San Rafael, Mendoza viernes 19 de abril de 2024

El equipo de Macri prepara un plan de medidas urgentes para el sector energético

Intentará reordenar la regulación de los servicios públicos y los subsidios a la energía; cambios en YPF

Juan J. Aranguren, integrante de CambiemosJuan J. Aranguren, integrante de Cambiemos.Foto:LA NACION

La definición se escuchó días atrás de boca de Juan José Aranguren, ex presidente de Shell, hoy al mando de los equipos técnicos que trabajan sobre la política energética para Mauricio Macri. «No estamos empezando a trabajar ahora, sino que lo hacemos desde hace rato para cambiar la manera de administrar la energía desde el primer día [de gobierno]», afirmó. En el mismo diálogo, aclaró: «Que tomemos medidas desde el primer día no quiere decir que sean mágicas».

La tarea de Aranguren encierra una paradoja: cree que su trabajo consistirá en desandar los desaguisados que tejió en los últimos años principalmente el ministro de Planificación, Julio De Vido, como la caída sistemática en la producción de hidrocarburos, la escasez de energía, la creciente importación y la proliferación de los cortes de luz. De Vido, a su vez, considera al ex empresario petrolero lo más cercano a su némesis.

El equipo de trabajo de Cambiemos dividió el mapa de necesidades energéticas en dos: las importantes y las urgentes. Entre las últimas sobresale el reordenamiento de los marcos regulatorios de casi todas las actividades, en especial las relacionadas con la prestación de servicios públicos, como el gas y la electricidad, el segmento que domina las preocupaciones de los técnicos de la alianza.

En agosto de 2005, el Gobierno firmó con la distribuidora Edesur un acta acuerdo en el marco de la renegociación de su contrato de concesión, que se había quebrado en 2002 con la sanción de la ley de emergencia económica, la pesificación y el congelamiento de tarifas. Néstor Kirchner ratificó en enero de 2007 el documento, que contemplaba la realización de una revisión tarifaria integral, algo que nunca se hizo.

El caso de Edenor es similar, al igual que el resultado de la misma práctica sobre ambas empresas. Hoy, las eléctricas no cuentan con fondos suficientes para funcionar, por lo que requieren la transferencia de recursos del Estado para el pago de sueldos.

Una de las alternativas que maneja Cambiemos es pasar el control de los servicios públicos de la ciudad de Buenos Aires a la órbita porteña, algo que el kirchnerismo nunca quiso concretar.

El segundo punto en la lista de urgencias es la reasignación de subsidios, que entre los economistas señalan como uno de los ítems responsables del creciente déficit fiscal (hasta agosto se fueron por esa vía 99.282,5 millones de pesos).

Aunque los principales candidatos a la presidencia reconocieron su peso sobre la economía, Cambiemos fue el único que esgrimió una propuesta concreta. Semanas atrás, Aranguren sostuvo: «Pensamos que las familias carenciadas que los necesiten van a tener un block de consumo de 150 kilowatts por hora por mes que va a ser gratuito». En otros términos, que la electricidad no les costará nada si consumen esa porción. Pero el resto debería pagar, por lo menos, lo que cuesta llevar la energía a las casas.

Aranguren trabaja desde hace meses con un equipo en el marco de la Fundación Pensar, el think tank de Pro. Lo acompañan, entre otros, Sebastián Scheimberg, economista de la Universidad de Buenos Aires especializado en regulación energética, que a su vez trabaja en la consultora del ex secretario de Energía Daniel Montamat, una de las principales voces en temas energéticos del radicalismo, socio de Pro en Cambiemos. También Andrés Chambouleyron, economista e ingeniero.

Cambiemos dividió las áreas de trabajo en seis: petróleo y gas; electricidad; energías renovables; nuclear; planeamiento y ahorro, y eficiencia. Esas nominaciones son, a su vez, las posibles divisiones de un potencial equipo para atender la política para el sector.

El equipo técnico de Cambiemos le dedicará un capítulo especial al futuro de YPF, la mayor compañía de la Argentina y dueña del 40% de la oferta local de hidrocarburos. La continuidad de Galuccio no está confirmada. Si se queda, el actual presidente y CEO de YPF debería convivir con algunos límites a los que no está acostumbrado, al menos desde que ocupa el timón de la empresa.

Los equipos de Macri tienen definida la separación de sus cargos. Es decir, quien ocupe el lugar del CEO no desempeñará la presidencia porque, según consideran, el primero debe ocuparse del día a día de la empresa, y el segundo, de las relaciones internacionales.

El ex presidente de Shell lo dijo días atrás: «No tiene sentido que el CEO de YPF se siente con Putin [Vladimir, el primer ministro ruso]. Ésa es tarea para un presidente».

Los papeles de trabajo de Cambiemos recuerdan que la petrolera estatizada es una sociedad anónima y no del Estado, por lo que debe actuar según el interés de todos sus accionistas y no sólo de uno de ellos. Aranguren cree que Galuccio podría continuar si demuestra que todo lo que hizo desde el piso 32 de la torre de Puerto Madero fue en interés de la compañía y tiene un plan de negocios convincente.

Las medidas «importantes» apuntan al largo plazo. Entre otras cosas, una eventual presidencia de Macri buscará fomentar el desarrollo de una matriz energética donde sus distintas versiones no compitan, sino que se complementen, de manera que le abriría la puerta al desarrollo de recursos como la hidroelectricidad y la energía nuclear, pero más aun a los renovables.

 

Fuente: http://www.lanacion.com.ar/1841073-el-equipo-de-macri-prepara-un-plan-de-medidas-urgentes-para-el-sector-energetico
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