que lanzamos, hace un año, esta aplicación, que ya tiene más de 15.000 usuarios y 200 peluquerías adheridas en Buenos Aires y el interior. Asimismo, estamos comenzando el proceso de expansión en México DF y Bogotá», detalla Sonis. Esta aplicación cuenta con más de 9000 reservas y las peluquerías adheridas reciben más de la mitad de sus turnos a través de esta plataforma.
«Creo que la reserva de turnos está tendiendo a agruparse en mercados verticales. Además las personas quieren hacer la reserva sin intermediarios y en cualquier momento. También quieren ver toda la oferta en un mismo sitio», opina Sonis. Según sus estudios de mercado, uno de cada tres turnos se realiza entre las 21 y las 9, horarios en que los comercios están cerrados. «Son turnos que no podrían reservarse de otra forma. Nuestro negocio no está en ser un mero software de gestión de turnos sino en generar la demanda y adquirir tráfico en la búsqueda de servicios de belleza», agrega.
La investigación realizada por los fundadores de Reserva Turno reveló, también, que el 52% de los usuarios de peluquería reserva turno antes de ir. «Pero este número crecería a un 76% si hubiese otra forma de reservar que no sea llamando. Llamar, o hacer la fila es lo más tedioso del proceso de reserva y es donde se genera la mayor cantidad de problemas», dice Sonis.
Más allá del horizonte
En el exterior hace años que se utilizan aplicaciones para reservar servicios. En el mundo gastronómico las más populares son OpenTable y El Tenedor, y ahora también Resy. Pero es un rubro donde hay muchas opciones y las aplicaciones de este tipo crecen mes a mes.
El mundo de la belleza es otro sector atractivo donde existen aplicaciones específicas y muy populares como Beatuynowapp y Getbeautifield.
Pero más allá de este tipo de opciones donde la reserva ahorra horas y filas, existen otras muy ingeniosas para evitar la pérdida de tiempo a los usuarios. Entre ellas se encuentra Yonohagofila. Esta aplicación colombiana ofrece coleros, es decir, personas que cobran por ponerse en lugar del usuario dentro de una fila. Cuando una persona no tiene tiempo de mantenerse en una cola ingresa en la aplicación, solicita el servicio y luego de unos pocos minutos llegará alguien que tomará su lugar. Una prestación similar a la que ofrece TaskRabbit, sitio que entre muchos otros servicios domésticos como ayuda en limpieza, hacer las compras o colaborar en las mudanzas, ofrece el de esperar en una fila.
Varias empresas están implementando estas herramientas y cambiando, gracias a ellas, la forma de atender a sus clientes. «Creo que en algún momento vamos a dejar de hacer filas. Si hay tecnologías que lo eviten, todos las adoptaremos para evitar pérdidas de tiempo», concluye Martin.
Fuente: La Nación
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