No a toda la región le va mal que el precio de las materias primas haya bajado, o que la recuperación en Estados Unidos anticipe una nueva subida de tipos de interés. El informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) que analiza en detalle la evolución económica de todo el continente americano destaca que los países de Centroamérica, un grupo al que incorpora a la caribeña República Dominicana, son los más dinámicos de la región.
En un informe divulgado este miércoles en Lima (Perú), sede de la asamblea anual del organismo internacional, el Fondo vaticina que este grupo de países, entre los que se incluyen economías como Panamá, Nicaragua, Costa Rica, o la citada República Dominicana, crecerá al 4% este año, algo menos que en 2014 (4,4%). En todo caso, una evolución mucho más favorable que el retroceso del 0,3% estimado para el conjunto de América Latina y el Caribe.
“Este grupo de países se beneficia de la recuperación en los Estados Unidos y la continua debilidad de los precios internacionales de la energía, ya que la región es un importador neto de hidrocarburos”, explican los técnicos del Fondo. “Esta mezcla favorece un círculo virtuoso de mayor demanda, inflación más baja y una mejor posición exterior”, añaden.
El Fondo insta a “aprovechar la oportunidad” que brinda esta combinación de factores económicos para hacer un ajuste fiscal más suave, acompañado de reformas tributarias en la mayor parte del área. El FMI advierte que si los casos de corrupción y la falta de capacidad recaudatoria se enquistan, la deuda pública seguirá subiendo en El Salvador, Costa Rica, Nicaragua o República Dominicana, lo que “podría suscitar problemas de sostenibilidad” que los mercados castigan.
El informe regional destaca que la buena evolución de 2015 ha tenido lugar pese a algunos golpes al crecimiento en países como Costa Rica –que encajó la salida de la multinacional Intel- o El Salvador –por un retroceso del envío de remesas desde Estados Unidos-. El Fondo considera que la crisis política en Guatemala no ha pasado factura al crecimiento, pero puede hacerlo en el futuro.
Aprovechar la fortaleza del crecimiento e impulsar una mejora en la recaudación de impuestos –para mantener presupuestos equilibrados y al tiempo financiar programas de asistencia social-, son claves para afrontar el doble reto de la pobreza y la desigualdad, apunta el Fondo. Aquí el contraste con el resto de América Latina es negativo: la desigualdad es mayor que en el promedio de la región, pero sobre todo las tasas de pobreza siguen siendo muy altas: en Guatemala y Honduras, el 40% de la población vive con menos de 2,5 dólares al día, el listón que usan de referencia los organismos internacionales para destacar la situación de los más excluidos.
En los países de El Caribe, los más vinculados al auge del turismo son los que salen mejor parados (Bahamas, Barbados, Jaimaca…) en las estimaciones del Fondo, pese a la agricultura y la construcción, otras fuentes de crecimiento en la zona han tenido un comportamiento peor. Para ellos, el FMI vaticina un crecimiento del 2,3% este año y el próximo. El abaratamiento del petróleo permite mantener bajo control la inflación y alivia un tanto los abultados déficits exteriores de estos países, cercanos al 12% del PIB.
Para los países caribeños que exportan materias primas (Belice, Guyana, Trinidad y Tobago, la perspectiva de crecimiento es algo más moderada (un 2%), por el impacto del shock de los precios, más liviano que el que encajan los grandes exportadores de metales y petróleo en América del Sur. La caída de ingresos por las ventas de al exterior sí se deja notar en la balanza por cuenta corriente (en tres años se ha duplicado para llegar al 8%) y el déficit público.
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