El trabajo no registrado sigue avanzando en la provincia. Según los indicadores socioeconómicos de la última Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), el 35,8% de los empleados en relación de dependencia del Gran Mendoza trabaja informalmente. 

El dato corresponde al segundo trimestre de 2015 y revela una clara tendencia creciente en los últimos cinco años. Entre abril y junio del 2011, el Indec informaba que el 33,1% de los asalariados del Gran Mendoza no tenían descuento jubilatorio. El indicador subió al 35% en el segundo trimestre de 2012, bajó a 34,7% en 2013, creció a 34,9% en 2014 y saltó a 35,8% este año.

Por tanto, entre el 2011 y el 2015 el trabajo en negro en el Gran Mendoza aumentó 2,7 puntos porcentuales. Eso significa que la cantidad de personas con trabajo informal pasó de 192.179 a 207.856 en los últimos cinco años, aproximadamente.

Si bien la EPH sólo muestra índices porcentuales, el economista Rodrigo González, especialista en mercado de trabajo, «tradujo» las tasas a número de personas.

«Hay unas 750.000 personas ocupadas en Mendoza. Como el 20% son trabajadores independientes, unas 600.000 trabajan en relación de independencia. De esa porción de la población, el 35,8% trabaja en negro, por lo que se deduce que son 214.800 los empleados no registrados», indicó González.

Tendencia a la informalidad

Para González, la conclusión más importante en al análisis de la evolución de los últimos cinco años de mercado laboral, es que «el trabajo informal no ha disminuido».

«Las tasas de la EPH tienen un margen de error cercano al 1%, que puede engañar en la evolución de un año a otro, pero observando la tendencia de un período de cinco años se pueden sacar conclusiones interesantes”, explicó.

“Como se puede observar en este caso, el mercado laboral está casi vegetativo y la gran parte de los trabajadores que entra al mercado laboral aceptan trabajos informales”, indicó el experto.

Para el economista, la elevada tasa de trabajo informal se explica, principalmente, por el bajo crecimiento económico de la Provincia en los últimos años. “Para sacar gente de la informalidad, Mendoza debe crear más de 10.000 puestos de trabajo por año, lo que está muy lejos de ocurrir en la actualidad”, señaló.

Otro punto crítico destacado por González, es el elevado costo laboral que implica la formalidad. “Además del crecimiento económico, existen otros factores que provocan altos niveles de informalidad. Uno de ellos es la carga impositiva del mercado laboral. Si se compara a la Argentina con otros países con similar producto per cápita, se observa que en otras naciones los costos laborales son mucho más bajos y los índices de informalidad también. La misma comparación se puede hacer a nivel provincia”, comentó González.

También el economista Sebastián Laza reconoce a la carga impositiva y a la inestabilidad económica como claros disparadores de la informalidad pero agregó un tercer eje que tiene que ver con la composición del sector empresario mendocino.

“El 80% de las empresas de Mendoza son Pymes. Aunque algunas cuentas con muchos empleados, en general son compañías que reparten a sus trabajadores entre la formalidad y la informalidad”, comentó.

“Lo otro a tener en cuenta, más allá de la tendencia de ese tipo de empresas, es que Mendoza atraviesa un momento de incertidumbre económica considerable, por lo que los empleadores no se animan a registrar a sus trabajadores por los altos costos laborales que deberá enfrentar si los despide posteriormente”, agregó el economista.

Por último, Laza opinó que el Gobierno debe fiscalizar con mayor intensidad. “Los empresarios miden el riesgo económico de contratar a un empleado en blanco y el riesgo de una inspección del Ministerio de Trabajo. En este momento, entienden que es más riesgoso incorporar personal registrado”, comentó.

Falta de concientización 

La titular de la Dirección de Empleo de la Provincia, Dora Balada, validó las estadísticas publicadas por el Indec y reconoció que “el trabajo informal no ha disminuido en Mendoza en los últimos cinco años”.

Sin embargo, la funcionaria defendió el trabajo del Gobierno y atribuyó un elevado grado de responsabilidad al sector empresario. “Desde el Estado hemos triplicado el número de fiscalizadores. Tenemos un cuerpo de inspectores profesionales en leyes laborales y expertos en seguridad e higiene que realizan controles exhaustivos a diario”, indicó.

“Además, hemos dispuesto beneficios impositivos que hacen que el costo laboral sea mucho menor para las empresas. Sirven de ejemplo la Ley 26.940 que premia e incentiva el trabajo registrado y la Ley Impositiva de Mendoza, que otorga crédito fiscal por Ingresos Brutos”, recordó la funcionaria.

Analizando el crecimiento del mercado informal, Balada opinó que “falta conciencia por parte de algunos sectores empresarios que optan por tener a sus trabajadores en la informalidad en vez de acudir a los beneficios del trabajo registrado”.

A modo de ejemplo, la directora de Empleo de Mendoza mencionó al rubro gastronómico, “que tiene mucha rotación de personal y mucha informalidad”.

No obstante, por parte del Gobierno, Balada reconoció una deuda pendiente en la misión de formalizar el empleo de Mendoza. “Hace falta formar mesas de diálogo con los diferentes sectores empresarios para interiorizarlos más sobre los beneficios impositivos y ayudarlos a tomar conciencia sobre la problemática de la informalidad”, apuntó.

Salta, Tucumán y San Juan, a la cabeza

El empleo precario continúa afectando al 33,1% de los trabajadores, en el mismo nivel que un año atrás, aunque en la principal región del país -el conurbano bonaerense- subió del 36,5% al 37,2%, según las cifras que difundió el Indec y que corresponden al segundo trimestre de 2015.

Por provincias, las que tienen mayor empleo en negro son Salta (44,9%), Tucumán (42,8%) y San Juan (41,5%). Siguen en el listado Santiago del Estero (41,3%), el Gran Buenos Aires (37,2%), Córdoba (36%) y Mendoza (35,8%).

El 33,1% significa que uno de cada 3 empleados en relación de dependencia no tiene derecho a la jubilación, no está cubierto por una obra social o ART, cobra sueldos más bajos y tiene menos beneficios laborales que el resto de los empleados registrados.

Este resultado marca que casi 4,3 millones de personas están trabajando en la informalidad y que no se registraron cambios en la calidad del empleo, pese a que la tasa de desocupación que informa el Indec cayó de 7,5 por ciento a un 6,6 % durante el período bajo comparación. CC

Frases destacadas

“Para sacar gente de la informalidad, Mendoza debe crear más de 10.000 puestos de trabajo por año.» Rodrigo González – Economista

“En momentos de incertidumbre, los empleadores no se animan a registrar a sus trabajadores por los altos costos laborales.” Sebastián Laza -Economista

“Hemos triplicado     las fiscalizaciones y dispuesto beneficios impositivos.” Dora Balada – Directora Empleo de Mendoza