Bonasso dialogó en el programa After Office, de MDZ Radio, y reiteró las críticas hacia el titular del CELS, acusándolo de ser «doble agente» y comparó su vinculación con el Gobierno nacional con la influencia que ejercía el famoso consejero Rasputín sobre la familia imperial de Rusia. Además lo vinculó con la Barrick Gold y los «negocios de entrega» del kirchnerismo a las empresas mineras y petroleras.

El periodista recordó que «desafié a Verbitsky a varias cosas: primero, a debatir frente a frente en una teleconferencia frente a un público vasto y todos los medios; segundo, a que vayamos a la causa Esma y declaremos exactamente cómo fueron las circunstancias previas a la caída de Rodolfo Walsh y a todo lo que sabía cada uno de nosotros en su respectivo lugar, para que esto no se diluya en una cuestión mediática; y tercero, a que cada uno lleve su declaración jurada de ingresos para que se vea que buen negocio es ser propagandista del progresismo K».

Al ratificar que su vinculación con la muerte de Rodolfo Walsh es «una gran mentira», Bonasso dejó entrever algo muy distinto: «Lo busqué a Verbitsky en el momento que yo tenía que salir del país rumbo a México, en marzo de 1977, le pedí una cita para sacar a Walsh del país y él no concurrió».

«Ha tapado con una mentira su falta de hace 38 años y su vinculación paga con la Fuerza Aérea argentina durante la dictadura militar», haciendo alusión al libro de Gabriel Levinas que vincula al periodista K con las altas esferas de Inteligencia y las Fuerzas Armadas.

Sobre eso último, Bonasso indicó que «muchísima gente conoce lo terrible que era esa época de clandestinidad absoluta y se pregunta cómo había hecho Verbitsky para sobrevivir con su nombre en una Argentina donde él era el número dos de Walsh dentro de la estructura de inteligencia de Montoneros».

«A medida que lo vimos actuar en el tiempo, esa sospecha viene creciendo por sus actitudes donde prima ante todo la voluntad de acumular poder y ejercer una suerte de comisariato político como una especie de Rasputín en la sombra del gobierno de CFK», sentenció.

Sobre su relación con el titular del CELS, el periodista la catalogó de «pésima» y contó una anécdota que desató su enemistad: «Hace 30 años en Perú le tiré una trompada, la esquivó hábilmente y me dijo ‘No me tirés el 1.90 metros encima’, a lo cual le respondí: «Si querés que no te lo tire, no seas tan hijo de puta como sos». Esto ocurrió porque él, que manejaba mi entrada clandestina a la Argentina como representante de Montoneros en la base de Lima, dejó abandonados a mi mujer y mis hijos de entonces 6 y 7 años».

«Después hubo subas y bajas porque hasta me ha pedido favores, que se los he hecho porque no me he encarnado en el odio, pero no le puedo permitir que ensucie mi patrimonio moral», añadió.

A su vez, Bonasso insistió en que «Verbitsky operó para tapar todos los grandes negociados de entrega de este Gobierno colonialista, defendiendo algunas medidas pseudoprogresistas y haciendo propaganda de ello», haciendo referencia a los contratos que el kirchnerismo suscribió con Barrick Gold y Chevron, entre otros.