San Rafael, Mendoza viernes 17 de mayo de 2024

Carlos Tevez provocó todo lo bueno y lo malo de Boca

El Apache vivió una tarde de contrastes: con dos goles fue el líder futbolístico y espiritual del puntero en el triunfo 3-1 sobre Argentinos; imprudente, fracturó al juvenil Ezequiel Ham

 Foto: LA NACION  / Daniel Jayo

Es el único responsable. No puede quitarse del medio. Es imposible creer en su inocencia. Carlos Tevez tiene la culpa de todo. De lo bueno y de lo malo. Su magnetismo no le permite escaparse. Su figura se erige por encima de los demás y se amplifica su aura. Boca lo necesita tanto que lo expone de igual manera. No tiene respiro y se desborda. Su cabeza no está lúcida, está cansado, y nadie se atreve a ponerle límites: ni adentro ni afuera de la cancha. Fue tan genial su obra con la pelota como brutal su cruce con Ezequiel Ham, que terminó con la fractura expuesta del juvenil de Argentinos.   Pero hay motivos de semejante asfixia emocional. Es que el Apache no quiere fallar, no puede permitírselo. Su equipo -porque se adueñó de este plantel- no debe caer más de rodillas ante nadie y por eso se desfigura en la vorágine. Y eso lo nubla, porque mientras su obra con la pelota fue deliciosa y con ella mantuvo al conjunto en la cima, lo que sucedió después le quitó sentido y brillo a todo lo otro.

Se tomó la cintura a los cinco minutos del partido porque carga sobre el lomo una cantidad de minutos que impresionan. Se dicen que son mucho más que 5000 en el año. No es un detalle menor: su cuerpo le pide descanso, su cabeza también; sin embargo, sus obligaciones no se lo permiten. Hay que comprender que Boca es una cosa con Tevez y otra sin él. Depende tanto de su ascendencia, de su categoría, que nadie sabe bien qué hacer sin su guiño. Si hasta Arruabarrena está condicionado por el influjo del Apache. Tenía decidido sacarlo y darle descanso cuando el juego ya estaba 2-0 y con Boca encaminado. Pero no pasó. Llamó a Colazo para que ingresara por él, pero el descuento de Argentinos le cambió los planes ¿Estrategia? De ninguna manera, el Vasco leyó rápidamente que sacar a Tevez, ante un rival lanzado que amenazaba con el empate, podía generarle varios dolores de cabeza internos y externos.

Foto: FotoBAIRES 

La culpa es de Tevez porque hizo saber públicamente que quiere estar dentro del campo siempre ¿Cómo decirle que no? Es imposible en este modelo xeneize negarse a las exigencias del hombre que desde su desembarco les hizo saber a todos que volvió para ser amo y señor del club. No es caprichoso lo del N°10 xeneize, porque alimenta su condición desde el ejemplo y desde las ganas. No importa si se entrena menos durante la semana por dolores físicos, porque su categoría le permite crear la delicia con la que abrió el partido en la Paternal y, después, estirar la ventaja en un mano a mano que resolvió con un derechazo alto.

Ahora bien, estas cuestiones de no querer descansar, esta necesidad de tenerlo dentro de la cancha y el respeto supremo del cuerpo técnico, también exponen al Apache. Porque era necesario que dejara el campo porque le dolía hasta el alma. Se advertía que estaba agotado, que el partido estaba demasiado caliente como para no quedar al límite y, además, ya estaba amonestado. Pero no, se quedó, golpeado, con evidentes dolores en la cintura, esa molestia que lo tiene loco, y con una carga emocional por tener que seguir tirando del carro solo? Nadie se atrevió a decirle basta? En el cruce con Ham, Tevez cometió el error de ir a un balón con imprudencia y sucedió lo peor.

Todo tiene un por qué. Nada es azaroso en la vida de este Boca. Se depende tanto de él que las presiones se multiplican. Así como en el clásico ante River, el Apache fue determinante en su injerencia emocional sobre el encuentro, ayer fue el único jugador que estuvo, desde lo futbolístico, a la altura de lo que pedía el partido. Por momentos lució casi aislado en esta cruzada. Apenas Nicolás Lodeiro colaboró un rato con Tevez, con ese pase profundo que le permitió marcar el segundo tanto. Pero no mucho más, porque hasta se lo vio enojado y tirando insultos al aire cuando Argentinos marcó el descuento. El capitán intelectual (la cinta la lleva Daniel Díaz) no tiene respiro.

Está claro que Carlos Tevez parece no poder detenerse. Ahora lo espera Defensa y Justicia, en Córdoba, por la Copa Argentina. Está embarcado en una empresa demasiado intensa. Boca quiere ir por todo y, cuando asumió su regreso, entendió que debía hacerse cargo por completo de lo que eso implicaba, con goles (acumula 5 en 10 partidos) y con ascendencia. Los costos también son muy altos, tanto que puede ser el único responsable de todo.

Fuente: http://canchallena.lanacion.com.ar/1829615-carlos-tevez-provoco-todo-lo-bueno-y-lo-malo-de-boca
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