Pero lo cierto es que no son más que denuncias públicas y mediáticas. Así lo confirmó el fiscal de Estado, Fernando Simón, quien resaltó que -más allá de estas acusaciones, y de otras que surgieron ayer por parte del gobernador pampeano y de su secretario de Recursos Hídricos- no existe ninguna denuncia formal contra Mendoza.

“Hay temas que merecen más seriedad y no merecen electorizarse y mediatizarse. Nos enteramos de las intenciones de demandas a la Provincia por los medios”, especificó Simón, quien aseguró que en la vecina provincia están más preocupados por reclamar agua del Atuel o de los mencionados ríos en este flamante reclamo antes que de hacer obras que permitan aprovechar el cauce del río Colorado.
“La Pampa quiere mezclar las cosas y ellos interpretan como diálogo que se haga lo que ellos quieren, y nada más”, agregó por su parte el consejero del río Mendoza, Alejandro Gennari, quien resaltó que si bien hasta el momento no son más que acusaciones mediáticas, no sería de sorprender que en los próximos días se oficialice la denuncia pampeana.

Las aguas bajan turbias

“No tenemos nada concreto sobre la oposición a Los Blancos y Portezuelo del Viento en La Pampa. Nos hemos enterado por lo que dicen los diarios, nada más. Por eso mismo es que tampoco podemos hacer nada oficialmente, porque es todo mediático. No es la primera vez que estas denuncias aparecen en los medios, sobre todo en años electorales. Nosotros preferimos manejarnos con mayor prudencia”, sintetizó Simón al referirse a la última bronca que llegó de la vecina provincia. Es que allí el gobernador saliente, Oscar Jorge, anunció que iniciará un juicio contra Mendoza y San Juan con el objetivo de resistir la construcción de una represa sobre el río Salado.

Por su parte, Gennari fue contundente al referirse al nuevo round en esta “guerra del agua”: “Pareciera ser que lo que quiere La Pampa es que se le pida permiso para cualquier obra que se quiera hacer en Mendoza, San Juan, San Luis y La Rioja. Ahora están buscando un nuevo método de extorsión. Creo que el reciente reclamo no es coherente”.

La decisión de reflotar el latente conflicto por las aguas del Atuel también llama la atención en tierras mendocinas. Más teniendo en cuenta que es el mismo pedido por el que la Corte Suprema de Justicia de la Nación falló a favor de Mendoza en 1987.

“Recientemente han vuelto a reclamar caudales de agua que consideran que pierden del Atuel. Pero el reclamo de La Pampa es bastante confuso, porque Mendoza está cumpliendo el fallo de la Corte y porque -además- se amparan en cálculos y proyecciones de desarrollo no concretados. Del río Atuel, la Corte sostiene que Mendoza tiene derecho a irrigar 75.761 hectáreas, mientras que el excedente se negocia. El tema es que desde hace años la provincia no llega a comprender 50.000 hectáreas, por lo que La Pampa no tiene derecho a caudal.

Ahora La Pampa insiste con la misma pretensión, argumentando aspectos ecológicos y ambientales, y Mendoza contestó a esta nueva demanda insistiendo en que se está volviendo a discutir algo que Mendoza ya cumplió (fallo del ‘87). Además, hemos expuesto que observamos que La Pampa no ha hecho obras para abastecer de agua la zona noroeste, dejándola olvidada por ellos mismos y desviando todo el caudal del Colorado hacia el noreste (Pampa húmeda). No pueden culparnos a nosotros por obras que no han hecho en su territorio”, indicó el fiscal de Estado de nuestra provincia.

“Otro de los argumentos que exponen tiene que ver con el cambio climático pero, de acuerdo a lo observado, las isobaras de lluvias se corren hacia el oeste, por lo que incluso este fenómeno está favoreciendo a la zona afectada de La Pampa. Aquí el problema principal es que toda política de desarrollo hídrico que ejecuta La Pampa va hacia el este, que es la parte húmeda. Toda el agua del Colorado va para aquella zona. Pero es más simple reclamar a Mendoza, San Juan y siguiendo por la cuenca hacia el norte, que planificar obras en ese sector”, se defendió Simón.

Volver a los ‘90

Otro aspecto en el que se detuvo el fiscal de Estado tiene que ver con el aporte de agua que hace Mendoza a La Pampa por medio de vertientes que abastecen el sector noroeste de la vecina provincia. “En promedio, se están aportando 9 metros cúbicos por segundo por medio de distintos afluentes del Atuel. Es algo que se otorga desde 1992, de forma gratuita para abastecer a 6.000 habitantes de las zonas de Santa Isabel y Algarrobo del Águila”, agregó Simón, resaltando que ahora resta que La Pampa conteste y que será luego -y una vez más- la Corte nacional la que deba intervenir.

En ese sentido, Gennari también destacó este aporte. “No es que no haya conversaciones. En la época de Gabrielli se construyó un acueducto para abastecer a 6.000 personas. Creo que retomar e insistir con un reclamo que ya se hizo y en el que la Corte Suprema falló a favor de Mendoza, es un error terrible”, indicó.

“El objetivo de fondo de La Pampa es reconstruir toda la cuenca del Colorado -administrada por el Coirco- y que aquí se incluya la cuenca del Desaguadero también, que actualmente tiene su propia cuenca”, finalizó.

Mal aprovechado

Al referirse al aprovechamiento que hacen en la provincia vecina del agua de sus propios sectores (dentro de las cuencas interprovinciales), tanto Simón como Gennari también tuvieron sus reparos y observaciones.

“Haciendo las obras necesarias en La Pampa para aprovechar el río Colorado podrían irrigar las 85.000 hectáreas que les corresponden. El problema es que encauzan todo para el Este y mucho termina perdiéndose en dirección al océano Atlántico. Lo ideal sería lograr un juego de suma positiva y no de suma negativa donde se le saca agua a uno para agregársela al otro. La clave es hacer obras para aprovechar los recursos hídricos que hoy están desaprovechados”, sostuvo el fiscal de Estado.

“En La Pampa hacen grandísimas obras para llevar el agua al Este, hacia Santa Rosa, pero no hacen las obras necesarias para irrigar con agua del Colorado en la zona damnificada”, indicó Gennari.